Imposible


 

15 de febrero 2023

No dejo de mirar a Cariem, su tono de voz es tan... <<Thalia, comportate>>

—Entonces, el Guaraní como idioma utiliza la onomatopeya para la formación de palabras —Sus manos bailan en el aire, las rastas acompañan el movimiento de su cabeza y cada músculo del cuerpo se me marca bajo la camisa —. ¿Thalia? Vas a explicar la actividad que llevan de tarea.

Me levanto de la silla y espabilo con rapidez, en mi cabeza estaba babeando por el hombre, que ni cuenta que me que ya debía entrar a explicar.

—Sí... bien, chicos, ya que escucharon la explicación de Cariem no me queda más que tienen de tarea realizar un glosario de apellidos de origen Guaraní, con su significado y lo más importante su relación con el panal.

—¿Cuantos apellidos? —Pregunta Iracema con la mano en el aire

—Setenta —respondo mientras intento mantener la compostura pues Cariem paso a mi lado y se sentó sobre el escritorio muy cerca mio, estoy más concentrada en el calor de su cuerpo que en las voces de los estudiantes.

—¿Para cuando es la tarea? —pregunta Luriel.

Mierda, muchos detalles que estoy dejando pasar.

—Para la clase de mañana, por cierto, nos iremos de excursión al museo del barro a ver algunas reliquias Guaranies mañana.

—¿Excursión? ¡Tan pronto! —habla Katú, así que decido rescatar la situación, porque es evidente que se me fue de las manos.

El barullo comenzó a hacerse más fuerte y todos estaban a punto de levantarse y abandonar el aula, siento los ojos de Cariem sobre mi y ya me espero el reproche que me dará cuando den las 19:00.

—¡Segundo año! Silencio —ordeno, y todos toman asiento, parpadeo un par de veces y finalmente logro articular las palabras —. Vuelvo a repetir, mañana deben entregar 70 apellidos con sus significados y relacion con La Colmena y... a las 7:00 de la mañana saldremos del internado porque iremos al museo del barro a ver reliquias antiguas.

>>Uniforme, insignia, tabletas listas, y lleven sus billeteras que vamos a pasar todo el día en la capital, volveremos a las 16:00 horas. ¿Entendido?

—Sí, profesora —responden al unísono.

—Bien, ya se pueden ir —suelto las palabras con alivio.

Cuando los estudiantes se pusieron a guardar sus cosas y a retirarse, me volteo y me llevo el susto de la vida al ver que Cariem tiene los brazos cruzados y la vista puesta en mi.

Comienzo a guardar mis cosas y desconectar los aparatos electrónicos con mucho nerviosismo.

Cariem sigue mirandome, no dice ni hace nada, solo está allí, recostado sobre es escritorio.

—¿Se puede saber que me miras? —suelto la pregunta con un poco de furia.

—Debes concentrarte más Thalia, la última clase y esta has estado ida, no prestas atención, no te fijas en mi, las explicaciones son confusas... venias bien ¿Qué pasó?

Pongo los ojos en blanco, porque no quiero responder a la pregunta, solo tomo mi bolso, lo pongo en el hombro y le hago una mueca a mi maestro, estoy por dirigirme a la entrada, pero la puerta se cierra de golpe.

Aprieto mis labios y volteo hacia él, como siempre, usando sus poderes para demostrarme que es superior a mi y que él es la autoridad suprema aquí.

—¿Dónde vas? —pregunta enojado.

—Ya son las 19:00 Cariem, la clad terminó, voy a mi cuarto, a darme una ducha y tirarme a mi cama a ver Netflix, porque estoy exhausta.

—¿Por hacer exactamente qué? —pregunta entre cerrando sus ojos.

—Te recuerdo que no solo enseño aquí, si no que también estoy haciendo mis pasantias de medicina en el bloque hexagonal, es mi día libre y quiero descansar.

—Descansar... es una palabra muy pretenciosa Thalia... y si no puedes con esto, te sugiero que lo dejes.

Se aleja del escritorio, toma su celular, lo guarda en el bolsillo de sus vaqueros y se adelanta, pero la rabia que tengo en el pecho sale como una explosión.

—¿Odias trabajar conmigo y esa es tu excusa? El adulto eres tú Cariem.

El junta sus manos y las lleva hasta la altura de sus labios, no voy a negar que se ve demasiado... comible haciendo el gesto, pero el enojo está primero.

—Olvidé que eres una niña y que no sabes admitir tus derrotas, Thalia, todo bien, con que seas sumamente inteligente, con que seas una excelente médica, con que domines las artes de las lenguas antiguas, pero la razón por la que te dije lo que te dije, es porque no hay espacio para los errores, y lastimosamente estas dando directrices erradas o incompletas.

>>Salvas las situaciones es verdad, pero en primer lugar las causas, y no estamos para experimentar con los estudiantes.

>>Yo necesito que ellos salgan totalmente preparados, que no comentan errores y que lo que aprendan desde las simples tareas hasta como respiran sea correcto.

—Lo puedo arreglar... —digo intentando no verme suplicante.

—Eso es lo que no quiero Gianti. No quiero que arregles nada, necesito que no falles en nada en primer lugar, y si no estas segura,  o te confundes, o estas en las nubes como hoy, me hables y me digas que lo haga yo.

>>Somos dos en esta clase por algo, y si no confías en mí, ¿Cómo puedo confiar yo en ti?

—Lo siento. Cariem, prometo estar más atenta.

—¡Mas vale! Mañana tenemos una salida muy importante y no podemos cometer errores. ¿OK?

—Sí, no te preocupes, estaré atenta al 100.

—Bien... ahora podemos irnos.

Agacho la cabeza y me adelanto como para retirarme, él se queda parado en medio de la sala. Cuando paso frente a él su aroma a cuero y miel se introduce en mi nariz, volviéndome totalmente loca.

—Y podrías dejar de mirarme durante las clases, Thalia, eso ayudaría bastante.

Me detengo en pleno en medio de mi recorrido. El rostro me arde de vergüenza, y la risita que sale de él se instala en mi, no sé si voltear, decir algo o simplemente ir a golpearlo.

Me volteo de nuevo, lo veo e intento transmitir todo mi odio hacia él, pero de nuevo estoy atontada por su sonrisa, así que recurro a la mejor opción. Huir.