Los Secretos de la Familia Barrie #1

12. ALONZO HERRERA

CAPÍTULO DOCE - ALONZO HERRERA

"Mentiras"

 

Era 30 de Octubre, el cumpleaños de Bianca. Había preparado una cena romántica en nuestra casa. A mi hermana le gustaba tener cenas especiales conmigo cuando éramos unos críos.

Al poco tiempo me enamoré de ella y quedé rendido como un loco, pero como ya dije eso, mejor voy a contar lo que paso luego. Mi hermana fue violada en su escuela, aunque doliera mucho ese día en que me entere de la noticia, la aleje de todos. Me mudé con ella y ahora somos lo que somos: nos amamos.

Bianca lucía hermosa cuando dormía en nuestra cama, estaba tan loco de amor que había preparado su platillo favorito: Lasaña.

La puerta se abrió, dejando a una Bianca medio desnuda, con el cabello desordenado. Mi hermana estaba tan bonita con la pijama de verano que olvidé de la lasaña estaba en la cocina.

—Hola Bianca, siéntate —obedeció sentándose, —¿Cómo haz dormido?

—Bien Alonzo, he estado pensando sobre nosotros —dice y volteo a observarla, —Nosotros somos hermanos, no somos esposos…

—Pero podemos casarnos y estar felices y contentos

—Alonzo, lo que tú sientes por mí es obsesión

—Claro que no

—¿Entonces dime que sientes por Renata? ¿Por qué le regalaste obsequios a ella en plena madrugada?

Mierda.

—Lo había hecho para que ella se sienta mejor. ¿Sabes el daño que le hace estar con William a su lado?

—Es su vida, ella decide a quien ingresar y a quien no. Ella decidió eso

—No lo entiendes

—No, tú no lo entiendes

—Te amo ¿vale? Te amo más que a mi vida

—No me amas, es obsesión

—Claro que no, yo te amo

—Alonzo…

—¿Estás celosa? ¿tú querías esas cosas para ti? Ok, te lo daré hoy y otras cosas más

—Alonzo deja…

—Sí quieres alejarme de Renata pues lo haré, pero no me dejes

—Estoy embarazada Alonzo

—¿Qué?

—Estoy embarazada de ti

Caminé hacia Bianca y la besé con locura, era ella, era la persona que soñaba con una bebé… mi bebé.

De pronto la puerta de la entrada comenzó a sonar. Me alejé de Bianca con las lágrimas en los ojos y fui hacia la puerta. Cuando la abrí estaba Renata al otro lado, —Hola Renata, ¿Qué sucede?

—Nada, solo te buscaba porque tengo una propuesta que debo hacerte

—Dímelo aquí, anda

—Ay Alonzo… —respiro profundo, —Bueno, la propuesta es que quiero que trabajes como mi abogado… ya sabes, antes trabajabas en ese cargo.

—Es magnifico, acepto tu propuesta —declaro con felicidad

—Bueno, pensé que lo ibas a pensarlo…

—No, no ¿Cuándo trabajo?

—Si puedes hoy pero te daré hasta mañana

—Con gusto

—Bueno ahora sí me retiro —baja las escaleritas pequeñas de mi entrada y voltea, —Por cierto, gracias por estar conmigo cuando más necesitaba a una persona

—Somos amigos ¿no?

—Así es, buenos días. Alonzo Herrera

—Buenos días




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