He quedado confundido y a la vez sorprendido por lo que acababa de leer, mi hija tiene un gran poder en su interior y si no la controla se puede morir. Hojee más páginas a ver si había algo que pudiera controlar su poder, pero nada en lo absoluto, solo esas dos informaciones conseguí. Y recordé que alexter me había dicho que encontraron a Aranza fue por su grito, eso quiere decir que ya se está anunciado su poder y mi niña ni tiene idea de lo que es y lo que se le avecina.
--Necesito pensar bien como solucionar esto— pensaba para mí mismo. Escuche los latidos de mi hija, y salí del despacho a verla.
Caminaba en dirección a su habitación por las escaleras, la detuve.
--Mi niñaa ¿Cómo te fue en el colegio?— bajo hasta donde me encontraba, en el ultimo escalón.
--Papa—Me abrazo tan fuerte y yo hice lo mismo, de pensar lo que le esperaba a ella, no iba a dejarla sola en esto –Te amoo—finalizo y se aparto de mi para mirarme.
--Yo también hijita y mucho—la volví abrazar --¿Qué te parece si hacemos algo dulce en la cocina?—sus ojos centellaban, sabia su hobby favorito y quise pasar una tarde con ella haciendo sus pasteles.
¡A hornear pastel!
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Aun seguía en el club con Lorena, pero en mi pecho sentía angustia y no sabía porque o a que se debía, pero no hice caso a eso.
--Tu hermana es como algo extraña, espero que no le haya caído mal— me decía mi mate, estaba frente de mi.
--No amor, tranquila ella es muy celosa y por eso a veces su actitud es así— le decía acariciando sus mejillas –Aranza, Stefan y yo somos muy unidos desde pequeñitos— me sonrió.
--¡Wao! Se nota lo unidos que son— me dio un beso –espero encajar en su familia—y le devolví el beso.
--Si mi bella luna, encajaras perfectamente—dije emocionado –Vamos a la mansión, te presentare a mi padre—estaba decidido hacerlo oficial.
--Claro, entonces vayamos—me abrazo emocionada.
Me sentía feliz, de alguna manera lo estaba y fuimos camino a la mansión.