Los secretos de Fos

Artemisa LIII

No pude evitar regresar la vista sobre mi hombro para ver si esos monstros no nos seguían pero la oscuridad era profunda y preferí ver hacia donde estaban las chicas y Zeus, hacia luz que emanaban los seres mágicos.

—Estaremos bien— Me dijo Zeus cuándo noto mi mirada, esbozando una leve sonrisa.

—Lo sé— Solo pude responder.

—Cleo—Solo pude escuchar como Ceres le dio una leve palmada en la mejilla a su amiga para que espabilara— ¿Desde dónde vienes?

—M-más adelante…— La voz de Cleo era muy débil pero podía entenderla. Ella tuvo que lidiar primero con esas cosas y sola.

—Vamos, ya nos vamos— Me dijo Ceres sonriéndome como si nada, tomando mi mano para apretarla y terminar arrastrándonos por los pasillos con gran habilidad. No pude evitar admirar su valentía incluso en esa situación.

De verdad era increíble.

Cuando llegamos a la sala, notamos parte del derrumbe además de una mesa gigante con muchas sillas negras. El lugar por donde entramos debía estar del otro lado, seguramente pero no podía comprobarlo. Este piso era de verdad enorme.

—Tendrán que acercarse a mí y…— Ceres me aparto suavemente y lanzo un golpe con el mango de su arma hacia un hombre que estaba detrás de mí. Sus movimientos eran tan fluidos, rápidos pero también letales.

El hombre cayó al suelo, gritando de dolor.

Era como el que ataco a Cleo, un hombre normal con ropa un tanto rara pero que tenía sangre que salía desde sus ojos, su nariz, su boca y sus oídos. Sus dientes parecían más filosos que los de alguien normal y sus uñas también.

No hablaba y solo se quejaba mientras volvía a ponerse de pie.

—Hay que irnos ya…— Hablo Hades fríamente.

— ¡Acérquense a mí, abrácenme!— Dijo Ceres rápidamente mientras mantenía su arma arriba para mantener alejado al hombre que solo las contemplaba, mientras se quejaba y se tensaba. Sus movimientos parecían antinaturales.

Hice lo que me pidió junto con Cleo, entonces note que Ceres comenzó a brillar y de un momento a otro la salimos disparados hacia arriba, destrozando el techo y pasando por un montón de escombros que comenzaron caer hacia abajo y hacia nosotros pero gracias a Ceres, ninguno nos tocó.

No llegamos hasta arriba pero reconocí que llegamos a uno de los túneles de los Myrmekes, entonces dejamos de flotar para regresar al suelo mientras la nube de escombros caía a nuestro alrededor. La salida había sido bastante violenta pero no la sentimos en realidad gracias a Ceres.

Bajo nuestros pies pude ver como escombros terminaron cubriendo el agujero por el que salimos aunque no lo suficiente. La tierra quedo sumida.

—Derribaremos bien el lugar— Dijo Hades.

— ¿De qué hablas?— Ceres se sorprendió.

—Lo siento, pero no podemos permitir que salgan esas cosas o que alguien entre por error. Por eso pedí que regresáramos por el derrumbe, lo sellaremos— Dijo Hades, mirando a su compañera quien de alguna forma pareció entenderlo. De hecho yo también podía entenderlo. Ese lugar no parecía algo que la gente deba conocer.

Ayude a Cleo a salir de ahí mientras Ceres derribaba toda la cueva con Hades.

— ¿E-estás bien?— Pregunte a Cleo, quien termino yéndose a sentar cerca de un árbol.

—E-estoy bien, lo siento, s-solo estoy impactada— Cleo estaba temblando y su mirada parecía perdida, mirando a todos lados y luego manteniéndose en un punto en el aire— La oscuridad, ese lugar y esa persona… Fue demasiado para mí… Me alegro mucho que llegaran.

—Q-qué bueno que lo hicimos— No quería pensar que pasaría si no hubiésemos llegado.

Ceres salió de la cueva. Todavía podía sentir los temblores y las nubes de polvo se dispersaban detrás de ella.

— ¿E-estás bien?— Me acerque a ella.

—C-claro ¿Y ustedes?— Preguntó esta con una sonrisa.

—Sí, estoy bien— Dije pero Ceres tomo mi mano. Ella estaba cálida, de alguna forma— ¿Eh?

—Tranquila— Me dijo apretando mi mano, fue entonces que me di cuenta que también estaba temblando y que estaba helada- Hasta me dolió su calor— Siéntate con Cleo, yo… Tengo que hablar con Hades.

— ¿De verdad?—Hades le miro con una ceja levantada.

—Si— Ceres le miro seriamente.

—No hablaremos ahora, mejor vamos a buscar una salida del bosque, ellas necesitan descansar y estar tranquilas— Le dijo Hades dándole palmaditas a Ceres. Pese a que no estaba fría o pálida, si estaba muy tensa, tanto que tembló cuando Hades la toco— Tranquila, eso que paso ahí, no pasara de nuevo.

— ¿Cómo estas tan seguro?— Pregunté.

—Solo lo sé— Hades se encogió de hombros— Por cierto, lo mejor sería no decir nada de lo que vimos allá abajo, por seguridad de todos. Si terminan investigando podrían encontrar cosas peores ahí, recuerden, no podemos escavar.

— ¿Cómo sabes que hay cosas peores?— Le pregunto Ceres.

— ¿Están de acuerdo con no decir nada?— Hades la ignoro a lo que esta volteo la vista de mala gana.

Todos estuvimos de acuerdo. Era lo mejor.



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En el texto hay: escolar, magia, animalesfantasticos

Editado: 16.08.2025

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