Cap. 32 "Debo hablarle... tengo que disculparme. "

(Alejandro)

He estado repasando en mi mente lo que ha sucedido, y se bien que actué por impulso, por un maldito ataque de celos y lo peor es que la culpe a ella, le grite y la lastime, me siento un monstruo que ataca a un ser pequeño e inocente, Dios creo que la hice llorar y eso me lastima.

Todos tienen razón, descargue con ella mi coraje; aun cuando ella ninguna culpa tenia, la culpa es de ese imbécil que la busca; es la segunda vez que lo veo cerca de ella, fuera de la oficina. Ese idiota es uno de los clientes importantes que le asignaron; me arrepiento tanto de haberle gritado.

Hace ya un par de horas que todos se han ido a dormir y yo sigo aquí rumiando mi coraje y mi pena; no sé qué me pasa; me puse a pasear por la sala y Salí a la terraza y en algún momento descubrí el mueble bar, me acerque y lo encontré bien abastecido, tome una botella de tequila, yo no soy una hombre de mucho tomar, pero en este momento lo necesitaba, y llevo más de una hora tomando solo, pensando en que hacer para reparar el daño causado por mi estupidez.

El alcohol me dio la claridad que necesitaba, y ahora comprendo que no soy el único tras el corazón de la bella dama; pero si el único al que ella ha aceptado abrirle las puertas de la muralla tras la cual se protege..

Este semestre soy su profesor, pero llevo observándola de lejos todo un año, además de la información que logre sonsacarle a sus otros profesores; todos ellos coinciden en decir tres cosas de ella: primero, que solo la han visto con dos amigas, ahora tres, si es que sigue en contacto con … olvide su nombre; este semestre no regreso a la universidad; pero nunca con chicos, o ni de su clase ni de otros cursos, por lo que alguien llego a decir que era lesbiana; un feo rumor que corrió como la pólvora entre el alumnado; gracias a dios, parece haber quedado en el olvido o eso es lo que creo; segundo, que es muy inteligente y culta, y tercero, que cuando sus amigas no están a su lado y está sola, se retira a algún rincón para ponerse los audífonos y escuchar música mientras saca un libro, pero lo más importante de todo es que se le ve triste.

Quien me dijo esto último fue la profesora Villareal; quien le ha dado diferentes materias desde que entro en primer semestre; aún recuerdo sus palabras

-Marina es una chica dura, valiente y muy inteligente, pero también es muy sensible, lo sé, la he observado, puede estar riendo con sus dos amigas, pero en el fondo de sus ojo hay tristeza; como si cargara sobre sus hombros todas las penas del mundo; o un dolor muy grande y aun así sigue erguida, demostrando que no importa el dolor o el castigo sufrido, no lograran humillarla, no dejara que nadie la vea llorar o sufrir.

Y ahora vengo yo y por un estúpido ataque de celos la insulto y la humillo, fui consciente de la reacción de esa mujer … Aytana, cuando la sujete; ella quería golpearme, pero de haber intervenido en ese instante, podría haber lastimado a Marina quien estaba muy cerca.

Y lo que me hace sentir peor es que las vi, vi las lágrimas tratar de salir de sus ojos cuando salió corriendo a su habitación; trate de seguirla pero Aytana se interpuso en mi camino y Omar me sujeto de un hombro, quería que me calmara.

Sé que es tarde, son poco más de las tres de la mañana, no he dormido y estoy tomado, pero debo hablarle… disculparme, así que me levanto del sofá y me dirijo por el pasillo a su habitación.

Maldición ahí esta esa mujer, como perro guardián, frente a su puerta; ha visto que me acerco y solo me observa, sigo hasta llegar frente a ella y en mi estado de embriaguez logro decirle:

-déjame pasar, debo hablar con ella.

-NO, ella está descansando y no la molestara usted más por esta noche.- me contesta muy seria

-Te digo que debo hablar con ella, quítate no me estorbes. –digo mientras trato de apartarle de la puerta.

Aytana rápidamente sujeta mi muñeca y con un rápido movimiento, pasa mi brazo a mi espalda torciéndolo con una mano y con la otra me sujeta por la garganta.

-Dije que NO, esta noche , No la molestara usted más, ella debe descansar, los próximos meses serán muy duros para ella y no debe tener más tensión de la que ya sufre- dijo llevándome hasta la terraza

-que quieres decir con eso?, habla claro.

-si ella aún no se lo ha dicho, no seré yo, ya he revelado más que suficiente, usted más que nadie debe comprenderla.