Juntos

- Jared -

Ya es jueves por la mañana, estoy en mi departamento terminando de empacar para el viaje. Tengo muchas cosas planeadas para los días que estemos allá, solo espero que no se complique de más el proyecto y me arruine todo el fin de semana. Ya en el taxi nos dirigimos al aeropuerto, es bastante temprano por lo que no hay tráfico. Durante gran parte del camino me mantengo en silencio viendo la ciudad despertar por la ventana. Estoy perdido en mis pensamientos hasta que el chofer habla.

- ¿Viaje de negocios o placer? - pregunta para hacer conversación

- Un poco de ambas, supongo - dirijo mi mirada hacia el retrovisor

Desde ahí puedo ver su expresión confundida, así que trato de explicarme.

- Se supone que es un viaje de negocios pero iré con mi jefa que también es mi novia, algo que ni la empresa ni su familia sabe, básicamente porque sus hermanos mayores también son mis jefes - ni siquiera sé porque le estoy diciendo esto

- Pues que suerte tiene de poder ir con ella - dice interesado

- En realidad fue mi cuñado quien sugirió que yo fuera - le hago saber - él cree que me acuesto con la chica de la que ha estado enamorado desde niño, que además es la mejor amiga de su hermana, mi novia. Supongo que me quiere distanciar de su chica o algo así -

- ¿Y si tanto le preocupa que alguien se la quite porque no se le declara? - yo me pregunto lo mismo

- La verdad no tengo idea - soy sincero - lo peor es que ella también está enamorada de él y aunque ambos lo saben ninguno se atreve a aceptarlo, en vez de eso se la pasan peleándose como perros y gatos cada que se ven -

- Que locos - comenta con gracia - ¿Y cómo es que usted terminó saliendo con su jefa? -

- Es una larga historia y más complicada de lo que cree - él me mira invitándome a seguir - en realidad ella fue mi alumna hace como 5 años, nos enamoramos pero ella era muy joven aún y yo además de ser su maestro le llevo 10 años. Así que decidí alejarme de ella, hasta que volví hace poco, solo que no contaba con que al volver ella ya tendría novio -

- ¡¿Y cómo le hizo para recuperarla?! - está cada vez más sorprendido

- Mejor pregunteme que no hice - comento con una ligera risa - hice desde la cosa más cursi como dejarle una rosa en su oficina o darle chocolates en forma de corazón, hasta acosarla a cada paso que daba. ¡Hasta hice un pacto con el par de demonios que tiene por amigas! Sin contar que he buscado hacerme amigo de sus hermanos -

- Vaya, eso si que es amor - declara impactado

- En eso tiene razón - concuerdo con él - la amo con todo mi ser, no sabe el suplicio que viví al estar separado de ella -

- Lo que no entiendo es porque lo ocultan ante todos - comenta consternado

- Si viera que yo tampoco lo entiendo - digo con desgane - ella me pidió que así lo hiciera y la verdad es que no puedo decirle que no a esa pequeña fiera -

- ¿Fiera? - parece no entender porqué le llamo así

- Así le digo porque cuando se enoja es peor que una leona cuidando a sus crías, ya perdí la cuenta de las veces que me ha golpeado por hacerla enojar - le explico recordando todas las patadas que me ha dado

- Ni que lo diga, yo no sé de donde sacan eso que la mujer es el sexo débil, si cuando se enojan pueden ser peores que el mismo diablo en persona - tiembla falsamente ante su propio comentario

Algo me dice que a él también le tocó una fiera como la mía, deberíamos hacer un club. Nos volvemos a sumir en el silencio. Cuando llegamos al aeropuerto me bajo del taxi, mientras el chofer me ayuda a sacar las maletas de la cajuela. Al tenerlas conmigo le pago por el viaje, añadiendo una cantidad de agradecimiento por haberme escuchado.

- Que le vaya bien en su viaje señor - comenta cuando estoy por irme - y suerte con su fiera -

Eso último me hace sonreír siendo correspondido por el chofer, mientras le agradezco. Entro al aeropuerto en busca de Violeta, al cabo de unos 5 minutos logro verla sentada en el área de espera junto a sus tres guardianes. Solo espero que a estos locos no se les ocurra querer acompañarnos al viaje, porque soy capaz de arrojarlos del avión. Con esa idea en mente me dirijo hacia ellos con una sonrisa del tipo no planeo matar a mis futuros cuñados. Al llegar a ellos el primero en verme es Miguel, quien no duda en apuñalarme con la mirada, pero en seguida la cambia por una más neutral, pues Lila también se percata de mi presencia.

- ¡Vega! Que bueno que ya llego - me saluda aliviada

- Espero no haberlos hecho esperar mucho tiempo - digo saludando uno por uno

- Ya estamos acostumbrados a que nos decepciones - ese fue Miguel despotricando nuevamente en mi contra

Segundos después terminó casi en el suelo a punto de asfixiarse por la falta de aire, cortesía de mi hermosa novia, quien no perdió el tiempo en propinarle un codazo en el estómago. Mientras él intenta no morirse, los demás se concentran en comentarnos a Violeta y a mí todos los pormenores relacionados con el viaje.

Poco más de una hora después ya estamos listos para abordar el avión. Los chicos se despiden de nosotros, sin dejar de lado los consejos hacia Violeta de no hacer nada estúpido y las advertencias hacia mi de que si algo malo le pasa lo pagare con mi vida.

- ¡Ya sueltenme, o me harán perder el vuelo! - esa es Violeta regañando a sus hermanos, pues estos llevan abrazados a ella por al menos 5 minutos

A la mala los tres se separan de ella y centran su mirada en mí.

- Cuidala mucho, por favor - me pide Noah - es el tesoro más valioso de la familia -

- No te preocupes, la protegeré con mi vida - y lo digo en serio

- Ah, y Jared - Miguel llama mi atención - no te acuestes con ella -

"Uh, ya te arruino los planes"