Los secretos de La Colmena

Protección y misión

Nos vendaron, y a pesar de ir caminando de la mano de Solei, apenas siento su tacto, y no por el whisky, reconozco este tipo de viaje, estamos en una especie de túnel cuántico, como un agujero de gusano que nos conecta al mundo astral, el mundo real y los mundos paralelos, es una ruta que no cualquiera puede invocar, mucho menos cruzar si no sabe como proteger su cuerpo y alma.

Luego de varios segundos al fin siento el tacto de Solei, y el aroma a pasto y madera me indican que estamos en medio de algún tipo de selva.

—Pueden retirarse las vendas —habla Gaia —. Y aprecien la ciudad de origen Areguá.

No, de pequeño me imaginé cientos de veces llegando aquí, con mi familia, y no hay cuento o fantasía alguna que le haga justicia a este edén.

En el centro hay un enorme monumento que representa a Jasy y Kuarahy creando al mundo, bajo sus pies un par de manos que los sostiene y de los dedos se escapa un líquido brillante, no encuentro algo con que comparar su consistencia o color, pero es como si alguien hubiera fundido diamantes y lo convirtiera en líquido.

El monumento tiene en la base armas originarias, plumas, piedras preciosas, y detalles tallados que se asemejan al ñandutí y flores de mbarakuja.

Cuando pasamos a lado del mismo, sentí mi piel erizarse por la carga de paz y belleza que emana.

A continuación nos encontramos con una cueva desalada en medio del bosque, como si fuera la entrada a algo. Araresá abre la puerta, la seguimos y todas las paredes reflejan al sol naciente que ingresa por un agujero.

Una especie de escalera nos guía el camino bajo tierra, por lo que uno asume que habrá oscuridad, sin embargo la luz seguía su recorrido.

Finalmente llegamos a una habitación, toda blanca, igual al museo que tenemos en La Colmena, pero esta, 100 veces más grande y hermosa.

Araresá camina con sus pies descalzos hasta una vitrina de vidrio y lo que nuestros ojos ven nos llena de preguntas antes que de aclarar absolutamente nada.

—El corazón de Eirú... —Lo presenta y mi cuerpo siente como si la pieza me llamara, voy hasta ella con miedo, pero Araresá me estira su mano para que me acerque más —. Tú legado Orkias Arikú. Mucho tiempo escapaste de ella, y cuanto te ha buscado.

—¿Pero no era eso lo que Carina quería quitar a Orkias? —pregunta Josefina sin comprender, la verdad estoy igual.

—El corazón de Orkias lleva información de Eirú, su sangre, genéticamente hablando, el corazón de Orkias, es el corazón dd Eirú... así como los descendientes Arikú tendrán eso mismo. Pero el verdadero corazón está aquí.

—La leyenda dice que —Luriel apunta a la vitrina pero no acaba dd hablar porque Gaia se adelanta.

—Que ella se arrancó el corazón, se transformó en panal y dio de comer a sus meztinos, específicamente a los Gianti, Los Ario, Los Jakury, los Mbyja, Los Merlis,  Los Asturia, los Aratirí y los Mburukuja... es verdad, sin embargo, no dio todo su corazón. Y no les contamos toda la historia.

>>Eirú Arikú era una excelente hechicera, ella se arrancó el alma y la hizo pasar en forma de corazón, por que lo que ella quería es que estos soldados tuvieran el don y el poder suficiente para gobernar los bosques y el mundo, obteniendo un pacto con los 7. Su corazón. No era suficiente, pero si era importante.

>>Antes de arrancar su alma, confío a los Mbyja su cuerpo y alma, y nos hizo prometer que no habría diferencias entre los del bosque y los del mundo, que protegeriamos su legado y el de nuestros ancestros, honrando su sacrificio y reconociendo que somos privilegiados por saber usar nuestros dones.

>>Así que eso hacemos desde la guerra de La triple Alianza, cuidamos estos tesoros, oro de las familias caídas, pero lo más importante, es espíritu y el alma de nuestra fundadora.

>>Ella era suprema, ella vio que ustedes vendrían y nos salvarían de los desastres, vio que La Colmena cuidaría lo que los dioses Guaraníes crearon.

—De ahi viene nuestro saludo... —Iracema suspira y parece estar realmente feliz de descubrir el origen de todo esto. —Igualdad y respeto, entre ustedes y nosotros, sin distinción, más allá de los apellidos, honor y Privilegio por ser parte del enjambre.

Araresá solo sonríe a la chica, y continúa mientras mira a la vitrina.

—Nuestra madre, suprema hechicera dejó su corazón a nuestro cuidado, porque es la entrada directa al Tapekué, Carina pensó que matándote lo tendría —me habla ahora —. Pero ella no sabía esto, sí, tu corazón es importante... y podría conectar a quien sea con el verdadero, tu sangre vale oro, Arikú, y ni hablemos la de los Ario, quienes eran los guerreros que cuidaban a Eirú.

>>Guerrera, Cario, su misión es mucho más que solo cuidar a La Colmena, y por supuesto, sobrevivir al mundo real. Ustedes deben evitar que cualquier enemigo se acerque a esto.

>>Lo peor, es que no nos enfrentamos solo a desterrados, viudas negras, brujas malditas, mata abejas, gotas, o incluso las personas comunes. Nos enfrentamos a algo mucho peor.

Yo sacudo mi cabeza, por que se supone que yo soy el rector, que yo debo saber más de lo que sabe el resto, pero descubro que no. No puedo creer que tan ciego estuve todo este tiempo, al igual que todos.

>>Al comienzo, dentro del Tatachiná, surgió Ñamandú, o nuestro gran padre, quien creó a Ñanderu py’a guasu el padre de las palabras, Karaí dueño de la llama y del fuego solar, Yakairá  dueño de la bruma, de la neblina y del humo de la pipa que inspira a las brujas y hechiceros,  y a Kuarahy dueño de las aguas, de las lluvias y del trueno.

>>Todos ellos vinieron aquí y crearon al Yvy Tenonde es decir a la Tierra Primera, se crea también el mar, el día y la noche.

>>Comienzan a poblarla con los primeros animales  y comienzan a crecer las primeras plantas. Aparecen luego los hombres, que conviven con los dioses.



#10424 en Fantasía
#2183 en Magia

En el texto hay: amor, magia, guerra

Editado: 14.06.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.