—¿Cómo están? —La voz de Orkias sonaba furiosa, intensa y rabiosa
—Los niños están durmiendo rector —Responde Esmeralda, la directora del bloque hexagonal —. Cuando comenzó el ataque, los maestros los pusimos a dormir...
—¿Y ni un mísero escuadrón puedo encargarse de que todos estuvieran durmiendo? o de avisarme de lo que estaba pasando aquí? Ustedes están equipados para defenderse de cualquier cataclismo o ataque, ¿Qué fallo? ¿Cómo es que una Gianti estaba encerrada y pudo enviar un mensaje a su hermana y ustedes no pudieron hacer nada?
Gritaba furioso, nunca lo había visto así, y por la pinta mamá tampoco, ella intentaba no hacer caso a su novio y se ocupaba sólo de mi herida. Mientras el rector recorría el gran pasillo con las manos en los bolsillos, como intentando encontrar una explicación lógica a la falla de su personal.
—Lo sentimos mucho rector, pero, estábamos en pánico...
—¡Eso es evidente! ¡E inadmisible! Esto no puede pasar, ustedes no pueden entrar en pánico.
—El ataque sucedió muy rápido señor —Se vuelve a justificar la directora.
Mi madre se pone de pie, ella también se ve furiosa, pero por otro lado parece más razonable que Orkias, a quién calla levantando la mano, el rector guarda silencio y retrocede.
—Esmeralda —mamá habla con tranquilidad, pero también con dureza —. Comprendo que caigan presos del pánico, porque ustedes no viven en la línea de batalla todos los días —Mira a Orkias, y este sigue caminando de un lugar a otro enérgicamente, reprimiendo su enojo.
Cariem acaba de llegar con un botiquín y Anastasia con un bolso en mano, por lo que mi madre se aleja nuevamente de Esmeralda y viene hasta mi, ella está por ponerse en cuclillas, pero Cariem le hace un gesto para que no se esfuerce.
—Solei, deberías evita hacer ciertas cosas, sólo guíame, Anastasia y yo nos encargamos.
—Sólo desinfecta la herida, me interesa más que revisen que no haya rastros de possesionen, y ¿Puedes hacer una poción curativa estilo vitanem?— Cariem afirma, mientras se agacha hasta mi.
Yo evito tener contacto visual con él, y no porque me intimide, si no porque estoy concentrada en la situación que tengo delante de mi.
Papá llega a la escena con mis tíos, y mis tías, hace mucho que no las veo, pero ellas vienen corriendo hasta mi madre y le dan un abrazo fuerte. Mis tíos sólo se limitan a saludar a los presentes con un apretón de manos.
—¿Estás bien bebé?
—Sí, pa —respondo a mi padre que me da un beso en la frente ignorando que Cariem sigue limpiando mi herida en el cuello, mientras que a Anastasia la saluda de un apretón de manos.
—¿Ya viste a Hisa? —pregunta mamá a papá.
—Sí, está durmiendo, Izarm Jano y Tebe también, por suerte no pasó a mayores, pero los padres van a convocar a una asamblea, están pidiendo que se suspendan las clases al igual que en el panal hasta que todo esté controlado.
—Caso 200 años de antigüedad y nunca tuvimos que recurrir a esto —Se queja Orkias —. Esto no puede seguir así, debemos convocar al consejo y a los Originarios.
—No —Mamá habla fuerte —. Ni siquiera hemos podido llevar a los chicos con los jefes originarios, y pretendes convocar a una Asamblea de jefes ¿Qué te pasa Orkias?
—¡Qué estoy preocupado! qué nos están invadiendo.
—Deberías tranquilizarte —Habla tío Santos con calma mientras la tía Roberta se para a su lado y pasa su brazo entre los de mi tío —. Yo entiendo que estés alterado, al fin y al cabo son los niños los que están en peligro, pero Orkias, si te alteras pierdes el norte, tú eres el rector, y siempre has sabido sacarnos de apuros, esta no será la excepción.
—Y tienes a Solei de tu lado —habla Cariem mientras me coloca una venda, Anastasia lo mira reprimiendo una risa, es obvio que lanzó ese comentario para herir susceptibilidades.
—Cariem tiene Razón —El tío Arandú apoya a Cariem —. Solei, como representante de los Meztinos te está diciendo que no es momento de una asamblea, es por que no lo es, Arikú, así que más vale que te comiences a centrar.
—En vez de alterarnos —Mamá vuelve a hablar —: necesito que pensemos cómo vamos a levantar las defensas de La Colmena. Pero lo más importante, darle la seguridad a los padres de que sus hijos están en las manos correctas, yo apoyo la suspención de clases hasta que Irina y su equipo acaben con la detección del objeto de transición que tengamos en el panal. Y por de pronto, Thalia permanecerá lejos de La colmena, con Anastasia y Cariem.
La mandíbula de Cariem se endureció al instante, sus ojos se clavaron en mi, y yo estoy segura que tengo el rostro hecho tomate, pero estoy tan agotada que ni fuerzas tengo para protestar o decir algo.
—Por su puesto Solei —Anastasia habla como si estuviera recibiendo una misión, y no sólo suena contenta, si no que también suena aliviada. Cómo si le ahorraran un problema.
—No soy quién para discutir, jefa —habla Cariem poniéndose de pie y mirando a mi madre —. ¿Pero estás segura que no me van a necesitar durante la expedición?
—Ahora me interesa que mantengas a salvo a mi hija Cariem —El tono de mamá era el de comando, ella no estaba negociando —. Ya somos muchos los que vamos a trabajar en el Panal y en el bloque hexagonal. Y estoy segura que podremos, ahora, tú mejor que nadie sabes que Thalia podrá estar limpia, pero esa herida en el cuello es...
—Susceptible a la magia negra, lo sé —completa la oración de mamá. En eso mis tíos se encogen de hombros y con ese gesto le dan a entender que es el único que puede hacer esto.
—Confiamos en ti Cariem —tío Santos habla dando una palmada a mi profesor.
—Si tan sólo supiera —susurra Anastasia a mi oído con una voz sensual —: que le está abriendo el corral al zorro que gusta comer de conejitas. Y bueno, están poniendo a la que va a abrir ese corral en el mismo lugar.
Volteo apenas hacia Anastasia, porque la herida en el cuello me molesta bastante. La chica sólo me guiña un ojo y se vuelve a poner de pie, trago fuerte y me voy olvidando de la cordura, mi mente acaba de volar y no hay forma de hacerla aterrizar.