22. Las tierras de Rúmir

Han pasado un par de días desde que se ingresó al flujo de maná, ha mantenido el contacto con Zia aún cuando este les dio todo el informe de la misión, le preocupaba que no tuvieran oportunidad contra el misterioso enemigo que condenó a Mare a la esclavitud, ya que dicho por el mismo Zia, ni la magia de Noah sería lo suficientemente fuerte para romper los sellos.

Estaba claro que necesitaban más información sobre las runas encontradas en la barrera. Eleanor le confirmó que no había visto ese tipo de escrituras en todo el tiempo que estudió en la academia, por lo que no tenía forma de saber el origen, pero Cédric está seguro de que debe existir algún tipo de información, es un poco estresante porque todo esto choca con los asuntos internos que tiene con el emperador, todos relacionados con el mercado negro.

Debía analizar bien las cosas, la conversación de ese día estaba fresca en su memoria.

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—Descubrimos varias cosas mientras explorábamos el flujo de maná —explicó Zia mientras miraba a los presentes—. Para resumir, Noah estaba en lo correcto cuando sospechó sobre la presencia de otros sellos en la señorita Mare; caminamos un largo tramo siguiendo el rastro de la magia, y finalmente dimos con el objetivo.

—... e-entonces, ¿qué encontraron ahí? —preguntó Eleanor preocupada.

—... esto fue lo que pude grabar con mi magia —respondió Zia antes de mostrar una especie de holograma mágico, en el cual se podían ver las dos barreras—. Estos son los sellos que se encontramos en el flujo de maná, a los cuales les realicé un análisis profundo para descubrir qué problemas están ocasionando en la señorita Mare.

Cédric se mostraba más serio que preocupado, porque de antemano ya sabía lo que revelarían, y aún así le provocaba un gran conflicto. Cuando Zia explicó el funcionamiento de los dos sellos, la más sorprendida fue Eleanor, ya que había dado por hecho que Mare no podría manifestar la magia por el tipo de maná que poseía, pero ahora resulta que todo era culpa del sello. Continuando con la explicación, ahora llegaron a lo más importante: ¿por qué le hicieron esto a Mare?

—¿Qué razones pueden haber y que sean válidas como para hacer sufrir a alguien desde su nacimiento? —comenzó cédric con esa pregunta.

—Los sellos responden parte de eso, su magia debe de ser muy fuerte —continuó Noah—. ¿Pero por qué dejarla a merced de la esclavitud?

—Y-yo voto que todo se trató de una conspiración —refutó Eleanor—. Es claro

—Podríamos confirmarlo si tuviéramos más información sobre los orígenes de la señorita Mare... —dijo Zia con frustración—. Descartaré que la razón del sellado de su magia fue por protección para ella.

Fue en ese momento en que varios recuerdos volvieron a la mente de Noah, todo relacionado a los acontecimientos sufridos en el flujo de maná, todo girando entorno a ese sujeto. El vaso que el pelinegro sostenía en su mano, terminó rompiéndose por la presión impuesta por el mismo Noah; todos se lo quedaron mirando.

—No hay manera... de que todo esto fuera por su protección —aseguró con el ceño fruncido, mostrando su ira sin reparos—. El enemigo que me atacó en aquel entonces dijo cosas muy malas de la señorita Mare, la llamó escoria; la llamó insignificante... sin mencionar que con sus propias palabras confesó que era el responsable de que ella siempre esté completamente sola detrás de la barrera cuando dormía.

Noah dio un fuerte golpe con el puño sobre la mesa. Todos se sorprendieron por esto, más porque fueron detalles que no se incluyeron en el informe que entregó, y ahora se da cuenta de que debió decirlo.

— No hay manera de que todo esto fuera por proteger a la señorita Mare, cuando ha dicho y cometido tantas cosas contra ella —agregó Noah.

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«Noah tiene toda la razón, no hay forma de que los sellos fueran para proteger a Mare», pensó Cédric mientras se levantaba de su escritorio y seguía pensando las cosas. «Aparte de eso, también está el detalle de lo que se supone que hace el sello de las memorias. Mare recuerda todo desde que tiene uso de razón, ¿entonces qué se supone que está sellando?»

Mientras seguía pensando, Cédric salió de su oficina para dirigirse a la biblioteca de la mansión, pensaba que podría encontrar algo útil, pero pasaron un par de horas en las que no encontró nada con respecto a Mare. Fue ahí en que las ideas se le terminaban, y sólo podía acudir a una sola cosa.

—Háganme un favor, llamen a Noah Y Eleanor para que vengan de inmediato, y consígame papel y tinta para enviar una carta inmediatamente.

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Noah tuvo que dejar de lado el entrenamiento de los caballeros para atender el llamado de Cédric, rápidamente se dirigió a la biblioteca para saber qué mismo era lo que ocurría, así mismo fue con Eleanor que tuvo que dejar las demás tareas de la mansión para después, ya que nunca se ignoraba un llamado de Cédric.

Los sirvientes habían preparado aperitivos para la pequeña reunión que tendrían en la biblioteca, Cédric ya estaba sentado esperándolos mientras se encontraba escribiendo una la carta antes mencionada.

—¿Para qué nos llamaste? Tuve que suspender el entrenamiento de los caballeros —dijo Noah con una expresión severa.