Indeterminado

 
 

Estoy jadeando, con las manos en el suelo, Anastasia y su entrenamiento suave, realmente es la tortura andante y ya, no hay otra cosa que la pueda definir.

El olor a quemado aún está en mis fosas nasales y me tiene algo mareada, pero logré pasar tres niveles de su prueba.

—¿Agua? —Arroja la botella y la tomo en el aire -. Bien aún tienes los reflejos intactos.

La burla tiñe su voz, yo no tengo energías para reír, así que solo voy a lo mío, destapo la botella y bebo del liquido que mis labios piden de forma desesperada.

Me arrojo de espaldas en el suelo mientras intento meter aire a los pulmones, de tan cansada que estoy, siento que no respiro verdaderamente.

—Siéntate —Ordena Anastasia yo blanqueo los ojos, porque no es algo que tenga ganas de hacer —. Si estarás tirada, solo te vas a cansar más y aún no terminamos princesa.

—Solo cinco minutos Anastasia...

—¿Crees que el enemigo te dará cinco minutos? No hay tiempo para las bobería Iracema, siéntate de una vez.

Obedezco de mala gana, pero Anastasia tiene razón, me pongo recta, y vuelvo a atar mi cabello en una coleta en lo que ella se sienta delante mío, esta vez no hay tonos burlones ni mirada de superioridad, eso quiere decir que se acaba de poner modo seria, siempre es emocionante verla así, pero también es el momento del día en que sé que mi cerebro se va a llenar de información. 

—Brujas... —Mascullo apenas, y ella firma. 

—Brujas, así mismo, hablaremos de ellas y cómo influyen en nuestro mundo, por sobre todo, como es que interactúan con nosotros y con el universo. 

Anastasia invoca a Mainó, y el espíritu aparece ante nosotros con una especie de cubo hecho de cristal, tan trasparente que puedo ver a la perfección su mano sosteniendo el objeto. 

 Miro con intriga el objeto mientras sigo bebiendo del agua, hasta acabar el contenido de la botella, ahora sí, volvió en Anastasia la sonrisa de burla y picardía.

—Sí, estás cansada y sedienta, imagina que fue suave niña. 

Solo hago un gesto, mientras me acomodo para lo que viene a continuación. 

Anastasia y Mainó bajan el cubo en el suelo, y de esta parece hacer interferencia, de repente se convirtió en una especie trasmisor de imágenes, como de esas televisiones súper viejas que tenian interferencias y sonido en blanco. 

—Ñasaindy, jasy rendy —dice mientras pasa su mano sobre el cristal y Mainó canta una melodía ancestral, sonaba como si una tribu entera estuviera con él, y quizás así era. 

La caja parecía comenzar a sintonizar y en el fondo de la mismas pude ver a 7 mujeres, vestidas de distintas épocas, provenientes de distintas religiones, unidas de las manos, rodeadas de fuego.

—Brujas... —susurro y mi corazón se acelera al ver a los 7 hijos malditos ir junto a ellas.

Pero no solo ellos, habían más monstruos, y estos se convertían en luces e iluminaban sus tatuajes de constelaciones, las mujeres parecían hacerse más fuertes, sus cabellos volaban por los aires, mientras un ejercito de miles de soldados se desintegraban al acercarse a las brujas. 

Los convirtieron en polvo dorados que se esfumaron en el aire, ellas cayeron al suelo, en lo que caballeros de armaduras platinadas se acercaban a contenerlas y ayudarlas. Solo una de las 7 quedó de pié, y en sus manos tenía, la vara del 5to, el bastón del 4to, en el cuello el colmillo de 6to, en su piel las plumas del 2do, en su brazo un brazalete de 7 cabezas del 1ro y en la cabeza una corona de rayos hecha por el 3ro. Tras la mujer estaba el 7mo de pie, cuidándola.

—Ella Iracema, fue la primera mujer capaz de usar el poder las constelaciones, su nombre, es Evanora. Una de las 7 brujas de luz que lideró la gran revolución contra los sagrarien y las brujas malditas.

>>Como sabrás, las brujas no son buenas o malas por practicar magia, lo son por sus intensiones y por los propósitos por los que trabajan con las entidades que dominan. 

>> Las 7 mujeres que ves aquí, son las ultimas brujas reales, pero gracias a ellas aún existen personas que pueden practicar sus ritos. 

>>¿Y qué tienen que ver las brujas con La Colmena? te preguntarás —Las imágenes del cubo le mostraban a cada una de ellas aún, podía apreciar su belleza, pero también analizar su fortaleza —: todo y nada. Eirú era una hechicera del pueblo tupí, mientras que las brujas, son hijas de la tierra, sus trabajos son diferentes y sus poderes también, pero alga los unía, y no necesariamente los estamos hablando de los 7. 

—El poder de las estrellas...

—¡Bingo! por eso eres mi favorita 

Anastasia pasa su mano de nuevo sobre el cubo y ahora veo a nuestra madre fundadora, Eirú, su ropa de plumas de faisán, avestruz y piedras preciosas envolvían a una mujer  hermosa de cabellos negros largos, la piel morena, y ojos profundamente marrones, sus labios gruesos y rojos, la mujer no sólo trasmitía su hermosura, con su postura y mirada profunda, si no que también su tremenda fortaleza.

En el brazo derecho llevaba tatuado el panal, como si este envolviera su piel, y del otro constelaciones. 

—Eirú y las 7 brujas podía usar la magia y el poder de las estrellas y no sólo bajo la regencia de cada constelación. Lo que ustedes saben hasta ahora, es que cada hijo se muestra según el transito de su contelación, es decir, cuando Escorpio es dominante en el cielo, el 5to es más poderoso, y sus hijos protegidos no padecen, mientras que los protegidos del 7mo, básicamente no sufren cambios, porque la Cruz del Sur siempre stá bajo regencia. 

>>Ellas no necesitaban del tánsito de estas por el cielo, porque simplemente tenian acceso a todas ellas, solo debian conectarse con el sol y la luna. Por eso andaban descalzas, y con el cabello suelto, porca repetian el canto y el baile de nuestros ancestros, accediendo a la infinitud del universo. 

>>En bandeja de planta, Jasy y Kuarahy les entregaban sus poderes, y eso es lo que puede hacer la guerrera, pero no cualquier guerrera. Ira, no eres la primera, ni serás la última princesa de los bosques, por generaciones siempre se designa a una, antes de La Colmena, existieron varias, hasta Eirú, quien fue la más poderosa. Luego de ti, si seguimos vivos, habrán más.