Los secretos de Fos

Hades LXIX

La secta Sornath, la que en su momento había secuestrado a Ceres y a Cleo estaba ahí, en esa escuela pero no esperaba toparme con lo que sea que haya sido esa cosa con la que hablaban ¿Su dios? Eso no era un dios, era mucho peor que eso y de todos modos en un mundo como ese, sin dioses, era imposible.

Ceres dormía en la cama mientras Minerva a su lado, hacia lo mismo aunque dándole la espalda. De nuevo, te estaban ganando terreno, Artemisa.

No, no había tiempo para pensar en eso.

— ¿Estas bien?— Preguntó Hipócrates, apareciendo a mi lado, cargando su enorme jeringa— Puedo ayudarte a dormir, si así lo necesitas.

—Tranquila, no es para tanto— Negué con la cabeza y levante mis manos en señal de rendición— Solo estaba pensando en lo que paso hoy. Aun me parece una gran locura o quizá una alucinación compartida… Debe haber una explicación.

—Los humanos si pueden sufrir alucinaciones en contacto con sustancias exteriores o bien, sufriendo un estrés increíble pero nosotros, los seres mágicos, debes saber que es imposible— Aseguro Hipócrates.

—Lo sé…— Solté un largo suspiro.

— ¿Entonces…?

—Olvídalo…

—No puedo, eres un paciente importante porque eres amigo de Ceres y ella es muy importante para Minerva.

— ¿Ah sí?

—Así es— Hipócrates puso las manos en jarra, cuidando su jeringa.

—No te preocupes, solo necesito aclarar mis ideas, ve a dormir, de verdad, yo también necesito descansar…

­—Los seres mágicos no necesitamos descansar, pero puedo usar mi…

—No, aleja la jeringa— Le dije flotando lejos de su arma mientras parecía listo para inyectarme.

—Bien, pero de verdad no lo pienses mucho, mañana todo se solucionará— Me dijo y se desapareció dejando un ligero aroma a hospital ¿Eso era normal? ¿A que olía él? ¿A muerte como debería oler Hades?

Me quede mirando a Ceres y me acerque para acariciar su cabeza.

La realidad es que explicar Lore me tranquilizaba así que aquí vamos.

¿Quiénes eran? Bueno, según los datos del juego son conocidos como El Culto de la Cabra Negra, un grupo de locos que adoraban a un dios que no tenía nombre pero que aparentemente es muy poderoso ¿Habrá sido la voz que escuchamos? No, imposible, los dioses… No deberían ser así.

Cuando secuestraron a las chicas, buscaban sacrificarlas o bien iniciarlas en las filas del Culto pero no paso y según el final malo de cuando Artemisa es secuestrada, ella termina haciendo cosas que no debería y muriendo joven.

Si nos basamos en lo que se, lo más probable es que en ese final malo, Artemisa se volvió parte del culto pero murió joven. Pero es solo mi teoría, pues el que te secuestren para unirte o sacrificarte, es en sí, una teoría de mi parte también.

Según el juego, esta misión puede o no puede pasar dependiendo de qué Artemisa se quede pero supongo que al quedarnos nosotros, la activamos de todas formas pero ahora ¿Qué debíamos hacer?

Esa cosa, esa voz, ese monstruo… No podemos enfrentarlo.

No me malentiendan, soy fuerte, el más fuerte de este mundo pero… Esa cosa no era de este mundo y aunque me duela admitirlo, el que ella pudiera provocar miedo con esa facilidad me hacía sentir especialmente molesto.

Quizá aún no, pero me haría lo bastante fuerte como para derrotarla.

Y para proteger a Ceres.

Le acaricie la cabeza y entonces me acomode en sus brazos. Ella los abrió aun dormida y me abrazo.

Lo hacía por ella, no por mí ¿Eh? ¡Que quede claro!

A la mañana siguiente, no pude evitar mirar con atención a Ceres y a Minerva pues habían terminado bastante más cerca de cuando se acostaron. No había roces indecentes pero será una risa cuando ambas se despierten.

— ¿Eh? Buenos…— Ceres abrió los ojos lentamente pero al instante los abrió mucho, sonrojada, al darse cuenta lo cerca que estaba de Minerva. Tuvo que apartarse pero fue un movimiento tan brusco que término cayéndose de la cama— ¡Au!

Ni tan cerca estaban pero sabía que eso pasaría.

— ¿Esta bien?— Pregunte mirándola desde arriba.

—Si…

— ¿Eh? ¿Qué pasa?— Pregunto Minerva abriendo los ojos por el ruido y miro a Ceres en el suelo, sobando su trasero, lo que la hizo erguirse en la cama muy rápido— ¡Lo siento! ¡No quería empujarte! ¡Supongo que la costumbre de dormir sola!

—No, no, me caí sola— Dijo Ceres sonriéndole sonrojada.

El sonido del comunicador de Minerva las distrajo y mientras Ceres se ponía de pie, sobando sus posaderas, la primera revisaba el mensaje que acaba de llegarle, leyendo con atención.

Era un mensaje para informar sobre el incidente que ocurrió ayer, en donde aparentemente ya habían asistido para buscar al Culto y de hecho, si lo encontraron pero también explicaron que era parte de un juego de varios alumnos, por lo que no había peligro alguno en ello.

—Eso no puede ser verdad— Dijo Ceres cuando termino de escuchar hablar a Minerva



#4463 en Fantasía
#1742 en Joven Adulto

En el texto hay: escolar, magia, animalesfantasticos

Editado: 11.10.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.