Los secretos de Fos

Ceres XXXIX

Una esperaría que cuando salvas a dos de tus compañeras antes que los guardias, además de derrotar a un monstruo muy peligroso, te premiarían y te tratarían como reina pero lo único que conseguimos Dafne, Egan y yo fue un castigo y una advertencia de que no debíamos hacerlo de nuevo.

¿Nuestro justo castigo? Organizar los almacenes de material durante los descansos.

Ese día llegue un poco más temprano, así que solo encontré a Egan quien ya había comenzado.

—Te ayudo— Le dije acercándome para tomar las cajas.

—No te preocupes, puedo, mejor mueve otras— Dijo el chico con amabilidad.

Comencé con mi trabajo de mala gana, no por él, o sea en general, como siempre ¡Que injusta es la vida!

—Estaba pensando en lo que dijo la mujer serpiente sobre los colores…

—Equidna— Me dijo Hades pero lo ignore.

— ¿Sobre mi otro ser mágico?— Egan frunció los labios.

—Ah, lo siento, no quiero incomodarte— Negué con la cabeza un poco avergonzada. Sabía que si alguien fruncía los labios significaba que estaba incomodo o que quizá no quería hablar de eso pero me fue imposible pasarlo por alto pues me causaba… Curiosidad.

—No lo haces— Egan me sonrió— Solo me sorprendió que recordaras ese detalle, los colores. Yo no lo había escuchado antes.

—Ni yo y bueno, fue algo que te atrapo por sorpresa y parecías algo afectado, así que en realidad me preocupaste— Y a decir verdad, Hades también me comento que le preguntaría, si era mi duda pero también de él.

—Quizá más adelante te cuente— Me dijo sonriéndome un poco y tomando más cajas.

—Ya vine— Dijo Dafne llegando al lugar.

—Bienvenida— Le saludo Egan.

Sí, no debería presionarlo. Lo siento Hades, no podrás saber de momento. Aunque ni yo.

Cleo y Artemisa llegaron después para ayudarnos también.

Fue entonces que decidí preguntarle a Artemisa sobre mi hermano a lo que me conto sobre el incidente con los “fuegos artificiales” La verdad es que la mayoría de la historia floto sobre mi cabeza sin que lograra entenderla del todo.

Admito que me hubiese gustado verlo, pero tampoco podía evitar sentirme desplazada, o sea más de lo que ya me sentía, pues cuando se topó con ella en el pasillo fue especialmente cordial y conmigo, bueno, la misma basura de siempre, lo que soy para él.

— ¿Estás bien?— Preguntó Artemisa inclinando su rostro hacia mí.

— ¿Eh? Ah, sí, yo estoy bien— Dije negando con la cabeza y cargando otro par de cajas con facilidad.

—Tu ser mágico debe ser súper útil para estas situaciones ¿No?— Señalo Egan contemplándome mientras también cargaba un par de cajas con facilidad.

— ¿Hades?

—Ya sabes, con tu poder de volverte más fuerte— Puso las cajas en su lugar— No pareces muy agotada.

—Ah, eso, pues en realidad no estoy usando su poder— Dije mirándolo con extrañeza— Estas cajas no son nada.

Las chicas me miraron extrañadas salvo Cleo.

—Olvídenlo, esa chica ni es humana— Dijo finalmente mi mejor amiga.

— ¿Eh? ¿De qué hablan? ¿Por qué lo dicen?— Pregunte mirándolos pero ya nadie me dijo nada, entonces me gire hacia Hades, preguntándole con la mirada, pues no quería que nos vieran hablando con soltura tan seguido pues según él, levantaría sospechas.

Este solo se encogió de hombros.

—Oye…— Artemisa me llamo y señalo a Dafne y a Cleo que hablaban con normalidad, nada raro hasta que recordé que se llevaban pésimo al principio de todo.

—Huele a chisme— Susurre.

Artemisa soltó una leve risita.

Seguimos moviendo las cajas otro rato más antes de que nos permitieran irnos.

—Muchas gracias— Egan agradeció a Artemisa y a Cleo— Por ayudarnos cuando no era su castigo.

—Fue un castigo injusto, nosotras somos las que estamos agradecidas de que nos hayan salvado— Dijo Cleo bajando la vista en señal de respeto.

—No me agradezcas— Dijo Egan despidiéndose con la mano— Las veré después ¿Si? Debo ir a tomar mis practicas porque podría terminar oxidándome si solo cargo cajas pesadas.

Me lanzo una mirada amable ¿Supongo? y se fue.

—Muero de hambre— Fue lo único que pude decir cuando salió del cuarto.

Las tres chicas me miraron con atención y soltaron una leve sonrisa.

—Por cierto, ustedes…— Comencé de nuevo señalando a Cleo y a Dafne, estas me miraron— Creo que es un tema que Artemisa también estaba pensando ¿No? O sea, solo se me hizo raro su…

—Eh, pues si…— Artemisa se sonrojo.

—Bueno… Solo seremos amigas— Dijo Cleo volteando la vista ¿Se sonrojo? ¿Mi mejor amiga estaba actuando tímida? Definitivamente era un drama que me interesaba pero no podía solo preguntarlo ahora que se estaban hablando de nuevo porque podría arruinarlo.

—Así es— Dafne asintió, aunque se veía increíblemente feliz.



#3422 en Fantasía
#1366 en Joven Adulto

En el texto hay: escolar, magia, animalesfantasticos

Editado: 12.07.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.