Cap. 69 "Feliz día."

(Alía)

Tras el intento de secuestro Erik no me volvió a dejar sola y la guardia de dragones siempre está atenta, mientras unos descansan otros vigilan. Esa noche Aladar y la guardia, trajo al palacio a todo el consejo de Lorena, y al Gobernador, y tras el interrogatorio del miedo, realizado por Melina, se descubrió que fue el rey el que envió a su hijo y a 200 de los mejores hombres de la guardia personal del rey o gobernador para capturarme y así obtener no solo la independencia perdida, sino parte del territorio de Drakonia, rico en minerales. Eso además de convertirme en su esclava personal, pero como logre invocar la ayuda de Aladar, no lograron su objetivo. Además el heredero de Lorena murió en el ataque.

No basta con decir que mi padre estaba furioso, al saber que el ahora gobernador de Lorena, no solo había desperdiciado la segunda oportunidad que se le había otorgado, sino que no tardó mucho en intentar atacar a la familia real. Por lo que esta vez fue mi padre quien dictó la sentencia, de nueve de los diez consejeros y del gobernador, y por primera vez desde que era reina, mi madre apoyo su decisión de forma activa. Esto fue una sorpresa para todos pues mi madre nunca intervenía en los juicios de mi padre o míos, pero esta vez ella sentencio.

-Como todos sabrán yo nunca intervengo en estos actos, pues no apoyo la violencia, ni el que se cause la muerte cuando hay otras formas de corregir las cosas. Pero los actos que este días se llevaron a cabo, aunados a las acciones de hace unos meses, no me dejan otra alternativa que intervenir y tomar mi derecho al decreto de la reina; desde este día y hasta el fin de los tiempos, todo acto de traición en contra del reino o en contra de la familia real será castigada inmediatamente y sin dilación con la muerte por decapitación, sé que este crimen es castigado con la muerte en la hoguera, y es en ese punto donde interviene mi bondad, ya que no se causara sufrimiento innecesario. Por lo que Pido a su majestad el rey que apruebe mi decreto y se escriba como ley.

-yo siempre he aclamado la bondad de la reina, y me duele que este día este tan ofendida y dolida como para haber llegado al grado de dictar un decreto real en el que condena a muerte, sin juicio y sin demora, el más grave crimen que hay, la traición a la corona y a la familia real. Y es por eso que decreto que se inscriba en la ley y que se haga cumplir.

En toda la corte se escucharon murmullos, pero nadie levanto la voz para intentar pedir clemencia. Tras lo cual los condenados fueron llevados a la plaza del verdugo, un lugar en el que se realizaban los castigos a los criminales, cual quiera que fuera su delito.

Mas como Lorena, no podía quedarse sin gobernante y como el único miembro del consejo que se negó a llevar a cabo la traición inmediatamente procedió a llevar a cabo el juramento de lealtad, mi padre le nombro gobernador de la provincia, dándole la oportunidad de mantener la paz y la tranquilidad de la provincia.

Tras todo este drama en el salón del trono, mi padre nos hizo pasar a todos al salón de banquetes, en donde todos los presentes fueron agasajados con ricas viandas, tras dar por terminada la cena, mi madre anuncio que debíamos todos debíamos volver al salón del trono y así lo hicimos. Una vez todos nos trasladamos al salón del trono, mi padre pidió silencio

-El día de hoy estuvo a punto de ser un día triste, pero dado que queremos olvidar ese penoso capítulo, y es por eso que daré un anuncio. Como todos saben el comandante de la guardia, y general de los ejércitos de Drakonia, ha llevado a cabo con la princesa Alía una tradición de su país, por lo que se casaron por juramento; mas por respeto al pueblo de hoy entregara oficialmente su regalo de compromiso a la princesa Alía, quienes celebraran sus esponsales en poco menos de dos semanas por lo que tendremos como anuncie hace tiempo durante una semana. Así que príncipe Erik háganos el honor.

Erik se levantó y me dio la mano, para llevarme al centro del salón.

-Princesa Alía Drakaris, seria para mí un honor que el día de nuestra boda, use este collar, era de mi madre, y es una joya única en su tipo.

-Erik Stormwall, príncipe de Sventia, yo acepto tu obsequio y prometo llevarlo el día de nuestra boda.

Todos los presentes aplaudieron pues nos mucho que se dijera esto hacia más real nuestro compromiso. Y a partir de ese momento todos en el reino comenzaron a preparar los festejos para la boda. En todas las provincias se llevaría a cabo un brindis por mi boda a las 4 de la tarde, por lo que las plazas principales se adornaban, así como las calles, y las catedrales y las iglesias que harían sonar sus campanas a la hora de la boda; de todas las provincias comenzaron a llegar regalos, los mensajeros, todos ellos dragones, no dejan de ir y venir con regalos de los nobles y de los ciudadanos.