Pensé a mi misma de que alexter no iba a sentir celos, ya que encontró a su mate. Quería cariño, y bueno si él me lo podía dar ¿Por qué no aceptarlo?
--Que linda te ves hoy—me sonroje un poco. –Tranquila hoy no te quitare dulce—ambos reímos de aquello, pues ya sabía porque su comentario.
-- ¡ay! Que gracioso—dije en forma de burla. Me doy cuenta que me observan de lejos, y si es la persona que creo que es, rio dentro de mí porque sabía que en el fondo había algo más que hermanos.
Empezamos hablar y de verdad que Scott hace reír a cualquiera con sus tonterías, a pesar de lo bello que es, el momento en el cafetín era agradable. Estaba tan distraída que no me fije quien se había acercado a nuestra mesa.
--La conversación debe ser interesante ¿Cuál es el chiste?—su odiosidad sí que la amaba esa voz tan varonil.
--Un chiste que no te incumbe hermanito— a Alexter eso lo enojo mucho, podía verlo en su mirada.
--Te veo luego Aranza—Dijo Scott levantándose y mi hermano lo observo con rabia.
--Si mejor vete—dijo todo chocante y lo mire, no tenía que ser tan odioso, ¿Por qué no está con su noviecita? Es lo que me preguntaba.
--Necesitamos hablar, será que me acompañas al bosque—lo mire dudando, pues ya sabía por dónde iba el tema y no sé si quería hablar de ello.
-- ¿y tu noviecita? ¿Dónde la dejas?—lo dije tan chocante.
--No seas así con ella—me reto con la mirada –Se fue a clase— me levante y fuimos en dirección al bosque.
Íbamos caminando y nuestro silencio no era incomodo, pues conocía a mi hermano de toda la vida así que con tan solo su presencia me hacia feliz, no nos adentramos mucho, llegamos a un árbol enorme donde se desprendían sus raíces, podías sentarte y recostarte del piel del tronco, era hermoso.
Nos sentamos y atenta a lo que quería decirme.