Los secretos de Fos

Ceres LXIV

Esto ya me había pasado ¿No?

—No lo creo— Dijo una voz detrás de mí, lo que me hizo girarme solo para terminar viendo… ¿Qué estaba viendo? Eran un par de ojos de color verde, profundos, terroríficos y que estaban flotando, porque en realidad los dos estábamos flotando en… ¡Es increíble!

La verdad es que no sabría describir lo que estaba viendo, era como en la oscuridad profunda de la última vez, hubiesen hecho flotar colores, en todas sus tonalidades, en todas sus formas, formando esferas brillantes o líneas que zigzagueaban constantemente, moviéndose en todas direcciones.

— ¿Ves algo?

­ —Muchos colores…

— ¿De verdad? Yo no veo nada desde hace años— Aseguraron los ojos. Su expresión podría haberme dejado en claro que estaba triste pero era difícil saberlo sin el resto de sus rasgos— Quizá eres compañera de aquel ser mágico que vino hace poco pero tu conexión parece más… Estable.

Me quede mirando los ojos con una ceja levantada por unos segundos.

—He ahí la cuestión… Tú no deberías estar aquí a menos que…

— ¿Qué?— No pude evitar mostrarme perturbada por sus palabras ¿Cómo que no debería estar ahí? ¿Dónde estoy?

—Tu ser mágico y tu son unidos ¿No?

—Si…

—Sin pestañar ¿Eh? Tu sirviente debe…

—No es mi sirviente, es… mi amigo…— Me encogí de hombros. No estaba aquí para decirme nada o para presumir de mis palabras.

—Ya veo, por eso puedes venir aquí, su unión es fuerte, aunque irregular, ya que terminan fragmentados. Pero al final es fuerte ¡Hace años que no veo una!— Aseguraron los ojos con un brillo ¿Feliz? Quizá…

—Entonces…

­ —Quizá aproveche para contarte algunas cosas…

Entonces un zumbido en mi cabeza me hizo hacer una mueca.

—Tal como esperaba, no está muy lejos de aquí ¡Mierda!— Dijo la voz, entre molesta y frustrada.

— ¿Quién?

—El demonio— La voz parecía de verdad asustada— Estoy cerca de ustedes pero no sé qué tan cerca. De hecho, los dos, tú y el demonio, están cerca pero yo no sé dónde estoy. La sangre debe volver a ser regada…

— ¡Eso suena horrible!

— ¡Lo sé pero no puedo decirlo de otra forma! Ya veo, entonces de verdad modificaron mi memoria o al menos, modificaron la forma en la que hablo… Mierda ¡Por eso también digo mierda!

Eso parecía tan natural ¿No? Yo también lo decía.

—Lo que quiero decir, niña, es que debes encontrarme, encontrar la sangre y parar los pies de los desastres— Comentó después de lo que parecía una pausa reflexiva que me saco de mis pensamientos, también, porque yo estaba viendo el irreal paisaje aunque qué bueno que lo hizo, porque me sentí mareada de ver ese jardín.

—Pero ¿Los desastres? ¿La sangre?— Pregunte.

—No puedo expresarlo de mejor manera, es como si hubiesen borrado o modificado esa parte de mis recuerdos ¡No fue solo el habla! Los hubieran llenado de mierda, mierda— Dijo la voz mientras sus ojos se cerraban, como con frustración.

—Pero tiene algo que ver con ¿Flores? ¿Animales?— Insistió tras una pausa.

—Yo… No sé de qué habla pero… Se ve que es importante así que… Le comentare a Hades, él sabe mucho…

—Él sabe mucho más de lo que crees…— Esa nueva voz me arrastro a una zona vacía.

Antes de que los colores y el par de ojos se perdieran, puedo jurar que escuche un “¡Mierda!” muy alto.

—No puedes confiar en Hades— Dijo la nueva voz.

— ¿Quién eres tú?— Tampoco es que supiera quien era el de los ojos verdes.

—Tu único amigo… Hazme caso, cuestiónate ¿Por qué sabe tanto de este mundo? ¿Qué más te está escondiendo? ¿Podrá cumplir su promesa?

Me quede callada.

—Lo ves, también tienes dudas…

—Imposible…

—Pregúntale quien fue en su otra vida…

— ¿Su otra vida?— Pregunté girando la vista pero cuando trate de ver más claramente a la sombra, esta se deshizo y me dejo en la oscuridad.



#4148 en Fantasía
#1660 en Joven Adulto

En el texto hay: escolar, magia, animalesfantasticos

Editado: 20.09.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.