Los secretos de Fos

Ceres LXVIII

La realidad es que no tenía idea de donde podría estar el Rinaldi mayor, por lo que me encamine por todo el edificio de los de tercero buscando algún indicio o ruido de gente. Como le dije a Hades, el silencio de la escuela era inquietante pero podría ser útil para buscar a un par de personas encerradas en su habitación.

—Se queda menos gente de la que pensé…— Señalo Hades.

—Seguro muchos vacacionan ¿Lo olvidas? Cuando mi hermano llegaba de la escuela, casi siempre nos íbamos de vacaciones a alguna otra de nuestras casas o al mar…—No pude evitar recordarlo con bastante cariño, pese a que terminaba sola conviviendo con mamá y eso, entre comillas porque no era convivir...

Quizá no debería recordarlo con tanto cariño ahora que lo pienso.

Entonces un ruido nos hizo girarnos pues alguien acaba de bajar las escaleras.

Sin pensarlo mucho, decidí ir a ver aunque de forma discreta, por alguna razón.

— ¿Señorita?— Me llamo Hades en un susurro.

Me acerque a las escaleras pero solo podía escuchar los pasos de lo que parecían dos personas bajando, por lo que también lo hice, tratando de hacer el menor ruido posible. Me sentía como en esa historia que me conto Hades sobre el agente espía que siempre escapa entre grandes explosiones.

Aunque no quería explotar.

Las figuras avanzaron un poco más rápido.

Decidí acelerar el paso para no perderlos.

—Se está dejando llevar ¿Eh?— Pregunto Hades a mi espalda, en un susurro, respetando el que estoy en modo incognito.

—Shhh— Lo chite y me centre en seguir mi persecución.

Cuando llegamos a la base de las escaleras, pude ver a las figuras avanzar hasta la biblioteca, por lo que yo hice lo mismo, avanzando a buena distancia y escondiéndome de vez en cuando detrás de unos pilares.

­—Ese cabello ¿No será Dafne?

—Me parece que si…— Hades se quedó pensando, mirando hacia las figuras.

— ¿Irán a estudiar? Debemos alcanzarlos antes de que comiencen para que puedan distraerse. Si se encaminan, será difícil sacarlos de los libros.

—Con usted es muy fácil ¿No? Como sea ¿Entonces ya no jugara a las escondidas?

— ¡No estaba jugando! ¡¿Y qué quieres decir con eso?!

Ambos avanzamos hasta la biblioteca, entonces nos dimos cuenta que estaba cerrada, por lo que ambos terminamos intercambiando miradas. Estábamos casi seguros de que los hermanos entraron ¿Cerraron por dentro? ¿Por qué lo harían?

La biblioteca era un edificio grande, como una gran cúpula con pilares de color blanco, sostenidas de soportes metálicos y en cada piso había grandes ventanales desde donde podían verse los libros acomodados dentro. El edificio tenía tres pisos, los primeros dos cada uno con esos vidrios de colores y a los costados, pinturas de gente sujetándose de las manos o bien, cargando libros. El segundo piso también tenía libros aunque estos eran de colecciones más profesionales y el tercer piso en realidad debía ser una zona de estudio e incluso tenía computadoras actualizadas.

— ¿Y ahora?— Pregunte a Hades.

—No tengo idea…

—Quizá debamos… ¿Forzarla? Igual y se trabo, los hermanos la pasaron como si nada…— Dije, encogiéndome de hombros, sin pensar que de verdad pudieron haberla cerrado por dentro.

—Si le gusta el vandalismo…

—No es eso pero…

—Bien, solo tenga cuidado que nadie nos mire…

Asome la cabeza sobre mi hombro, buscando posibles chismosos pero nada, entonces con un movimiento rápido, forcé la puerta, abriéndola y en el acto, destrozando la chapa lo que confirmo que la habían cerrado pero ¿Cómo por qué?

— ¿Estudios privados?— Dijo Hades en voz alta.

—Más bien parece que harán algo malo— Pensé en voz alta.

—Entonces guarde silencio…

—Cierto— Dije, colocando mi dedo sobre mis labios.

Encontrar una travesura siempre era divertido aunque se sentía extraño.

Camine entre los pasillos de los libros, notando que no había nadie, ni un vigilante, lo que era raro ¿No los libros eran valiosos? De todos modos tomando en cuenta que cerraron, quizá no temían que los robaran pero ¡Yo pude abrirla como si nada! ¿No era eso irresponsable?

No había ni un alma en el primer y el segundo piso, solo libros. Nunca había entrado pero la luz que reflejaba en los ventanales era bonita, cálida y hasta acogedora.

Subimos hasta el tercer piso, entonces notamos que los vidrios estaban cubiertos.

Esa sala tenía un pequeño pasillo pegado a las escaleras y luego, más cristales que dejaban entrar o bien a la zona de estudios o bien a donde estaban las computadoras, ambas separadas por otro gran cristal. Pero ahora todo estaba cubierto de mantas negras que me impedían ver dentro. También había papel pegado.

—Esto no es normal ¿O sí?

Hades solo negó con la cabeza.

Me acerque pero claro, no podía ver, más allá de algunas sombras debajo de las cortinas que no fueron acomodadas hasta abajo. Se escuchaban voces pero todos eran susurros.



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En el texto hay: escolar, magia, animalesfantasticos

Editado: 11.10.2025

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