--Padree, traigo una visita— escuche decir alexter, pues me asome en disimulo, ya sabía la visita de quien se trataba. Hice un gesto de molestia mas para mí misma.
--Bueno hijo, llévala a comer y así nos presentas a tu visita inesperada—No puede ser, mi papa la invito a la cena, estaba furiosa quería que fuera una reunión familiar.
--No te enseñaron que escuchar las conversaciones ajenas a escondidas es malo— me asuste, mi giro y lo golpeo.
-¡Ay! Stefan, tenias que ser tu—reímos – creo que eres el menos indicado para decirme eso—el capto mi punta, el no respeta tampoco las conversaciones ajenas cuando utiliza sus sentidos auditivo dentro de la mansión.
Rio –A veces ni te tolero—lo abrace.
Se acerco mi padre, mi nana, alexter y la bruja esa que no le sentía buena espina, pues cada quien tomo su lugar, mi papa estaba en el sillón del frente, a su derecha alexter y su “novia”, a su izquierda, mi nana, Stefan y yo. Estaba en el medio de ellos.
--Bueno padre, te quiero presentar a mi mate—Mi papa se sorprendió, contento se levanto y se acerco a ella para abrazarla de manera que se sintiera bienvenida, y luego felicito a mi hermano con un gesto de manos.
--Bienvenida a la familia real—dijo un padre emocionado por su hijo de haber encontrado a su luna.
Stefan y mi nana también mostraban su alegría y yo pues bueno tuve que fingir estar alegre, aunque fuera mi hermano, me dolía verla con esa bruja y aparte me daba un mal presentimiento. Mi padre empezó a interrogar a Lorena para saber más de ella.
--¿Y tus padres Lorena? Viven aquí en el valle o son de otra manada aliada—mi padre probaba de su comida, aun no estábamos con la parte del postre, los demás seguían comiendo en espera de la respuesta de Lorena.
--Mis padres murieron en un accidente—Hizo un gesto triste –Vivo con mis abuelos—finalizo tomando un poco de agua.
De repente escucho una voz dentro de mi diciéndome –miente- me asuste, ¿de donde provenía?