Los Secretos de una Mujer

Pamela

- Jared -

Estos días he tenido que venir a la universidad para realizar algunos proyectos, ensayos y hasta exámenes sorpresa. Por lo que no solo me la he pasado con el estrés a tope y trabajando como hormiga antes de la lluvia. Sino que también a causa de eso no he podido ir a la constructora y aunque tengo permiso de ausencia por estudios, me pone mal no poder ver a Lila. Ya me estoy acostumbrando a llamarla así de tanto oírlo de sus hermanos, aunque lo uso en secreto, no vaya a ser que ellos me escuchen y me quieran castrar.

Y hablando de castrar ¿Recuerdan el peculiar encuentro que tuvimos Violeta y yo con sus amigas hace unos días? Buen susto que me dieron ese par de locas y no solo me refiero a que me amenazaron con un par de extintores, lo cual me pareció absurdo al principio. Al menos hasta que recordé que en vez de tener neuronas en la cabeza ellas nacieron con fuegos artificiales, capaces de cualquier cosa si las dejabas prender la mecha. Algo que tuve la desgracia de comprobar apenas una hora después de volver a verlas...

(Flash Back)

En la oficina que Jared compartía con otros dos pasantes, Pamela y Luis, los tres estaban concentrados trabajando hasta que alguien tocó a la puerta para después ser abierta y dejar ver a Cristina, la secretaria de Violeta.

- Vega, la señorita Violeta pide verte en su oficina de inmediato - le avisa con educación

Al oírla Jared no puede evitar sonreír y de inmediato piensa que su flor salvaje quiere continuar con la "sesión de masajes" que habían dejado inconclusa y que cabe destacar que de masaje no tenía nada. Con rapidez se pone de pie listo para salir, estaba tan emocionado que no se percató de la expresión de celosa psicópata que puso Pamela al saber quien lo buscaba y más al ver la emoción de Jared.

Al salir de la oficina empezó a caminar por el pasillo que lo llevaba a la de Violeta, pudo notar que Cristina se había adelantado al grado de que ya la había perdido de vista, pero no le dio importancia. Siguió su camino hasta que unos pares de manos finas sujetaron la espalda de su saco y lo jalaron con agilidad, sin siquiera permitirle poner resistencia.

Se sorprendió al verse metido en el baño de mujeres, al principio se imaginó que era Violeta quien encabezaba esta travesura y esa idea lo hizo sonreír con picardía. Pero volvió a sorprenderse al no ver a Violeta, sino a sus amigas Brisa y Tara, que no tenían una expresión muy amigable cabe decir.

- Muchachas, ¿Pero qué creen que están haciendo? - cuestiona él inquieto

- No hables, que aquí mandamos nosotras - le aclara Brisa con seriedad

Mientras Tara ponía el seguro a la puerta, algo que tranquilizó a Jared pues así no habría riesgo de que alguien entrara y pensara cosas que no eran. Sin embargo, a los pocos segundos la tranquilidad se fue, dandole paso a la preocupación, pues estando encerrado nadie podría auxiliarlo si las chicas decidían masacrarlo.

- ¿Cuáles son tus intenciones con Violeta? - lo interroga Brisa con lo brazos cruzados

- La amo y quiero recuperarla - contesta desde el corazón

- ¿A costa de que? - inquiere esta vez Tara

- De mi propia vida si es necesario - responde sin titubear

- ¿Cómo podríamos creerte? Digamos que no tienes muchos puntos a tu favor - cuestiona Brisa con desdén - primero terminas con ella de la nada, luego te la medio follas en una noche de alcohol solo para dejarla con las ganas y aún así a los pocos días te atreviste a hacerle un juramento que quedo enterrado por 5 años. Ahora regresas como si nada hubiera pasado y esperas que ella te acepte así sin más, ¿Que garantía tenemos de que esta vez no volverás a arrepentirte volviéndola a lastimar? -

Jared baja la mirada con pesar, pues sabe que en gran parte tienen razón y sabe que si ellas piensan así Violeta también lo hará.

- Aún así confiaremos en ti y te apoyaremos - escucha decir en voz baja a Tara

Jared vuelve a levantar la mirada sorprendido por aquella declaración.

- ¿Qué? - no alcanza a decir algo más

- Creo que estar en un baño que no huela a establo te esta afectando el cerebro - se burla Brisa - le hiciste mucho daño a Lila cuando te fuiste, pero también estamos conscientes de lo feliz que fue a tu lado y lo fuerte que llegó a ser su amor -

- Por eso, al ver cómo sus ojos brillaban al hablar de ti y de todo lo que has hecho para acercarte a ella en estas semanas supimos que aún te ama, tanto o incluso más que antes - continúa Tara - solo está asustada, no quiere volver a sufrir. Es por eso que si quieres volver a su lado tienes que hacer las cosas bien, sin miedos, sin arrepentimientos, sin despedidas -

- ¿Podrás cumplir con esas normas, con tal de hacerla feliz? - le pregunta Brisa con toda la seriedad que nunca le había visto

- Lo aré - les confirma

Ambas jóvenes lo miran con detenimiento tratando de descifrar la veracidad de sus palabras, al encontrarla las chicas se miran y sonríen con complicidad, algo que en vez de tranquilizar a Jared solo logró asustarlo.

- Bien, te creemos - comenta Brisa - pero solo para estar seguras... -




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