Los Secretos de Marina

Cap. 42 "Soy su novia y punto."

 

(Marina)

 

Mis hermanos no dejan de echarle pullas a Alejandro, a quienes se les han unido Omar y Abá, pero mientras mis hermanos le dicen que antes de poder ser siquiera un pretendiente de mi corazón, él debía obtener el permiso su aprobación, una de las pullas que escuche de Mario fue:

-mira amigo, si tú quieres salir con mi hermanita, antes debes de convencerme a mí y a mis hermanos de que eres lo suficientemente hombre para cuidarla, ella no es una chica fácil.- cuando le escuche estaba viendo a Alejandro pero volteo a verme y supo que estaba en problemas por mi forma de mirarle. Mientras que Abá y Omar lo hacían sonrojarse, por mostrarse tan posesivo y celoso, cuando aún no se había animado a decirme siquiera que le gustaba.

-Mira primo, ya deja tu papel de King Kong con la pobre de Marina, ella no ha sido otorgada en sacrificio a la gran bestia, para que la reclame como de su propiedad, y deja de celarla hasta del aire que respira.

-Si muchacho, si tanto la celas y la reclamas, ya anímate a pedirle que salga contigo que sea tu novia, o es que te da miedo el que ella sea una mujer fuerte y decidida y no una frágil doncella a la que debas cuidar?- le dijo Abá; si hasta mi padre se animó a intervenir.

-Y bien Alejandro, va a pedir permiso o no para salir y andar de novio de mi hija Marina. – yo que estaba sentada frente a Alejandro, al escuchar a mi padre, reaccione con sorpresa, escupiendo la limonada que estaba tomando, por lo que lo moje con ella. Y solo pude decir

-PAPÁ!!!- Alejandro me sonrió y dirigiéndose a mí padre le respondió.

-Sr. Romanov, esperaba primero hablarlo con su hija Marina; pero ya que desea saberlo primero, solo puedo decirle esto: “espero que Marina acepte salir conmigo como mi novia, si usted y su esposa dan su consentimiento”. – Mi padre lo observo seriamente y mi madre se vuelve a verme y solo pregunta

-Marina, hija y tu deseas ser su novia?

-Madre, el me gusta y si bien no sé qué depara el futuro, no sé con quién me casare o siquiera si lo llegare a hacer; en este momento si me gustaría ser su novia; ya el tiempo dirá si seguiremos juntos en seis meses o en cinco años. – Mientras le respondía a mi madre, Alejandro se había acercado a mí por la espalda y tras escuchar mi respuesta me giro y me abrazo fuertemente, y ahí frente a todos me beso, primero tierno y después apasionado, apretándome y pegándome a su cuerpo. Nos separamos cuando escuchamos a Abá aclararse la garganta

-Bueno, aun cuando solo sea un noviazgo y no un compromiso formal, creo que deberé hacer algo por el chico, que al parecer, será parte de la familia. – dijo Abá, dirigido más para mis padres que para nosotros dos, yo solo vi a mi madre asentir.

-Pues nosotros aún no hemos dado nuestro permiso. – dijo Mario, a quien Erika su novia se le quedo viendo

-Madre, si mis hermanos intentan espantar a mí novio, espero me permita intervenir, sin reprimenda alguna, no puedo permitir que lo amenacen de forma alguna. – le pido a mi madre, viendo a mis cuatro hermanos.

-No les tengo miedo Marina, y si lo que desean es una pelea, para que sepan que puedo cuidarte, la acepto. – dice Alejandro, aun abrazándome.

-ellos no pelean limpio, así que no pelearas con ellos.

-Valla, se ve quien llevara la voz cantante en esa relación. – se burló Mario

-bueno amor te recuerdo que en tu familia, se acostumbra el matriarcado, o es que ya lo olvidaste?. – interviene Erika dándole un beso

-Así es cuñada, nuestra familia es un matriarcado y es algo que aún no he hablado con Alejandro, y puede que esto no le guste mucho. – lo miro para ver si él ha entendido lo que he dicho y el alcance de mis palabras

-así que un matriarcado?, eso quiere decir que para ir de pesca con Omar, deberé pedirte permiso? – me pregunta mientras me abraza y acaricia mí mejilla con la suya.

-Algo así, pero me conformo con que me informes y que ir de pesca, si es ir de pesca y no a un bar nudista o stripper, porque no te gustara mi respuesta a las mentiras. - Le respondo con una sonrisa, haciendo que todos se rían.

-MMM, un bar nudista o stripper, eso es algo en lo que no había pensado, podríamos ir? Ustedes me acompañaran verdad primo y ustedes cuñados? – pregunto Alejandro sonriendo con picardía.

-de ninguna manera; tú te acercas a un bar stripper y yo te encadeno a un poste, con el permiso de tu madre! – le dice Erika muy seria a Mario, mientras mi madre asentía, lo que causo que todos nos riéramos a carcajadas.




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