Los secretos de La Colmena

Tranquilos

 

—¿A dónde fuiste? —pregunta Cariem a Thalia quien viene entrando a nuestra nueva habitación con unas cajas en brazos

—¿A dónde fuiste? —pregunta Cariem a Thalia quien viene entrando a nuestra nueva habitación con unas cajas en brazos.

—A visitar a tu suegro —las palabras de Thalia hacen que escupa el agua que estaba bebiendo.

Volteo con entusiasmo para ver el escenario, Cariem queda con el dedo indicice sobre el terrario de su mascota, Thalua continúa caminando dd forma indiferente hasta bajar la caja sobre el sitio en el que Cariem nos asignó para dejar nuestras cosas.

—Solo di que fuiste a ver a tu padre... —dice algo incomodo mientras cierra el techo del terrario y va a abrir  una de las puertas de su armario para comenzar a arreglar nuestras pertenencias en el sitio.

—Ustedes dos si que saben de hacerse el drama por todo —Thalia habla en lo que se sienta en el suelo, mientras yo limpio el lugar que ensucié por escupir el agua.

—Hay cosas, Thalia, que prefiero no lidiar, y una de ellas es tu padre, sí, me divierte saber que él sufre por esta unión, pero no quiero saber más nada.

—¿Ni que me regaló la covette?

—¿De verdad? —pregunto entusiasmada, Cariem y Thalia voltean a verme y yo solo atino a encogerme de hombros —. No me juzguen... me emociona saber que  mi esposa tiene una corvette que me va a prestar para dar una vuelta al internado.

Thalia solo sonríe, Cariem niega y continúa ordenando las ropas y calzados que trajimos.

—Sí, la verdad es que solo se lo pedí por fastidiar, así que prácticamente será  tuyo —dice la Gianti mientras se levanta del suelo, quita la llave de su bolsillo y me lo entrega.

—¡Puta Madre! Debo estar soñando, pellizquenme, peguenme, azotenme...

—¿Estás emocionada Anastasia? —pregunta Cariem burlándose.

—No te haces idea —Contesto al acercarme al terrario y ver a la serpiente que yace durmiendo allí —¿Cómo se llama?

—Anke...

—¿Es niña entonces?

—Sip, y muy pronto pondrá huesos.

Thalia y yo nos miramos sorprendidas por la noticia, Cariem se puso de pie y comenzó a caminar hacia nosotras.

—No la estreses parandote allí, déjala respirar. La pone nerviosa que la observen de más.

—Ok... —suelto en un susurro mi respuesta mientras finalmente mis neuronas hilan una pregunta — ¿Por qué carajos tienes una serpiente de mascota?

Cariem intenta no reír, lo noto por el gesto que hace, sin embargo, en el rostro se le dibuja de igualmanera una sonrisa.

Finalmente voltea a verme,  se cruza de brazos, relame su labio inferior y se recuesta contra uno de los escritorios.

—No es una serpiente cualquiera... Anastasia, me sorprende que tú, siendo una Ario no la hayas reconocido a simple vista.

Con intriga llevo mi mano hasta mi mentón y mis ojos hasta la gran serpiente, esta se mueve sobre ella lenta y suave, acomodándose sobre las hojas de su hábitat.

No logro hacer sinapsis, entre que la observo y analizo, no encuentro eso especial que se supone que tiene ese reptil.

Cariem y Thalia están en lo suyo, como si acabarán de rendirse en esperar mi respuesta. En eso, el profesor pone una música, supongo que para seguir en su labor de ordenar la habitación de casados...

Respiro profundo, y estoy por darme por vencida hasta que las notas de Ludovico Einaudi golpean mis neuronas y le da un empujón para que consigan entender lo que no tenía respuesta.

—Es un alma en pena...

Mi respuesta sale con las notas de la música alcanzando ese momento de clímax absoluto, llenando mi espíritu y quitándome de esa sensación
terrible de bloqueo que tenia al no saber la respuesta.

Cariem solo afirma y de la boca de Thalia se escapan palabras de incredulidad que no logro entender y que la verdad no me interesan, porque toda mi atención esta ahora sobre la serpiente.

—Esas marcas, ese aura, y la pasiva forma de moverse... —digo como si acabara de descubrir un nuevo continente —. ¡Jamás en mi vida me hubiera imaginado que pudiese ver una de las invocaciones más difíciles de realizar! ¿Pero cómo?

Cariem toma aire, y sabe que no voy a parar, que seguiré preguntando y que lo voy a fastidiar todo lo necesario hasta obtener respuestas.

—Es una invocación de sangre,  no es sencilla de realizar y no te la voy a enseñar —se premura a decir mientras me señala con un dedo al ver que me preparo a preguntar —. Es muy arriesgado, y yo no lo hice, lo hizo Elsa.

—O sea que podríamos materializar a Mirena... —digo saltándome todo lo demás que mencionó.

—Vuelvo y repito... es una invocación de sangre, peligrosa...remarco peligrosa, arriesgada y no la hice yo, la hizo Elsa... no vas materializar a Mirena, por muchos motivos... uno: puedes alterar su forma... —señala a la serpiente, dos: la almas en pena, son eso, almas en pena, necesitan paz, no volverse mascotas de nadie y tres: Es peligroso, arriesgado y no lo hice ¿debo repetirlo de nuevo?

—Lo que escucho es que Elsa era una mujer poderosa, —digo ignorando todas sus advertencias. —. Y que si sabes que fue Elsa, sabes la técnica, la estudiaste y lo mejor, la habrás practicado... tarde o temprano vas a enseñarme Cariem.

—No...

—Yo apuesto a que sí —Thalia se tira en la cama y se cruza las piernas —. Te doy un mes... te va a convencer.

—No, no lo hará, Mirena no se merece pasar por eso — Vuelve a la serpiente —. No nos vamos a arriesgar.

—¿Quién dice que no lo vamos a lograr?  —Vuelvo a hablar con entusiasmo —. Tenemos a una bruja Auris ¡Y somos los mejores! Aquí hay conocimiento, fuerza, y destreza.



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En el texto hay: amor, magia, guerra

Editado: 14.06.2021

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