Los secretos de Fos

Ceres XLII

— ¿Qué les parece?— Pregunté hacia las chicas dando una pequeña vuelta. Ahora llevaba un vestido de tirantes y que me llegaba hasta los tobillos, de color rojo, claro y sobre este una blusa blanca (La más sencilla que encontré) y lo mejor es que ya no llevaba holanes llamativos. Lo acompañe con un sombrero de paja con un girasol bordado.

Cuando se trataba de cocer, Hades era increíble. Al principio acepto a ayudarme a modificar el vestido pero termino creando algo casi desde cero y era algo que personalmente me encantaba.

—Te ves hermosa— Afirmo Cleo mirándome con atención. Esta llevaba unos pantalones de mezclilla negra ajustado y muy resaltante, con una blusa blanca y con su cabello atado en una cola alta.

Elegante pero discreto. Un desperdicio que no sea un vestido pero a ella no le gustaban especialmente.

—Pero claro que soy hermosa aunque ustedes no se quedan atrás, no se preocupen…— Les tranquilice con una sonrisa.

Dafne se rio levemente y asintió— Gracias.

Llevaba un vestido amarillo con algunos holanes blancos sencillos que me preocuparon un poco pero bueno, tampoco es que pudiera hacer nada. Todas éramos niñas de sociedad acostumbradas a llamar la atención y comprar ropa normal era… imposible, supongo.

—Tú… También te ves bien— Dijo Cleo hacia Dafne, apartando la vista y rascando su mejilla.

— ¿De verdad? ¡Muchas gracias!— Nunca vi a Dafne sonreír tanto— Tu… Tú también te ves bien.

Cleo asintió, manteniendo la vista alejada de ella.

Su relación parecía mucho mejor que antes pero aún seguía sin entender que había pasado entre ellas. No parecía un drama normal.

—Oigan…— Me arme de valor para preguntarlo.

—Lamento llegar tarde— Artemisa nos llamó cuando llego, caminando un poco rápido y levantando levemente su mano.

Llevaba un vestido de color blanco sin mangas que le llegaba hasta las rodillas con los bordes de color azul, con su cabello atado en una trenza blanca adornada de flores y con un mechón suelto al frente. Llevaba unas zapatillas negras.

No pude evitar confirmar de nuevo que era una chica hermosa, con su tez blanca, esos ojos como el oro, sus cabellos blancos largos y aquella expresión amable que me dejo un tanto sin palabras.

—Te ves hermosa— Dafne tomo sus dos manos con una sonrisa.

—Sí, ustedes también— Dijo ella esbozando una leve sonrisa, avergonzada.

—No tiene mangas así que debes cuidarte porque podrías quemarte— Señalo Cleo.

Artemisa se giró hacia mí y se me quedo mirando, entonces negó con la cabeza— E-estas bonita.

Eso me saco de mi ensoñación y asentí— C-claro que sí, soy hermosa, aunque admito que tú también te ves bien. Yo sabía que con un poco más de amor, podrías sacar a destacar todo tu potencial.

—G-gracias— Artemisa asintió y bajo la vista, rascando su mejilla.

— ¿Nos vamos?— Preguntó Cleo tras unos segundos.

—Claro, s-sí, vámonos— Solo pude decir y comenzamos a avanzar.

—Deberíamos visitar el museo primero— Era Cleo la que quería visitarlo pues aparentemente habían restaurado una pintura que a ella le gustaba mucho— ¿Les parece? Es lo más aburrido, seguro pero...

— ¡Claro que no!— Dafne levanto la voz, sorprendiéndome un poco y bueno, a todos en general— Es por el Ciel Obscure ¿No? Es tu obra favorita así que es importante también, no lo menosprecies.

—Gracias— Fue lo único que pudo responder Cleo.

—Quiero saber— Susurré en voz baja.

—Te entiendo— Afirmo en un susurro Artemisa a mi lado, fue entonces que me di cuenta de que estaba muy pegada a ella pero no me aparte, al contrario, aproveche para mirarla más de cerca.

¡También olía tan bien!

Artemisa giro el rostro hacia mí, noto mi mirada y se apartó sonrojada— ¡L-lo siento!

— ¡No te preocupes!— Solo pude decir, negando con la cabeza. Mi cara estaba caliente. También termine alejándome.

Nos quedamos calladas unos segundos.

—Por cierto…— Artemisa levanto la vista, provocando que me girara a verla— Tu también te ves muy linda.

— ¿Eh? ¿De verdad? ¿No ya me lo habías dicho?— Pregunte de regreso, con mi rostro caliente pero entonces me aclare la garganta ¿Estaba negando un elogio?— Quiero decir ¡Por supuesto que me lo dijiste! Yo me veo siempre increíble y es bueno que me lo recuerdes.

Artemisa solo pudo sonreírme.

¡No lo hagas, me pones de los nervios, niña!



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En el texto hay: escolar, magia, animalesfantasticos

Editado: 31.05.2025

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