38. RENATA BARRIE

CAPÍTULO TREINTA Y OCHO – RENATA BARRIE

"Cumpleaños de Samantha"

Llegó el día. Ese día marcado en mi mente gracias a mi ex. Ya era tarde y era hora de ir al cumpleaños de Samantha.

Al llegar, la gente vestía elegante con un vestido largo y un terno. Yo, llegué con un vestido dorado, a mi lado, William sólo tenía un esmoquin.

WILLIAM BARRIE

Ayer me enteré de que hoy iba a pasar algo gracias a un amigo, me preguntaba porque lo presentía y se lo pregunté, lo que me respondió fue que alguien cercano a Misterio se lo dijo y era por eso Samantha no había cancelado nuestra invitación. Todo el vecindario lo sabía y no podía hacer otra cosa que ir.

Pasaron los minutos y no hubo nada. Me estaba aburriendo en el mismo piso, en esa baranda donde hace unos años atrás estábamos observando a los recién llegado y yo esperando a Miriam. Me sentía vigilado y eso me frustró, caminé hacia el baño y entré cuanto antes.

Al observar lo que había dentro me sorprendió, ella no tenía que estar ahí, ella o, mejor dicho, ellas. Se suponía que una estaba muerta y otra que yo la había secuestrado.

—Hola William, ha pasado tantos años y hoy recién puedo ver cuanto has madurado —dijo ella, cambiada, —¿Pensaba que después de amenazas por parte de mi familia, iba a decirte en tu cara que eres un maldito idiota? Te equivocaste de persona.

—Hola William, ha pasado mucho tiempo que no te veía y hoy por fin es el momento de que pagues caro —dijo la otra chica

RENATA BARRIE

William no llegaba, pensé que estaba haciéndolo con cualquier chica como lo hizo hace años con Miriam. De pronto, vi de nuevo a mi ex con un esmoquin ¿Qué hace aquí?, me pregunté. Luego, llegó Alonzo observando cada parte hasta que me encontró y fue hacia mí.

—Renata...

—Lo que pasó ayer, no se volverá a pasar

—¿Qué?

—No volverá a pasar, Alonzo

—Bueno, pero a eso no quería venir. Misterio ha puesto un conteo en el blog y dice que es el cumpleaños de Samantha, quiero que estés bien, así que vine.

—¿No pensabas venir?

—La verdad es que no, estaba satisfecho con lo de ayer —sonrió curvando una esquina, —Si me dijeras mi opinión, ha sido el mejor polvo de mi vida... bueno, en otras palabras, hemos hecho el amor

—Cállate —observé el blog y sólo faltaba unos cuantos minutos para que Misterio por fin haga algo y me preguntaba qué.

ALONZO HERRERA

¿Alguna vez se han sentido herido? ¿Qué esa persona que tanto amas, te dijera que no volverá a pasar? Pues yo sí y estaba destrozado por dentro, pero también me aterraba la idea de que Misterio hiciera sentir mal a Renata y es por eso por lo que llegué con lo que tenía en mi habitación.

WILLIAM BARRIE

—¿Qué es lo que quieres? ¿eh? ¿Dinero porque te quedaste en la miseria? Tú. ¿Quieres también dinero? ¿Quieres un trabajo en mi empresa? Vale, lo haré.

—No quiero tu dinero

—No quiero un puesto en tu maldito puesto

—¡Pues joder digan! ¿Qué quieren?

RENATA BARRIE

Era el momento. El tiempo se detuvo y en mi mente comenzó a sonar esa canción en el bar, ese día en que me di el primer beso con Alonzo... él de inmediato me agarro la mano y lo observé, estaba dispuesto a perder por mí.

Alguien llegó con una casaca negra, estaba tan desarreglado que me dieron ganas de decirle y nominarlo el mal vestido, pero me detuve al mirar que la canción que sonaba era nada más que la canción del Bar. Alonzo. Yo. Nosotros.

Reasons de Mimi Webb sonaba en toda la fiesta.

—Feliz cumpleaños a la cumpleañera, pero esta vez mi regalo no va hacia ella, sino hacia Renata Barrie

¿Les dije que cuando entró sólo se quedó una luz que ponchaba a esa persona? Bueno ahora esa lampara- luz me daba a mí, solté la mano de Alonzo y trague saliva.

—Renata Barrie, me temo decirte que William mató a tu familia real. Tengo que decirte que ese día lo vi porque llegaba de la universidad y lo vi irse apurado, entré a esa casa y vi los dos cuerpos con sangre... tal cual como hace un año lo viste.

No podía decir nada, eso no podía ser cierto

—William Barrie ha sido un asesino todo este tiempo que me temo que decir que... Sandra está viva y Artie también.

Artie... mi mejor amiga.

Siguió Misterio.

—William no sale de ese baño porque justo ahora ellas están ahí

No pude más y caminé hacia el baño, con el corazón en la garganta abrí y entonces lo vi todo... lo entendí todo a la perfección. No era yo la que tenía un error, sino él.

CONTINUARÁ EN EL SGTE CAPÍTULO