Sintió la opresión en su pecho, sentía como si mil aguja se incrusta en su corazón haciendo el dolor más pesado, sin darse cuenta lágrimas salían de sus ojos. Ella no pudo hacer nada más que quedarse quieta, aquel hombre le causaba que su corazón se acelerar con sus sol presencia; algo de él le atraía y no entendía el por qué, Era un Ángel de la muerte. Su abuela le había hablado mucho sobre ellos, y le había advertido que jamás se debía de ver sus ojos. Y aún así estaba mirándolo directamente a los ojos
Lo vio dándose la vuelta mientras tocaba su sobrero
-¡Espera! -grito mientras se acercaba a el
Su voz retumbó en sus oídos y imágenes de un pasado desconocido pareció ante el
El brillo del sol reflejaba los nítidos colores de aquel prado. La mariposas revolotean al rededor de las copas de los árboles. Aquel hombre volteó a todos lados buscando a alguien mientras corría con un sonrisa en sus labios. En eso una mujer aparece en aquel prado con una sonrisa mientras mueve sus labios con palabras que no lograba escuchar, aquella joven alzó levemente su vestido empezando a correr hacia el lugar donde vio al hombre
-¡Espera! -grito mientras seguía corriendo sin borrar su sonrisa
El Ángel volteó hacia la mujer que caminaba hacia el
-¡No te acerque! -grito antes de desaparecer
Con el corazón acelerado apareció en aquel lugar donde sabía que estaba condenado existir. Mientras aquel recuerdo bailaba en su mente mil preguntas se esparcía en su cabeza. Era algo que no entendía, ninguna humana podía verlo mientras llevara sus sobrero entonces ¿Por que ella pudo verla?
[...]
Otro día, como habia sido todos estos años desde que tenía podía recordar salía de aquel lugar vistiendo como los humanos. El clima se había vuelto más frío de lo acostumbrado, pero el no sentía ya el frío tanto como los primeros meses esos en los que todo era nuevo para el. Soltando un suspiro apareció en los acantilados de Mohegan, observando aquella playa escuchando como las olas se rompían contra la arena. Camino hasta pararse a la orilla de la playa, mirando el horizonte en eso algo golpeo su pierna, al ver que era observo aquel sobrero que había quedado atorado entre sus pies
-Lo siento mucho -dijo esa mujer con una sonrisa -, el viento me tomo por sorpresa y se llevo mi sobrero. Muchas gracias
-No te preocupes
-¿Eres de aquí?...
-¿Eres de aquí? -aquella mujer sonrió -, ¿Eres su hermano?
Aquel hombre negó y ella sonrió mientras pasaba un mechón de cabello atrás de su oreja
-Pensé que eras su hermano, aunque eso no cambia nada -suspira -, de todos modos me cansare con quien mi padre decida
Ella jugó con aquel prendedor entre sus dedos, en eso se le cae y se rompe
-¡Oh no! -se agachó recogiendo lo -, ahora que haré, mi padre se enojara
-Puedo arregló
-¿Te encuentras bien? -pregunto al momento tener respuesta de el
-Lo siento, tengo que irme
Camino a toda velocidad hasta subir la escalera, en eso choca con alguien
-Lo siento
Alzo su vista encontrando a una mujer de cabellos rubios como el sol, una piel de porcelana y una cabellera rubia. La vio sonreír antes de agacharse a recoger algo
-No pierdas cosas importantes -le entrego aquel objeto envolviendo lo en su mano -, a veces aquel detalle es la clave para allar el camino
Se dio la vuelta caminando de regreso sin prestar atención al hombre que dejaba desconcertado. Aquel hombre abrió su mano encontrando aquel anillo con aquellas iniciales grabadas en su interior " A & R"
En eso un fuerte dolor en su cabeza de instalo
-¿Serias mi esposa? -la vio sonreír mientras asentía
-¿Que es esto?, ¡Ah!
Aquella chica al escuchar su grito corrió a su ayuda
-¿Estas bien? -trato de tocarlo pero el no se lo permitió
-No me toques -le dijo mientras volvía a gritar del dolor
Las campanas de aquella iglesia retumban al compás de los pasos de aquella pareja que sale de aquella capilla como marido y mujer. Ahora eran marido y mujer, pero ¿Por qué no se le veía contento?
-¡Ahh!
-Llamaré a una ambulancia -trato de sacar su celular -, para que te ayudé
-No, ya está pasando
Dijo esas palabras empezando a caminar alejándose de ella. El dolor era insoportable, tenía que ir cuánto antes a su cárcel. Al parecer ahí la figura imponente de un hombre apareció en frente de el
-Adonai -susurro aún con el dolor presente
-Azrael -llevo sus manos atrás de su espalda
-Por favor Adonai, has algo -se inclinó ante el -, el dolor es insoportable. Llegan a mi imagen de persona que no se quien son
-¿Has echo algo inusual Azrael? -preguntó
-No, solo me encontré con tres personas -llevo su mano a su cabeza -, desde ese momento he tenido estas imágenes
-Es una ilusión Azrael, bebe esto -le entiende el té -, pronto te sentirás mejor
-Gracias Adonai
Bebió aquel te y cuando alzo la vista ya no estaba en aquella habitación.
En la oscuridad de la noche aquel hombre caminaba hasta aquella Cafetería. Se sentía justo enfrente de aquella mujer
-Has vuelto -dijo llevando su café a sus labios -, ¿Lo viste?
-Si, tenías razón
-Creo que ya es tiempo -sonrío
-Si, es momento de comenzar
Aquella pareja sonrió mientras se miraban. Mientras Azrael sentado en su cama observaba aquella taza en la que le había dado el té, alzo la vista mientras aquellos ojos aprecian en su mente. Dejo la taza en la cama al momento que se levantaba, tomo su sobrero y se lo colocó al momento que desaparecía.
Aysle estaba sentada afuera de su casa observando la luna, mientras de su mente no se iba aquel hombre. Soltó un suspiro al momento que agachaba su vista al suelo en eso unos zapatos negros parecieron en su visón. Lentamente alzo la vista encontrándose con aquel hombre. Aquella mirada basto para saber que ella podía verlo.