(Marina)
Me despierto y veo por la ventana el sol salir, hoy será un día hermoso y más por lo que pasara esta tarde.
Hoy es diez de junio, el día de mi boda con Alejandro, desde el reto todos han estado vueltos locos, y más cuando se anunció a los Drakonianos; quienes comenzaron con los preparativos para mi boda.
Mi madre y la encargada del palacio hicieron arreglos para mis futuras habitaciones, en realidad no me cambiaron de habitaciones solo hicieron algunos cambios, como ampliar los vestidores y cambiar la decoración de la antesala, también cambiar mi cama de tamaño matrimonial por una King size.
Los artesanos y los orfebres, así como los tejedores estuvieron muy atareados ya que todos los nobles querían ordenar algo especial para obsequiarme por la boda.
Las tejedoras se encargaron de crear las telas con las que sería confeccionado mi vestido, eran géneros hermosos y ligeros; las costureras diseñaron y confeccionaron mi vestido y mi velo de novia, unas bellezas que ahora mismo descansan en un maniquí en mi vestidor, en algunos minutos un pequeño ejército de doncellas y guardianas comenzara a correr de un lado para otro para que este lista antes de las once de la mañana.
La boda será a medio día, pero debo recorrer un largo camino atravesando la isla desde mi salida del santuario en el que me encuentro, que en realidad es un pequeño palacete en el risco de los acantilados en el cual las novias pasan las cuarenta y ocho horas previas a su boda por tradición, y deberé llegar hasta el templo en la plaza a un lado del palacio real, todo el camino estará marcado con banderolas de color blanco y oro, desde que llegamos hace dos días no he visto a Alejandro, ya que he estado en el palacete del risco. Ahora tengo cuatro doncellas encargadas del cuidado de mis cosas y de mi persona y cuatro guardianas muy bien entrenadas y bastante celosas de su deber.
Me levanto y salgo al balcón a bañarme con los primeros rayos del sol, paso ahí disfrutando del calor y la energía del sol cuando escucho la puerta abrirse con mucho cuidado, y entrar a las doncellas, lo hacen en silencio y ya que no me han visto, no saben que ya estoy despierta. Shay corre al baño para comenzar a preparar mi baño, así como la cama de masajes para la unción, Lara prepara la mesa para servirme el desayuno, Mira va al vestidor para comenzar a preparar todo mi ajuar para la boda, desde mi ropa interior hasta el vestido, Kara se acerca a la cama para despertarme y es cuando se da cuenta.
-la princesa no está¡¡¡ - dice asustada Kara.
-que dices, ella no ha salido de aquí.- dice Mira desde el vestidor
-ella no está aquí, vean ¡¡¡ - insiste Kara y descorre las cortinas del dosel que cubre mi cama; haciendo que Aytana y Alma entraran por el alboroto.
-que sucede aquí? – pregunta Aytana
-la princesa desapareció, no está en su cama. – anuncia Kara asustada
-solo tienes que calmarte y observar, la puerta ha estado cerrada y la entrada custodiada, como dicta la tradición, así que ella está aquí a menos que saliera huyendo de la boda volando desde el balcón y dudo que eso pasara, adora al que será su consorte.- le responde Alma
-claro que no huiría, y no adoro a Alejandro, lo amo, y estaba en el balcón, no te alarmes Kara, la próxima vez solo busca en el balcón.
-si señora. – me responde avergonzada.
-buenos días Alteza, lista para el feliz día? – pregunta Alma sonriendo
-claro que sí, han visto a Alejandro?
-si esta como león enjaulado, pero tus hermanos, Iván y Omar lo tienen controlado, no te preocupes por él, estará a tiempo en el templo, pero si tú no te calmas no estarás lista a las once, hora en la que tienes que salir de aquí.
-cálmate Alma, son poco más de las siete de la mañana, tenemos casi cuatro horas para que este lista a tiempo.
Me siento a la mesa y como lo que me sirve Lara, un suntuoso desayuno consistente en una rebanada gruesa de jamón a la plancha con acompañado de tomates, cebolla y chiles fritos sazonados con sal y pimienta. Café, y fruta fresca. Estoy segura de que Yukio vigilo la preparación de mi desayuno si es que no lo preparo ella misma.