Los secretos de Arya

Capitulo siete "Todo por su silencio"

“Él lo sabe”

Él lo sabe, lo peor es que sabe que es mi maldito punto sensible que él lo sepa.

Estúpido Jeff

Maldito Abruey

No sirven de nada ninguno de ellos, solo son hombres. Si así se le puede llamar sin insultar a los mismos.

La llegada de la no difunta Eira cambia todo, malditamente todo.

Como carajo sobrevivió no lo sé, ahora sé que tendré un maldito grano en el trasero, por culpa de Jeff, tendré que hacerla callar antes que valla diciendo la verdad de la situación a medio mundo.

Idiota.

Como deje que eso se me fuera de las manos, el enojo que siento y rabia hacia mí misma son enormes en este momento.

Mis golpes no le hacen ni la tos a la bolsa de boxeo que tengo frente a mí.

Tendré que encontrar el maldito punto, sensible de Jeff para si no me jode, y se quién me ayudara en esa misión.

Sigo en la jodida mansión de Jeff, me quiere tener vigila el maldito idiota.

—Sabes que así solo te joderas la mano.

Podría reconocer la voz de ese vil humano donde sea.

—No es de tu maldita incumbencia

—Todo lo es, y debes cumplir tu parte del trato. —Se coloca enfrente mío, me toma de la cintura y continua —A mi oficina ahora, debemos hablar de tu parte del trato.

 

“El vil, y jodido trato”

— ¿Qué trato quieres? —Pregunte rápidamente, una vez en su oficina.

—El decirte de que serás mi esposa es muy simple, te necesito para que algo más que una simple firma. Quiero que seas mi compañera de guerra, serás entrenada con nuestras técnicas.

—No —Fueron mis palabras directas mientras lo miro a los ojos.

Se levante de su asiento y camina hacia uno de los nubles del sitio.

Comienza a sacar una carpeta, en color rojo y la coloca frente de mí sobre el escritorio.

—Lee eso, te tengo vigilada de hace tiempo, si no quieres que eso salga a la luz, tendrás que aceptar mi trato, si no quieres que esto salga al mundo. —dijo mientras con su dedo señala el expediente.

—Sabes que si muestro eso, ya dejaras de ser la débil y sensible Arya.

—Está bien, pero no me debes mandar, no me gusta que me manden.

—Está bien, discutiremos eso.

Me levanto de la silla y me acercó rápidamente hacia él.

—Somos socios, y ahora debes decirme donde está la maldita de Eira.

Me toma de la cintura y acerca su boca a mi oído y habla.

—Ella no te traiciono, solo quiso más su vida y te entrego a mí, se encuentra en la sala con tu hermano. No hagas algo de lo que te puedas arrepentir Arya.

Me suelto rápidamente de él y comienzo a salir en dirección a la ubicación de Eira.

No le hará daño solo por Dren

Pero se merece más que una amenaza.

“Eira, porque vives”

—Eira, querida, debemos hablar —Al comienzo de mis palabras fueron con paz, y finalizaron con rencor.

Estoy directamente enfrente de ella, la cual se encuentra a un lado de mi hermano.

Ella no se mosquea al verme.

Un escalofrió recorre mi columna al verla viva.

— Déjala Arya —habla Dren

—Tú no te metas, ella y yo tenemos charlas pendientes, aunque no sé si quiere que saque su mierda enfrente de ti.

Eira se levanta rápidamente de su asiento y asiste y camina hacia una habitación en silencio.

La sigo sin decir una palabra.

Entramos a una de las habitaciones de la mansión de Jeff.

— Ve al punto Arya. —dijo ella rápidamente

— No digas una palabra del pasado, porque si yo te encontré muerta o casi muerta, no me hagas hacerlo real.

Ella se rio y se acercó, colocándose en frente de mi

— No estás en posición de amenazar Arya

Me coloque en los pies de la cama.

— Tengo la ubicación de una ciudad sin mafias está limpia, está en diekirch está a cuarenta minutos en coche desde aquí, les conseguiré una casa segura con Jeff y sin que nadie lo moleste.

Eira comenzó a moverse de aquí a halla.

—Está bien, le diré a Dren consíguelo para mañana mismo, mientras menos personas sepan de mi mejor.

—Seguirás muerta para este maldito mundo Eira —Me levante de mi asiento y camine hacia la puerta —Solo cuida a Dren, que nadie le haga daño.

—Lo mismo para ti y cuídate la espada de la hermana de Jeff

Jeff tiene una hermana no me lo imaginaba pero necesito encontrarla. Solo para distraer a Jeff de mí.

— ¿Quién es? Y ¿Dónde vive? —respondí rápidamente

Ella suspiro y comienzo a tocarse el rostro como si fuera la peor pregunta de mi vida.

— Dalis Ann es un año más joven que tú, ella es un toque posesiva, vive en Italia con su madre Artia Ann

Salí de la habitación, me dirijo hacia la entrada de la mansión.

Una nueva misión esta en mis planes buscar a esas mujeres y traerlas a Luxemburgo y se cómo.

Meta sacarme a Jeff de encima.

—Arya, se lo que piensas, sabes que él no dejara de seguirte por tenerlas aquí, eres el oro

La voz de Eira se escuchó detrás de mí.

—Ella lo harán, el me dejara seguir con mi maldita vida como antes y si me disculpas debo ir a mi casa.

Y solicitar un favor de una persona que tengo un poco de rencor.

Todo sea para cumplir mi meta.

Ahora del juego.




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