Normalmente un ser mágico no comparte los desmayos con su compañera humana ya que somos independientes, digo, habitamos diferentes cuerpos y más allá de algunas molestias que nos generábamos mutuamente, en teoría no debería pasar.
Pero eso fue lo que paso aunque nosotros no nos desmayamos como los humanos, simplemente volvemos a la naturaleza por unos segundos y la naturaleza es justo eso, la naturaleza, la base de todo.
¿Y cómo soy consiente ahora de que me desmaye? Como dije, en los seres mágicos funciona muy diferente.
Lo importante ahora es que yo me sentí extraño desde que entramos en el palacio, digo, no estoy familiarizado con el arte, a diferencia de Leo quien estaba hablando sin detenerse sobre técnica o incluso Tesla quien señala formas de optimizar las técnicas de pintura e incluso de como replicar algunas para hacerlas mejores con tecnología.
Los inventores eran excéntricos por decir poco.
El asunto es que cuando Ceres cayo, yo regrese a la naturaleza pero a diferencia de las veces en que había estado ahí (Yo mismo lo influencie) ahora todo estaba oscuro, demasiado oscuro, como si esta hubiese desaparecido y ahora me encontrara en ¿La no naturaleza? ¿La antinaturaleza? ¿La rareza?
No, no estaba desaparecida, simplemente estaba fragmentada ¿Cuándo fue la última vez que estuve ahí? ¿Por qué las cosas están así ahora? Y lo que es más importante ¿Por qué otros seres mágicos no lo han alertado? Claro, ninguno se desmaya de forma natural y nadie esta tan loco para forzarlo.
—“…Copia…”— Reconocía esa voz pero no sabía de dónde.
Me gire hacia ella para ver más oscuridad. No había nada
—“…Ayudar…”— Esta era otra voz pero también la reconocía ¿Voces de mi otra vida?
—“La corrupción se propagara…”— Dijo la primera voz, la que me causo un estremecimiento.
—“Bien, entonces habrá que hacerlo”— Esta era una tercera voz pero no era de mi pasado aunque tampoco lograba entender donde la había escuchado antes.
— ¿Qué clase de ser mágico eres?— Era una cuarta voz, esta vez mucho más tenue, a lo que me giré solo para ver a un par de ojos de color verde que parecían flotar sin cara, lo que fue un tanto perturbador— Tu poder es…
—Increíble, lo sé— Dije orgulloso, cruzándome de brazos.
—Me alegra ver que comienzan a pensar fuera de la caja— Dijo la voz y sus ojos parecían sonreír ¿Es posible eso? No, quizá yo estaba rellenando los espacios para no sentirme tan perturbado. O quizá si estaba sonriendo con los ojos, lo que lo haría peor.
Estaba pensando muy rápido, ustedes disculparan.
— ¿Quién eres?— Pregunte, manteniendo una mirada neutral.
—No lo sé— Dijo la voz mientras flotaba cerca de mí— Recuerdo algo pero he estado mucho tiempo aquí, en esta oscuridad y estoy seguro de que no era oscuridad antes ¿Verdad?
Quería generar una teoría pero era la primera vez que hablaba con alguien en la naturaleza.
— ¿Estas encerrado?— Pregunté.
—Quizá…— Dijo la voz.
—Pues este lugar era más verde, eso seguro— Dije en voz alta— La cosa es que no sé cómo ayudarte ¿Sabes? Es la primera vez que me pasa esto y aquí dentro no puedo usar mi gran poder.
Y era verdad, ahí, en la naturaleza, volvíamos a nuestras formas más primitivas, aquellas que no tenían habilidades.
—No deberías preocuparte por mí, preocúpate por ellos…
— ¿Ellos?
—Todos, debes ayudarlos, así como me estas ayudando a mi ahora…
—Disculpa pero no estoy haciendo nada— Dije haciendo una mueca.
—Es verdad pero me estas escuchando ahora, es suficiente pues aquí no tengo voz pero tú me escuchas y eso es más que suficiente— Dijo la voz un tanto más alterada que antes— Por favor, ayúdalos, necesitan la sangre pero tampoco puedo sentirla. Ya no hay…
— ¿Sangre? ¿Vampiros? Explícate…
—No, hablo de nosotros…— Dijo y casi podía verla removiéndose incómodamente. Sus ojos eran terriblemente expresivos, casi humanos.
—Pero no tenemos sangre…— Me estremecía al decirlo por alguna razón— Relájate amigo, no te aferres a recordar con desesperación, solo deja que fluyan lentamente…
Si no podía entenderlo, al menos podía calmar a la voz.
—No, no tenemos sangre, cierto pero es algo similar, algo rojo como la sangre, algo necesario para nosotros, algo que yo debía tener, algo que yo debía darles— Dijo la voz sonando nostálgica pero aun alterada. Me estremecí de nuevo ante esto— Pero ahora no sé cómo, no puedo sentirla y no sé quién soy… Solo recuerdo… Oscuridad y una entidad oscura.
— ¿Un demonio?— Pregunté inclinando mi rostro, hablando lentamente para no alterarlo más.
—Sí, un demonio, no dejes que entre— Dijo la voz negando varias veces— Fue eso, ese demonio, eso fue la que me encerró pero ¿Por qué? Que soy ¿Qué debo hacer? Todo es oscuro…
Me estaba rechazando de la naturaleza ¿Me estaba rechazando la naturaleza?
—Tranquilo o tranquila, no te alteres o terminaras sacándome y…