Los secretos de La Colmena

Vivir


 



 

—Bien Thalia, este es un problema —Toma mi mano que sangra con fuerza y la alza en alto mientras comienzo a sentir mi cuerpo languidecer.

—Lo estoy viendo, no hace falta que me lo recuerdes.

—Sea quien sea el que te haya hecho el possessionem estaba seguro que te ibas a purificar, así que activo la invocaciones en ese momento para que te de sangres.

—¿Y qué se supone que haga ahora Cariem? Yo no soy buena en lo que me pides que haga.

Él suelta un suspiro y niega, estoy segura que no se esperaba esto. Honestamente yo tampoco, quisiera ser atrevida y simplemente pedirle ayuda, porque mi cuerpo ya empieza a temblar y siento como si de mi quisieran salir entes, demonios y espíritus.

Están usando mi cuerpo como antena. Y sabían que iba a ser así.

—Como te dije. La buena noticia es que es una invocación del tipo sexual... pero no por las brujas malditas, por ti, si hubiese sido al revés, no estaríamos hablando ahora.

—¿Quieres decir que yo me hice esto? —pregunto ya con frío, Cariem mueve la cabeza afirmativamente y yo no comprendo.

—Al momento que te hicieron el possessionem estabas manifestando deseo, y es por ello que las rosas hicieron saltar el agua, repito, eso es bueno, porque lo puedes detener.

>>A pesar de ser un estilo de magia muy poderosa... el problema es que debes ser tú... no debe haber... ya sabes.

—Yo voy a morir entonces —digo cuando él vuelve a tapar la tina y a soltar agua tibia —. Te juro que no soy santa, pero nunca puedo... llegar.

—Es porque lo sientes culposo. Y lo piensas demasiado... —Cariem cierra sus ojos, traga fuerte y se que esta situación debe ser tan incomoda para él como para mi —. Debes disfrutarlo, y no sentir que haces algo malo, no lo pienses.

—Tengo una mano sangrando ¿Cómo se supone...?

Cariem me quita la venda y la lleva bajo la poca agua que comenzaba a juntarse en la bañera , el rojo tiñe el líquido, luego vuelve a quitar mi mano y pasa sus dedos sobre la herida sellandola, la sangre para.

—No durará mucho, porque en eso consiste la invocación, es que tu sangre salga de tu cuerpo, así quieren usarse y entrar, podemos detenerlo.

—¿Y si se lo decimos a mi madre? —pregunto desesperada.

—Te dirá lo mismo Thalia, pero si te sientes más cómoda así voy por ella, o dime a quien quieres en este momento... ¿quieres que traiga a Anastasia?

No sé si quede suficiente sangre en mi rostro, pero de que el calor se instaló ahí lo hizo, y me dio vergüenza, pero también me enfurece que no él no quiera estar aquí, sí, es incómodo, pero...

—Thalia... no va a aguantar mucho tiempo... —me señala la mano —¿Qué quieres que haga por ti? No quiero verte morir niña terca.

Por primera vez escucho preocupación en su voz y la verdad es que mi estómago se llenó de mariposas con el gesto, estaba realmente pendiente de mi.

—Quiero que seas tú —confieso cuando el agua levanta la camisa que tenia puesta. Mientras mi mete recordaba el sueño y lo que hacía con él.

—Thalia...

—Lo digo en serio —La mano comenzó a sangrar de a poco nuevamente, en el rostro de mi maestro veía miedo y ganas.

El respira de forma agitada, sus ojos de color ámbar se oscurecieron y la expresión que puso solo elevó el calor en ni entrepierna.

—Te repito, que eres tú la que debe llegar, sola, pero eso no significa que no pueda darte algún... estímulo.

—Lo quiero... —dije agitada, y el agua volvió volvió sacudirse.

Cariem soltó mi mano, yo me sostuve con ambas manos en el agua, mientras él iba de nuevo por las hierbas.

—Eguerú, kunu'u ñandeve —susurra, y de nuevo intentaban meterme bajo la masa de agua. Odio a los espíritus negros.

Arrojas las hierbas en la tina y esta comienza a humear, el tumulto seguía, pero no tan intenso, ahora la preocupación principal es mi mano, la sangre vuelve a salir con mayor intensidad.

Cariem se mete a la tina conmigo, con ropa y todo, se pone tras mío rodea mis piernas con las suyas y mi cuerpo cabe justo en el centro del suyo.

Vuelve a tomar mi mano y cierra la herida por segunda vez. Yo no sé si aún estoy preocupada por mi vida, o estoy más pendiente de aquello que estoy sintiendo bajo el agua y en todo mi cuerpo.

—¿Estas segura de esto? Thalia. No quiero que luego nuestra relación sea...

—Estoy segura, y estoy totalmente conciente que lo que harás no es más que por salvar mi vida, Cariem.

—Bien —susurra a mi oído y eso es suficiente para que me encienda —. Por qué voy a pagar caro el hacer esto.

No entiendo a qué se refiere, pero no lo presto atención al ver que el agua comienza a desbordarse, el no apagó el grifo, y el agua que se desborda pareciera convertirse en petróleo.

—No hagas caso a eso, son almas negras en descomposición, no pueden sobrevivir, pero no hay suficiente protección en esta sala, así que apresuremonos.

—Ok...

—Tu mano herida —me pide y se la paso, toma mi muñeca con fuerza y eso me duele —. Bien, quiero que hagas lo que sueles hacer.

Simplemente llevo mi mano al lugar al que me da placer, la muevo, pero para ser honesta me siento... vacía, y todo esto es insipido.

—Con razón —Susurra en mi oído de forma aburrida y arrogante —. A este ritmo ya estarás muerta en media hora.

—Siento no ser una experta en el autoplacer.

—¿Qué hiciste en Francia todo este tiempo? —acaricia mi cuello con las yemas de su mano libre y esa sensación es nueva.

—Estudiar...—respondo extasiada.

—Claro, olvidé, Gianti la come libros, pero no pensé que fueras Gianti la aburrida.

Sus dedos se metieron bajo mis cabellos y aquí comenzó a tener sabor lo que yo estaba haciendo abajo.

—Supongo que yo tenia otras metas... la diversión vendría luego...

—Tan luego, que tu vida debe correr peligro para ello.

Su lengua fue hasta el lóbulo de mi oreja, y eso hace que se me escape un pequeño gemido, mis dedos parecían darme un viaje ahora.



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En el texto hay: amor, magia, guerra

Editado: 14.06.2021

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