Los secretos de Arya

Capitulo tres "Momentos"

 

"Tres días"

El simple y ordinario hecho de que mis padres se hallan decidió de viajar me encanta, lo que desteto es que el mismo día me dieron advertencias y me llega una carta.

La esperanza de que todo fluya con tranquilidad y paz el día de hoy y los meses que retan, es algo que deseo más que cualquier cosa en el mundo.

Debo destacar que Abruey en sebo para los problemas, y los arrastra así mí, es baja esa acción, digamos que eh sobrevivido de pandillas y hermanos gemelos molesto, gracias a algún ángel.

Seguro una de las preguntas de todo los que nos conocen, es ¿Por qué son amigos?

En este momento ni yo sé.

Hoy es la fiesta de inicio de verano de los hermanos Brik, ósea ni más ni menos que los hermanos de Abruey.

—Debemos ir, pasaron tres días de la carta no te llego nada mas vamoooos —Las palabras de Drina suenan en la casa totalmente en silencio.

Llego hace alrededor de una hora quitando mis pensamientos.

— Puede que iremos, pero sinceramente tengo miedo, de que aparezca el que escribió la carta, o de con quien se esté metiendo Abruey aparezcan. —dije mientras camino de lado a lado en la casa

Ella suspira y me mira

—Iremos

—Tendrás una copia de la llave trasera por si me vuelvo antes

—Okey, eso quiere decir que iremos —Se levantó de su asiento y comenzó a bailar.

—Si pero si sospecho algo me vengo rápido.

—Esta biennnn

 

“La fiesta, la maldita y vil fiesta”

 

La línea del delineador es una de las cosas más complejas, que siempre hare en mi vida. Es hacer una simple línea, pero a la vez complicada en el filo de mí ojo.

— ¿Tanto tardas para hacer, esa simple línea? —Pregunta Drina

Dejo el delineador sobro la mesada del baño y la miro, ella se mantiene en la puerta del mismo observándome ya lista. 

La verdad que el negro le sienta bien.

—Si deseas la perfección en un solo intento lleva su tiempo.

—Ajan seguro llevas más intento, porciento no manches tu vestido con eso.

Rápidamente recordé, lo que llevo puesto que es ni más ni menos, que un vestido suelto hasta las rodillas, clásico y cómodo blanco, prefiero estar cómoda ante todo.

El toco del timbre de mi casa sonó por toda la casa.

—Ve tu yo seguiré con esto. —dije mientras la miraba a Drina

El silencio de la casa cambio con una sola palabra de Drina.

—ARYAAAAA

Mierda. Termine mi delineado nada perfecto, y rápidamente comienzo a caminar desde donde proviene el grito.

Drina se encuentre en la sala con una caja grande en sus manos.

— ¿Qué es eso? Y dime por que gritas.

—Mira.

Terminó de bajar el último escalón, y miro hacia la dirección que ella indica la cual es el interior de la caja.

Wow, eso sí es mucho.

Es un maldito vestido de gala, con demasiado brillo, que hace que parezca una luz reflectora con la luz de la casa.

Tomo la carta que esta sobre el mismo y comienzo a leer en voz alta.

—“Querida damisela, desearía que lo utilice, la día que nos encontremos, o precisamente esta noche, espero verla en la casa de los hermanos Brik. Atentamente A.D” Quien mierda se piensa para exigirme eso. No lo llevare

— ¿Por qué? Dame una buena razón —dijo mirándome seriamente.

—Porque ya estoy vestida.

—Por diosss, ve ya y ponte esooooo.

—Pero….

—Pero nada, ve y ponte esa belleza.

—Lo hare, pero las zapatillas blancas con perlas irán —dije mientras señalaba mis pies.

Tome la caja en mis manos, que a decir verdad era demasiado delicada, emana belleza de donde la mires.

Subo a mi habitación, dejo la caja en los pies de mi cama la observó no tiene nada sospechoso, me da más temor eso.

Saco el vestido de la misma lo extiendo y a decir verdad es un poco menos que de gala, ya que es hasta la rodilla y es bastante suelto.

Por diosss, tiene bolsillos.

Sin más, comienzo a quitarme mi vestido, una vez a fuera tomo, el vestido extendido en mi cama y me lo coloco, no tiene cierre algo que me pasare muy práctico. 

Tomo mi llave la coloco en el bolsillo de la chaqueta que acabo de tomar y  salgo de la habitación.

Una vez en la planta superior de mi hogar, Drina sale desde la cocina y comienza a observarme.

—Eres una maldita hermosura vamos.

Le extendí la llave trasera a Drina y salimos de mi hogar una vez ya con todas las luces apagadas.

Coloque la llave en la puerta la cerré rápidamente, y la guarde en mi vestido en el bolsillo vacío.

Ahora de la fiesta.

 

“Porque a mi “

El baile en fiesta siempre fue de mi debilidad, solo una canción que conozca hace que baile hasta el final.

Algo que me encuentro con Drina y Alethea bailado una canción un tanto sensual somos el centro de la atención de todo el mundo en el sitio.

Ciento una manos que se coloca en mi cintura, en vez de estar alerta decido seguir bailado, del mismo modo hacia la persona que tiene sus manos en mí.

Mis piernas se debilitan al sentir el olor extraño de un aroma, noto que no soy la única debilitada, las manos del extraño son más fuerte de su agarre.

Mis ojos se cierran y solo escucho gritos, y mi mente está sufriendo por cada uno de los gritos.

Unos brazos me sostienen y ya no siento nada.




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