Los secretos de La Colmena

Bruja Auris

Anastasia acaba de dejar el celular, y ahora tenemos los ojos clavados uno en el otro.

—Era Iracema —dice agachando la mira —. Me acaba de confirmar nuestra sospecha.

—Thalia es una Bruja Auris. —reitero a la rubia quien se desordena el cabello con mis palabras.

—Tenemos solo 10 minutos antes de las 3:00 si queremos iniciar el ritual, con Verena.

Niego con la cabeza, porque la situación no es tan fácil. El ritual de una bruja Auris es sumamente complicado.

—¿Por qué estás en desacuerdo?

—¿Sabes como es un ritual de iniciación? —pregunto tomando la prensa francesa y sirviéndonos  café a ella y a mi. Anastasia toma la taza y se sienta sobre el banco de la isla que tengo en medio de la cocina.

—En teoría... creo que sé.

—La teoría no funciona en la práctica en el mundo de la magia Anastasia. Pero anda, escucho, ¿cómo es que Iracema te lo confirmo?

—Tiene una guía...

—Y por su descendencia su guía es Verena —digo recordando que los Asturia son de uno de los linajes que provienen de los meztinos destinados a las 7 brujas.

—No sería una de las mejores si no supiera los linajes de los estudiantes de La Colmena.

Bebo un poco del café miro el reloj que está en la pared y veo que dan 5 para las 3:00.

—Bien, debemos pedir a Verena que venga junto a nosotros, pero ese ritual de iniciación no es tan sencillo, y para más...

Anastasia levanta una ceja y ya pone una risa picarona. Evidentemente ella puede no saber de magias y rituales, pero es una estudiosa, solo necesita una chispa para unir cabos.

—El Possessionem que le hicieron a Thalia... era magia sexual ¿no es así? Pero de los auto inducidos, eso significa que...

—Estaba revelando su tipo de magia en el momento en que intentaron invadir su cuerpo. Pero eso no es todo Anastasia, si Thalia es una Bruja Auris, lo cuál estoy 100% seguro de que es así, necesita de dos meztinos vinculados a ella.

—¡Qué conveniente que estemos aquí! —repite tomando el café.

—Anastasia, Thalia debe aceptarlo...

—¿Crees que no lo hará?

—Lo que creo es que está muy débil. —replico bajando la taza de café y pensando en que si bien, no me disgusta el ritual... es mucho que pensar, porque al final es vincular mi vida en una comunidad, aunque es por el bien de La Colmena...

—Tienes miedo... —dice triunfante.

—¿Tú no?

—No tengo nada que perder.

Niego de nuevo, mientras lavo la taza, arranco unas hojas de Romero de la planta que tengo a lado de la bacha del lavabo y unos granos de sal.

—Tú, estás pensando pon rencor —expreso —. No te hagas esto, tu dolor con Irina, no es excusa para que vinculen tu vida a Thalia.

—Es por La Colmena.

—Es por dolor, a mi no me vas a mentir Anastasia... pero sabes qué sí vamos a hacer... llamar a Verena.

Pongo la taza con los ingredientes sobre la mesada y le quito a Anastasia lo que queda de su café, lo arrojo sobre las hojas y la sal, para luego echarle humo de una vela que apagué con los dedos.

—Nuc te Verena... —susurro al humo.

Las cortinas de la cocina se movieron en una suave brisa y el olor a flor de ibisco y anís llenaron el lugar.

Anastasia no guarda su asombro al ver a la bruja delante nuestro, sus rojos cabellos le llegaban hasta la cintura y las ondas voluminosas la hacían ver extremadamente hermosa.

—Un hechicero y una abeja llaman a una bruja cuando encuentran un tesoro —habla Verena con gracia, conozco ese tono de deseo y ganas de tener en manos un preciado objeto —¿Dónde está la joven iniciada? Es justo hora para comenzar un ritual.

—Duemiendo. —me apresuro a decir.

—Ya veo, aún no lo sabe, y no quieren atarse a ella.

—Yo si quiero, él no. —Anastasia habla con algo de gracia.

—Es lógico que un hombre como este quiera pensarlo —Verena me observa de pies a cabezas—. Mozas debes tener a montones.

—¿Por qué hablas como si fuera algo trágico? —pregunta Anastasia  bajándose de la butaca y acercándose a Verena —. Suena a que te cortan la vida.

—Porque es como casarse... —Verena ríe mientras Anastasia la inspecciona —. Imagino que lo sabes...

—Los matrimonios se rompen, la gente termina noviazgos —Anastasia sigue rodeando a Verena hasta que quedan una frente a la otra —. Y es solo un contrato de la sociedad.

—¡Qué concepto vacío! —la bruja ríe —. Pero así no funciona un vínculo de bruja. Cuando forman un triángulo, se dan la vida uno a otro. Se deben lealtad y placer, se deben fidelidad y verdad.

>> Pero cuando es una Bruja auris, ese lazo es mucho más fuerte, vas a tener que renunciar a otros, no es un contrato, que se pueda romper. Con la bruja auris es un para siempre aquí en el Tapekué.

Anastasia quedó en silencio y ahora comprende el impacto y las consecuencias de la iniciación de Thalia.

—Pero lo más importante, es que ella debe estar segura que quiere ser una Auris. Porque serlo, conyeva a una largo camino de lucha, persecución y entrenamiento. Ya que este apenas es el inicio para que se convierta en una bruja de luz.

—O sea que no solo nos casamos, si no que además nos ganamos enemigos —Asegura Anastasia tragando fuerte y mirando con miedo.

—Exactamente... ahora ¿La despiertan? Me gustaría hablar con ella.

—No, aún no —me meto en la conversación —. Verena, sé cuales son tus intenciones, las verdaderas. Y ella no está fuerte ahora, ha sido manipulada por desterrados y mata abejas. No podrá aguantar lo que deseas.

—Hechicero, sabes mucho en verdad... —se mofa acercándose a mi —. Te preocupa la chica, y eso es interesante... quiere decir que no debe causarte inconvenientes, una mujer que preocupa a un hechicero... debe ser alguien a la que puedas atar tu alma. A parte el ritual es placentero.

—No lo dudo —afirmo mordiéndome el interior de la mejilla —. Deja que primero nosotros se lo planteemos. Que se recupere y luego... veamos si Thalia nos quiere de vínculo para su triángulo, si es así...



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En el texto hay: amor, magia, guerra

Editado: 14.06.2021

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