- Violeta -
- Hola ¿Qué tal? Soy Marco - lo saluda despreocupado
No le hubiera dicho eso, apenas escuchó su nombre su mirada se oscureció aún más de lo que ya estaba. En cuestión de segundos ya lo tenía sujeto de la playera contra la pared, yo no sé cómo le hace este hombre para tener tanta agilidad.
- ¿Es que acaso no fui claro cuando te advertí que te alejaras de Violeta? - cuestiona iracundo - creo que debí ser más específico aquella vez para que lograras entenderlo, aunque no es demasiado tarde para intentarlo ahora -
- Jared Vega, deja ya de amenazarlo, las cosas no son como tú crees - trato de separarlos
- ¿Vega?... ¿Que no es usted el profesor que me amenazó en la preparatoria? - pregunta Marco confundido
- El mismo que viste y calza hermanito - responde Tara entrando a la sala - y hasta donde sé bastante grande -
- ¡¡TARA!! - no puedo creer que haya dicho eso
Al menos su indiscreción hizo reaccionar a Jared, quién terminó soltando a Marco bastante sonrojado y con una expresión de vergüenza.
- Vaya, ya decía yo que tanto interés en una alumna no era normal ¿Y esto cuando paso? - nos señala refiriéndose a nuestra relación
- Eso a ti no te importa - Jared lo corta molesto
- Ay hombre ya deja los celos - lo regaña Brisa - Lila y Marco ya hicieron las paces desde hace años y ahora son buenos amigos -
- ¡¿Y cuándo pensabas decírmelo?! - me reclama
- Ya es suficiente - me esta hartando - ven conmigo -
Sin dejarlo oponerse lo llevo hacia el corredor que lleva a las habitaciones.
- ¿Puedes dejar tus celos de una vez? - cuestiono irritada - ya me estas hartando -
- Osea que tú si puedes celarme con Pamela, pero yo no puedo hacerlo con el guachinango ese -
Que manía la suya de llamar a los hombres con nombres de animales.
- No compares Jared, Pamela no hace más que coquetearte - me excuso - en cambio Marco no tiene terceras intenciones conmigo, solo somos amigos -
- ¿Cómo puedes decir eso? ¿Es que acaso ya olvidaste que te estuvo acosando en la preparatoria? - ok, tiene un punto
- No, no lo he olvidado pero Marco ya no es el mismo de antes - lo defiendo - el tiempo que estuvo lejos le ayudó a madurar, ahora es más respetuoso y amable. Y aunque siguiera siendo el mismo de antes tú mejor que nadie sabe que mi corazón solo te pertenece a ti, se oponga quien se oponga -
Mi comentario parece tranquilizarlo, haciendo que me rodee la cintura con sus brazos.
- No quiero que te vuelva a molestar - hace berrinche
- Y no lo hará - le aseguró - pero si llegara a pasar sé que tú estarás ahí para defenderme -
- No dudes que así será, siempre estaré para ti - dicho eso une sus labios con los míos en un beso tierno
Ya domada a la bestia que tengo por novio, regresamos a la sala donde están los demás. Cuando Marco nos ve llegar se pone de pie y se acerca a Jared con cierta pena.
- Entiendo que te moleste mi presencia después de lo que le hice pasar a Violeta - se ve incomodo - pero así como lo hice con ella al volver también quiero disculparme contigo, solo buscaba llamar la atención de todos los que me rodearan y en esos días Violeta fue mi medio para ello -
En otras palabras solo me usó.
- Esta bien, acepto tus disculpas - corresponde Jared - mientras no lo vuelvas a hacer todo estará bien -
Ambos se dan un apretón de manos dando por terminada la conversación.
- Ya que han hecho las paces que les parece si cenamos para festejar - sugiere Tara
Todos asentimos emocionados mientras nos dirigimos al comedor, sobre todo Jared y yo que no pudimos comer mucho en la oficina. Digamos que estuvimos ocupados en otras cosas.
Después de casi una hora cenando y conversando de todo y de nada, el ambiente se ha relajado bastante. No voy a decir que Jared y Marco ya son mejores amigos, pero al menos ya no se han intentado matar entre si.
- Bueno chicos me dio gusto compartir este rato con ustedes pero es hora de retirarme - se despide Marco
Cuando se ha despedido de cada uno se retira siendo acompañado por su hermana. Ella regresa con pereza al sofá donde se encontraba hace unos segundos, pero a penas se sienta la puerta vuelve a sonar haciéndola resoplar.
- Algo debió haber olvidado este hombre - se queja entre dientes
Sin tener más opción se vuelve a levantar caminando rumbo a la puerta y mientras ella abre yo me acurrucó en el pecho de mi novio. Unos segundos después de ver quien tocaba, Tara cerró la puerta azotándola con fuerza recargándose en ella.
- ¿Y ahora qué pasó? - pregunta Brisa extrañada
- No era mi hermano - susurra con miedo en su voz
- ¿Entonces quién es? - ahora soy yo la que pregunta
- Son los tuyos - responde aún más pálida de lo que ya estaba
En ese momento el tiempo se detiene y podría jurar que ninguna de nosotros respiró, al menos hasta que mis hermanos vuelven a tocar la puerta y todos nos ponemos a correr como locos sin saber qué hacer.
- Violeta, tienes que esconderlo - me susurra Brisa
- ¿Pero donde? - hablo igual pero con desesperación
- Llevalo a uno de los cuartos - sugiere Tara
Yo le hago caso y arrastro a Jared hasta el primer cuarto que encuentro, que curiosamente es el de Brisa.
- Metete ahí - ordeno señalando el armario
- Yo no puedo entrar ahí - se niega
- ¿Por qué no? - cuestiono incrédula
- ¿Por qué después como salgo? - responde con otra pregunta
- Por la puerta, por donde más - contesto exaltada
- No puedo, yo no soy de los que salen del closet - hace un ademán femenino con las manos
- Ay dejate de estupideces y entra ya - lo empujo sin dejarlo oponerse - y por lo que más quieras no hagas ruido -
Cuando ya está encerrado salgo del cuarto y regreso a la sala, a la vez que Tara vuelve a abrir la puerta. De inmediato mis hermanos entran como si esta fuera su casa, sus miradas recorren todo el lugar hasta posarse en mi.