Los secretos de Nova.

CAPITULO 58.

Un escape romántico.

 

Como cada mañana desde hace un mes, la primera persona con quien me topo es Diana y su escandalosa alegría como si le hubiesen dado café. 

En el pasado me hubiese amargado, pero actualmente ella es la única garantía que tengo.

El día en que la sonrisa de Diana desaparezca lo daré todo por perdido, porque eso significaría que algo pasó, que él ya no está.

Cada día verifico que siga vivo. Después de clases lo llamo asegurándome que llegó bien a su casa y así sucesivamente hasta que algo pase.

—¿Y Jess? —le pregunto a Luke ya que no la he visto en toda la mañana.

—Me amenazan por vigilarte a ti, no a la loca salida del manicomio.

Le lanzo un codazo para que respete.

—La vi subirse a la moto de un chico antes de entrar a clases.

Yo preocupada de cuidarla y ella que se fuga con un desconocido.

—Mira, y aquí le di leche normal y no descremada a Hugo—Luke deslizó la foto de su teléfono—, y aquí está bañado en mierda porque no digirió la leche.

Me vino una arcada de repente, quería que dejara de hablar de su hijo por un momento.

— ¡¿Como puedes estar tan tranquilo!? —él juntó las cejas—. ¡Nos pueden descubrir!

—Debes de relajarte —pide Luke obligándome a recostarme en su hombro.

Cosa que me niego parándome frente a él.

—No hasta que me digan que alguno de esos psicópatas esta tras las rejas; o mínimo, fuera de la ciudad.

—Te aseguro que no será el padre de Adrián.

Y ese era mi principal objetivo.

Respiro hondo, peinándome el flequillo hacia atrás.

—No puedo estar con tanta incertidumbre —confieso buscando algo de consuelo en la persona equivocada.

—Escucha, Nova, nadie sospecha que de verdad te atreviste a delatarlos, te subestiman mientras lo estás haciendo bien. Créeme que al primero que colgarían de las bolas si se enteraran seria a mi porque "ese es mi trabajo".

— ¿Me estás diciendo que tú eres mi semáforo y que tengo que esperar a que digas ROJO para preocuparme?

Luke torció la boca.

—Suena muy gay, veme como una bomba en cuenta regresiva. Si ellos se enteran ¡Yo te aviso!

Lo mire absorta.

—Pss... eso no me consuela mucho.

— ¿Quieres que lo haga yo?

—¡AAAAAH!

Me asusto con la aparición repentina de Brayden y si no fuese por Luke ya le habría plantado el puñetazo.

— ¡Chica! —reprende, aprieta mi brazo deshaciendo el puño—. No dañes la carita de Brayden que es lo único buena en este reten.

Pongo los ojos en blanco.

Cambia de piel más rápido que una víbora.

Hay que darle un premio.

—Me iré, no me gusta ser de mal tercio —Luke se levanta palmeando la espalda de Brayden—. Confío en que NO lo mataras.

—Lo intentare.

Las sonrisas entre ambos no pudieron ser más falsas.

—¡Que linda amistad! —alaba Brayden sin leer el ambiente—. ¿No tienes clases?

—Termine el examen rápido y salí ¿Tú? —pregunte.

Elevó los hombros despreocupados.

—Falta 2 meses para la graduación, las clases no son tan interesantes y siempre esta Nayet que me ayuda.

No deje de fruncir el ceño cuando me enganchó los brazos por la cintura.

—Nayet no ayuda sin obtener nada a cambio —pensé en voz alta.

—Es buen amigo mío— me dedicó una sonrisa tierna mientras me estrujaba

Yo fui su mejor amiga y sé más que nadie de las trampas de Nayet; ni Debrah, la chica de la cual nunca quiso admitir estar enamorado se salvó.

—Ten cuido, solamente —advierto en un tono sutil.

— Lo haré.

Iba a seguir insistiéndole pero se inclinó y me plantó un beso en los labios cambiando el tema.

— ¿Esta vez sí iras a donde mi abuela? —consulta.

—Es la sexta vez que me preguntas y apenas es miércoles.

—Bueno, pues por séptima vez te informo: la abuela Nora te espera con arepas y jugo de guayaba.

Lo que menos se me antoja es comida.

—Aunque me encantaría —me zafo amablemente de su abrazo—, recuerda que no puedo salir de la ciudad.

Y con "no puedo" me refiero a que ninguna de las personas en mi lista puede salir de la ciudad porque pierden la protección.

Sé que no puedo controlar a los demás, pero a Brayden no lo voy a descuidar.

—Cuando todo esto acabe estaría encantada de ir —prometo.

—Te tocara cumplirlo porque en serio me está amenazando con desheredarme si no te llevo.

Entonces, mientras lo veía reír se me pasó una idea por la mente.

Él achinó los ojos, desconfiado.

— ¿Que?

—¿Y si nos fugamos? —propuse.

Brayden abrió los ojos, demasiado sorprendido, pero no lo suficiente para dejar pasar la oportunidad.

—¿A dónde? —ladeo una sonrisa.

—Tengo casa sola...

— ¡No se diga más!

En un segundo estaba en el suelo y en el otro en los hombros de Brayden, se había agachado para cargarme en sus hombros.

—¿Qué haces? se me va a ver todo —se me escapa la risa intentando bajarme la falda.

—Yo te ayudo.

Dijo el hombre que resolvió poniendo su mano en mi culo.

—Gracias... ¡AUU, BRAYDEN!

Mi cabeza hizo un sonido seco al golpear con la esquina del casillero. mi cerebro no proceso todo al mismo tiempo, llegue a ver estrella cuando Brayden me bajó de pronto y casi me caigo de boca.

—¡Lo siento! —me abraza fuerte sobándome con mucho énfasis la cabeza—. ¡Fu-fue un accidente!

—Jodete— lo empuje y camine lo mejor que pude hacia su auto.

Recosté el asiento completo hacia atrás y cerré los ojos de camino a mi casa.

—¿Te sientes mejor? —habló bajo, con miedo y muy preocupado

Quité el cinturón de seguridad y me enderece.

—¿Qué esta fue tu venganza por las patadas en las bolas?

—No era mi intención —se le cristalizan los ojos.



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En el texto hay: romance, secretos, drama

Editado: 27.04.2024

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