Los secretos de Marina

CAPITULO 22 “Necesitas Guardaespaldas y lo tendrás”

 

 

            A la mañana siguiente Marina no salió de su habitación hasta pasadas las nueve de la mañana, lo que para todos era muy raro ya que ella era de las que se levantaba siempre a las cinco y trenta de la mañana, por lo que su madre la saludo diciendo:

-buenos días, espero descansaras, ya que es algo tarde para ti?

-buenos días mama, donde están todos

-tu padre está leyendo unos informes que enviaron y a tus hermanos los mande fuera para que durmieras. Te escuche llegar muy tarde

-no era tan tarde mama, llegue a las tres de la mañana

-sí pero no te dormiste hasta pasadas las cuantro, lo sé porque te escuche moverte por tu habitación.

-si lo se tenía algunas cosas que hacer.

-descansaste al menos, Amílcar llamo para saber si estabas bien, me dijo algo de un guardaespaldas para ti

-Que!!! Un guardaespaldas, pero si soy una maestra en artes marciales mama, no necesito una sombra a mi espalda

-dime que paso y yo juzgare eso.

-si dinos que paso, yo también quiero saber- dijo su padre entrando en el comedor

-bueno resumiendo, había cinco borrachos, dos de ellos intentaron sobrepasarse con Alma y Victoria y cuando Iván y Omar intervinieron los golpearon, Alejandro intervino para ayudar a su primo cuando otros tres borrachos se les echaron encima, noquearon a Iván, y a Omar le rompieron la nariz pobre; no podría dejar a Alejandro pelear con cinco hombres así que intervine, pero le dieron un mal golpe y lo aleje de la pelea, por lo que solo quede yo; no quería pelear ni lastimarlos por lo que trate de eludir la pelea pero llegaron los insultos y los golpes a traición así que no me quedo más que dejarlos fuera de combate. Como vez no necesito un guardaespaldas si puedo pelear con cinco hombres mucho más grandes y fuertes que yo. –les conto Marina omitiendo algunas cosas como el intento de herirla con una botella rota.

-mmm te creo, pero el caso es que Amílcar ya lo ha decidido y no creo que puedas hacerlo cambiar de opinión- dijo su padre

-será mejor que comas algo el llegara en un rato- dijo su madre

-pero dijo que enviaría a Matías por mí a medio días, como que vendrá en un rato.

-bueno ya llego la coronel de la guardia que te entrenara y que también será tu guardaespaldas, así que la trae para que la conozcas, tengo  entendido que irán de compras otra vez? Que tanto compras?

-mmm, perdona pero no les había dicho nada pero, Abá quiere que tenga mi propio departamento y hoy quiere que compremos algunos muebles,

-en realidad ya lo sabíamos, el mismo nos lo dijo, también nos dijo que tu trabajo ya no es como pasando de derecho en Grupo Drakaris, sino como representante de cuentas en inversiones y finanzas así como abogada, como es que trabajas para tres departamentos diferentes del consorcio- pregunto su padre

-lo hace porque es inteligente, y porque tiene visión del futuro, a los clientes les gusto su idea, y gracias a ella se consiguió una cuenta de diez millones de euros solo como inversión, ahora está haciendo un plan para lo de comercio, importaciones y exportaciones, y como abogada ha hecho un tipo de contrato totalmente blindado, que protege al consorcio en caso de que el cliente quiera terminar la relación de negocios, la niña es muy inteligente y es por eso que se le debe proteger.- contesto Amílcar entrando por la puerta seguido por una mujer madura, alta de cabellos castaños rojizos y ojos verdes.

-Abá no necesito un guardaespaldas así que olvídalo, soy maestra de artes marciales, y se cuidarme perfectamente, así que no voy a permitir un guardaespaldas.

-no te estoy pidiendo permiso nena, necesitas un guardaespaldas y lo tendrás, no hay discusión en eso, eres una princesa real, aun cuando para el resto del mundo nuestro pueblo sea desconocido, nuestra gente necesita a sus princesas sanas y salvas, para que una de ellas, de preferencia la mejor, y esa quiero que seas tú, sea coronada como nueva reina en unos años; así que deja de discutir. Ella es la coronel de la guardia de dragones imperiales, Aytana Constantin, ella te entrenara y será tu guardaespaldas de ahora en adelante.

-Princesa, para mí es un honor protegerla y entrenarla para la próxima competencia por el legado.

-Gracias coronel, podría llamarla  solo Aytana, me parece más amistoso y no tan frio.

-la princesa puede llamarme como  guste.

-Aytana deje a un lado el título y llámeme solo Marina, ya que si no podrían descubrir lo que soy y recuerde que el ser una de las hijas de Hipólita y de Drako es un secreto.

-entiendo Marina, cuando quieres comenzar a entrenar?

-bueno creo que eso deberemos programarlo porque tengo mis días llenos, tendría que ser durante el tiempo en el que trabajo en la oficina ya que salgo a medio día de la universidad y a las seis voy a entrenar al gimnasio después al dojo dos horas así que tenemos de las trece a las diecisiete horas para entrenar todos los días, si me dices que es lo que vamos a entrenar podríamos programar mejor los entrenamientos.




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