Los Secretos de una Mujer

Nuevo secreto

- Jared -

 

 

 

Después de la conversación que tuvimos en el parque, llevé a Violeta a mi departamento sin permiso a despedidas. A partir de ese día todo fue viento en popa, no tardamos en comprometernos y cuando su familia se enteró nos brindó todo su apoyo. Ahora somos un feliz matrimonio, padres de tres hermosas niñas y un niño. Nuestra vida no puede ser más perfecta, tenemos el hogar que siempre quisimos, lleno de amor, armonía y diversión. ¿Qué más podría pedir?

 

 "¿Que todo eso fuera verdad?"

 

Ah, cierto...

 

Lo que en realidad está pasando es que estamos discutiendo, si tal y como lo leyeron, no llevamos ni una hora reconciliados y ya estamos peleando.

- Dejame ver si entendí - trato de razonar con ella - me estás diciendo que después de tanto tiempo de espera, sufrimientos, problemas y secretos. ¿Quieres que guardemos otro secreto? -

- Solo será por un tiempo - busca convencerme

- Pero es que no entiendo porque - empiezo a desesperarme - si ya no soy tu profesor, tú ya no eres menor de edad y ya no estas con nadie no veo porqué tenemos que volver a ocultar nuestra relación -

- Porque soy tu jefa Jared - me explica - si en el trabajo se enteran que estamos saliendo van a pensar que yo soy una cualquiera que se aprovecha de su puesto para seducir a mis empleados y que tú buscas conquistarme solo para establecerte en la empresa. Además tú mismo lo dijiste, acabo de salir de una relación y no quiero que mi familia piense que lo termine por ti o que incluso lo engañe contigo -

- No te ofendas preciosa, pero es justo lo que pasó - aclaro escéptico

- Bueno si pero ellos no tienen porque enterarse - habla entre dientes

- No es justo Lila, no quiero hacer esto, no otra vez - hago berrinche

- Yo tampoco quiero fingir ante todos los demás que me eres indiferente cuando eres el amor de mi vida - se acerca para abrazarme de la cintura - pero sabes lo importante que es para mí todo lo que me une con mi papá y la constructora es una de las más valiosas. No quiero ensuciar su legado por los chismes que otros puedan crear al vernos juntos. Pero no solo se trata de mí, sino también de ti, eres un gran arquitecto y quiero que todos se sorprendan por tus logros sin tener que verte a través de mi -

- No voy a negar que hasta cierto punto es razonable lo que me pides - acepto rendido - pero no quiero que la bola de escorpiones te crean disponible y busquen conquistarte sin que yo pueda hacer nada para evitarlo -

- No digas tonterías mi amor, yo solo te amo a ti y si en todos estos años me fue imposible olvidarte, con mayor razón ahora que te he vuelto a tener a mi lado - me da pequeños besos en los labios - no importa que intenten hacer en nuestra contra, nada logra separarnos -

Sopeso sus palabras a la vez que intento buscar algo con que rebatir, pero no se me ocurre nada y es porque sé que en gran medida tiene razón, pero mi miedo a perderla no me permite aceptarlo.

- Dime que si mi ciego de lindos ojos - insiste - solo será durante las horas de trabajo y frente a mi familia, después de eso seremos libres de demostrarnos nuestro amor de todas las formas que queramos -

- ¿Si sabes que es en el trabajo en el único lugar en el que nos vemos y que es precisamente ahí donde nos ve tu familia, verdad? - pregunto mientras la acerco más a mi

- Pues si ese es el problema podemos arreglarlo y creo saber como - comenta emocionada

- ¿A si? Pues dime, iluminame con tu sabiduría - me burlo

- Si tú aceptas ayudarme con esto que te pido yo te prometo que haré hasta lo imposible para venir a quedarme a tu departamento todos los fines de semana - sugiere coqueta

- ¿Y qué podríamos hacer estando tú y yo tanto tiempo solitos? - pregunto bajando mis manos por su cadera

- No lo sé - me mira seductora acariciando mi tatuaje por encima de la tela - podríamos hacer cositas -

- ¿Cositas? - ronroneo - ¿Como cuales? -

- Hay muchas cositas que me gustaría hacer contigo, por ejemplo... - guarda silencio fingiendo pensar

Yo estoy que la lanzo al sofá para hacer esas cositas que me está proponiendo, pero justo cuando estoy por dejarme llevar por mis instintos depredadores Violeta se aleja para caminar por toda la sala mientras dice no se que tantas tonterías.

- Podríamos cocinar, ver películas, ir de compras, jugar juegos de mesa - me esta jodiendo

Sin dejar que se aleje más la tomo de la cintura y como había querido hacerlo desde un principio la dejo caer en el sofá conmigo sobre ella. A la vez que la aprieto contra mi pecho para que no intente escapar.

- Los únicos juegos que estoy dispuesto a jugar contigo es en los que pueda tenerte desnuda entre mis sábanas - mi voz se a vuelto muy ronca

- ¿Eso quiere decir que aceptas guardar el secreto? - cuestiona con toda la inocencia que no tiene

- Esta bien, mantendremos lo nuestro en secreto - accedo resignado

Apenas digo esas palabras siento mi cuerpo girar hasta llegar al piso y es que de alguna forma que no logro entender Violeta nos ha hecho rodar haciendo que ella esté encima de mi. Por suerte la alfombra amortiguó el golpe, a la vez que Violeta sostuvo mi cabeza con una de sus manos.

- Cerrado el trato ya no hay nada más de que hablar - me regala un beso lleno de pasión - juguemos -

Eso lo susurró sobre mis labios, para luego empezar a correr escaleras arriba entre risas. No sé porque siento que eso ya me lo había dicho antes, pero al no lograr obtener ningún recuerdo le resto importancia y me pongo de pie para encontrar a mi pequeña fiera.

- ¿Violeta? - la llamo entrando al cuarto

La busco en el baño, dentro del armario y hasta por debajo de la cama. Pero no la encuentro, así que salgo en dirección al cuarto de huéspedes que acondicione como gimnasio. Estando ahí me encuentro con su abrigo que llevaba puesto.




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