Los Secretos de Marina

Cap. 93 "Pesadilla o Premonicipon."

 

(Marina)

 

Nos levantamos finalmente de la cama y nos cambiamos para salir de la habitación. Para cuando bajamos a desayunar todos estaban ya en la mesa.

-buenos días. - saludo sonriendo

-buenos días hija, durmieron bien? – pregunta mi madre.

-sip. – respondo alegremente

-se levantaron un poco tarde, no? – pregunta mi padre

-fue una noche agitada. – le responde Alejandro. Quien al ver que todos se le quedan viendo se apresura a aclarar.

-Marina tuvo una pesadilla anoche y tarde un poco en calmarla y convencerla de que era solo un mal sueño. – dijo sin más, los demás comenzaron a verse entre ellos.

-Otra vez pesadillas? – pregunta mi madre, se por donde va.

-Ahora que fueron, zombis o monstruos? Tenías años de no tener pesadillas hermanita.- dice Mario

-no, ahora no soñé con monstruos o zombis; a esos los puedo enfrentar.

-entonces que fue? – pregunta Abá

-Está teniendo pesadillas por culpa del imbécil que la acosa, pero ya le explique que no me importa lo que él pueda decir; sé que es y serán mentiras y también sé que él no podrá acercarse a ella; y si por algún asar del destino, lograra llegar a ella y la lastimara, soy capaz de matarlo con mis propias manos. – les dice Alejandro muy serio, mientras me abraza por detrás, como queriendo protegerme entre sus brazos de cualquier amenaza.

-entonces hay que evitar que se le acerque y en cuanto a ti cuñado, será mejor que no la pierdas de vista, tú no puedes tener problemas; eres un juez además del futuro consorte de mi hermanita. Si ese tipo se acerca a Marina, yo mismo le arrancare la cabeza. Ahora dime Mar que fue lo que soñaste? – dice Mario muy alterado.

-para que quieres saberlo Mario, deja en paz a tu hermana! – interviene Erika

-Erika, amor tu no lo sabes, pero comprenderás que a veces los sueños de Mar se cumplen, así que quiero saber ahora mismo que soñó!!! – Mario se me queda viendo y escucho otra voz

-Yo también lo quiero saber, así que comienza a hablar Mar. – ordena Tony

 

Yo les relato todo mi sueño y ellos se quedan pensando, hasta que mi padre pregunta

-cuantas veces has tenido esa pesadilla hija?

-unas cuantas veces, pero siempre es distinta, solo que ahora apareció en mis pesadillas Alejandro y como dije el me dejaba, le creía a ese hombre y tan pronto como Alejandro desapareció en la bruma, el intento estrangularme.

-ya te dije que no te dejare, así que ten por seguro que eso no ocurrirá; te amo y como bien dijo tu hermano voy a ser tu consorte y tu serás mi mujer, mía y solo mía. – dice Alejandro apretándome más a él y besándome en la mejilla dejando que todos lo vean.

-mmm creo que alguien anda con mucho aire de seductor, niñas no dejen mucho tiempo sola a mi hermanita con ese lobo, vestido de cordero. – dice Tony y todos se ríen. Yo le enseño la lengua y Alejandro solo lo ve serio.

-Mario, lo mismo deberíamos decir de Erika, pero en fin, eso es asunto suyo, esta muñequita me pertenece a mí y quiero ver al hombre que tratara de arrebatarla de mi lado. – dice Alejandro muy serio, mientras se sienta en una silla sin soltarme y sentándome en sus piernas, abrazándome fuerte con un brazo, mientras que con el otro toma un vaso de jugo.

-palabras muy posesivas para el futuro marido de una drakoniana. – dice mi madre.

-así es, un concepto que compagina perfectamente con el de lealtad y fidelidad. Si ella solo es y será mía, yo solo soy y seré de ella. – responde y como lo estoy viendo, me besa ligeramente en los labios. Yo me rio y tomando un tazón con fruta que Aytana me sirvió comienzo a comer y a darle a él en la boca.

-ya deja de alterarte y come que debo ir a entrenar y no quiero que estés peleando con nadie.

-no peleo con nadie, y no me altero, estoy haciendo una declaración concreta, y más vale que la creas, porque no te dejare.

-lo sé y por eso te amo, solo espero que mi amor sea suficiente para ti, a pesar de…- le digo mientras acaricio su mejilla

-amor, eres tan diferente a cualquier mujer, fuerte, dinámica, valiente, intrépida, y tan cambiante como una tormenta, que no necesito nada más; contigo tengo suficiente para toda mi vida y mucho más. Quiero que te quede claro, con o sin, tu eres mía ahora, ya habrá tiempo para lo demás; deja de preocuparte por nada, concéntrate en el reto que se aproxima y gánalo ya que no quiero estar lejos de ti por cinco años. – me interrumpe, para después besarme tiernamente en los labios, le correspondo a la caricia sin importar que todos nos vean.




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