Los secretos de La Colmena

No pares

Salí de la habitación de Juanjo con el ego subido, la verdad que ese chico transmite paz, pero más que eso, sé que será un buen soldado.

Me paso la mano sobre la herida, aún me duele, así que debo apresurarme para que Irina lo vuelva a revisar. Y no termine como Thalia con algún posessionem. Es lo que menos quiero, suficiente tengo con mis indecisiones y depresión a causa de la ruptura con Zunú.

Hablando del rey, ambos chocamos en la esquina del largo pasillo. Él intenta decir algo, pero yo levanto mi mano para hacerlo callar.

—Cenit, espera, por favor, espera... —camina tras mio y me detiene de golpe.

—¿Esperar qué? —pregunto cruzándome de brazos —. Al fin me vas a decir la verdad de nuestra ruptura, o me saldrás con respuestas misteriosas de nuevo.

—Cenit, yo solo...

—Tú, nada, es más ¿Qué mierda haces aquí? —espeto con rabia —te siguen, quieren sangre Ario, y tu te paseas por el mundo como si no importara.

—Sabes que me se cuidar.

Pongo mis ojos en blanco, y finalmente solo decido seguir con mi camino.

—¿A dónde vas? —pregunta

—A que Irina cure las heridas que sí puede sanar.

—Yo te puedo ayudar...

Me detengo en medio del pasillo y volteo a verlo, él habla en serio, y yo no lo puedo creer. Me acerco a mi ex novio y con lágrimas en los ojos salen las palabras que estaba ahogando.

—¿Tú? Zunú, ¿Tú? Te atreves a decirme que me vas a curar, sabiendo que para eso me tienes que tocar, para ti, soy alguien más que curar, que cuidar, porque soy del panal, pero para mi, un roce tuyo me enciende, ¿no lo entiendes?

>>Odio tanto que seas así, tan lógico, tan perfecto en las batallas... incluso aquí, intentando ayudarme, pero tu ayuda me lastima...

>>Si quieres de verdad, curarme, quiero que me digas la verdad Zunú ¿Por qué Terminaste conmigo?

—Cenit...

—¡Puta! Ahí está de nuevo, tu voz complaciente, tu rostro de niño delido, yo no quiero eso. Puedo superarlo Zunú, pero no puedo no odiar que no seas capaz de decirme la verdad. Mejor vete a lo tuyo, y cuídate... yo me voy junto a Irina.

Zunú tomó mi brazo, pero logro deshacerme del agarre. Con enojo camino hasta la habitación de Irina, ni siquiera me tomo la molestia de golpear, al ver que la puerta estaba semi abierta entro de golpe. ¡Mala decisión!

—¡Ay lo siento! —digo al ver que Mateus, Fernando e Irina se estaban dando besos y caricias en el portal de la habitación del hotel.

—¡ayyy! No te preocupes —,dice Fernando —. Nosotros vamos de salida. De hecho, la chica nos detuvo a medio camino, solo podemos darte las gracias, o no nos iba dejar ir.

—¡Oh! —digo secando mis lágrimas.

Mateus queda delante de mi. Y con lengua de señas me dice:

—Seca las lágrimas y vive la fiesta. Que nada te robe la felicidad.

—Gracias —contesto, en lo que observo como ambos se van y ahora si cierran la puerta de la habitación. —. De verdad lo siento mucho —,digo a Irina quien solo me sonríe y me invita a tomar asiento con un gesto.

—La verdad que tienen razón, menos mal llegaste o ese beso iba a terminar en otra cosa.

Irina sonríe y va por su botiquín, lo trae, lo apoya sobre la mesita de vidrio y se sienta a mi lado al final.

—¿Puedes quitarte la parte de arriba? —pregunta la chica mientras prepara un algodón con alcohol.

—Sí, claro...

Me quito la parte de arriba del vestido, y pensar que Zunú quería curarme y que yo vaya como si nada con él. Irina comienza a pasar el algodón en mi herida y yo me sobre salto.

—Lo siento muñeca, te va a seguir ardiendo... debemos desinfectarla, y luego debo humificar, para evitar que cualquier tipo de posessionem, o sea que vas a sufrir un poco.

—Puedo con eso —contesto.

—Lloras por Zunú... —dice negando y pasando una nueva compresa por la herida.

Solo afirmo moviendo la cabeza, ella aprieta sus labio, y ahora recuerdo que también anda con el corazón roto, luego de que Anastasia se haya casado con Thalia y Cariem, la verdad no sé cómo funcionan la relaciones polismorosas, pero si veo que igual se sufre.

—Los Ario y sus formas de amar, son extraños.

—Lo son... —afirmo.

Miro a Irina, atentamente mientras ella guarda sus cosas y va por un poco de incienso, y comienza a pasarlo cerca de todo mi torso.

—¿Puedo preguntarte algo Irina?—digo a la chica.

—Claro...

—¿Cómo es estar con una chica?

Irina solo sonríe y continúa con lo suyo.

—Lo mismo que estar con un chico... si te refieres a lo sentimental, no es mejor. Ni peor, las relaciones son relaciones al final... pero si te refieres al...

—Sí, me refería a lo sentimental, pero ya abriste mi curiosidad...

—¿De verdad? —pregunta pícara.

—Ahhh, no, no me mal entiendas... curiosidad que se apacigua con palabras...

—Triste... podría haber ayudado con más... pero bueno, la verdad que sí, hay diferencias, a mi me gustan ambos, pero estar con una chica, en la cama, ufff.

—¿Sí?

Irina se pone de pie y comienza a limpiar la mesa, luego me ayuda a ponerme de pie y con la suavidad de sus manos coloca bien las tiras de mi vestido.

—Sí... es otro nivel...pero bueno, curiosidad resuelta, herida curada, sin posessionem... ya puedes irte.

La verdad es que no quería, sí, este no es el mejor momento para pensar en claro, y por supuesto, podría arrepentirme de lo que iba a decir, pero la verdad es que se me quedó en la cabeza, eso de hacer cosas que alejen de mi cabeza la tristeza.

—La verdad es que... no —dije apenas, Irina me ofrece una mirada, y ella parece una bestia hambrienta.

—Cenit... ¿estas hablando en serio?

—Solo si... esto no traiciona a tus compañeros.

Irina se acerca más a mi, parecía estar en su salsa, como si acabarán de ofrecerle algo muy deseado.

—Mi relación es abierta... pero ¿Estás segura? ¿Lo quieres probar? ¿Por qué? —susurra contra mis labios.

—Curiosidad...



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En el texto hay: amor, magia, guerra

Editado: 14.06.2021

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