- Jared -
- Mamá, qué sorpresa verte por aquí - Lila la abraza con emoción, se ve que la extrañaba mucho - viniste sola verdad -
- Claro mi niña, estaba aburrida en la casa - le hace saber con una sonrisa - así que quise ver cómo estaba mi querido yerno -
- Tú sí que eres única Lucy - le dice Brisa - yo quiero una suegra así -
- Pues ahí tengo a mis tres hijos, tú nada más dime cual quieres - mi suegra le guiña el ojo con picardía
Eso provoca que Brisa se sonroje, a lo cual todos nos reímos. Excepto Violeta, quien se tensa al oír hablar de sus hermanos. Nos quedamos conversando por al menos media hora, hasta que el timbre vuelve a sonar.
- Vaya hoy si que estamos muy solicitados - comenta Lila mientras se levanta - esta vez deben ser tus padres cielo -
Camina alegremente hasta la puerta y sin preguntar quién está del otro lado, la abre con una sonrisa. La cual se borra al ver de quienes se trata, que son nada más y nada menos que sus hermanos. No pasaron ni 3 segundos cuando Violeta ya les había azotado la puerta en la cara con toda la ira que tenía contenida. De inmediato se gira a ver a su mamá con la cara roja de la rabia.
- ¡¡¿Qué carajos hacen esos idiotas aquí?!! - cuestiona alterada - ¡Te dije que no quería volver a verlos! -
- ¡¡Violeta Rubí Sandoval Ríos, no vuelvas a gritarme de esa manera!! - ¿Se llama Rubí, desde cuando? - yo tampoco los he vuelto a ver desde aquel día, no tenía idea de que se atrevieran a venir -
- ¡Venimos en son de paz, solo queremos hablar! - esa es la voz de Erick, al otro lado de la puerta
Al oírlo Violeta le suelta tremenda patada a la puerta, que bien pudo haberla roto. Estoy seguro que iba dirigida a ellos, bendita puerta que se les atravesó.
- Cariño, creo que deberías dejarlos pasar - le hablo buscando calmarla
- ¡¿Para qué, para que terminen lo que iniciaron en la universidad y esta vez si te maten?! - vuelve a golpear la puerta, esta vez con su puño el cual provocó que sus nudillos si pusieran rojos por la fuerza
- Eso no va a pasar florecita - digo con dulzura - ya los oíste decir que solo quieren hablar, deja que entren -
- No quiero verlos - sentencia con dolor, mientras deja caer algunas lágrimas
- Hagamos algo, ¿Porque no te escondes mientras ellos estén aquí? - le sugiero extendiéndole la mano izquierda - no dejaremos que te vean, así no podrán molestarte -
Ella parece pensárselo un momento, hasta que accede con tristeza. Al llegar hasta mí se acurruca en mi pecho, subiendo sus pies a los míos y escondiendo su cabeza en el hueco de mi cuello. Yo por mi parte la cubro con una manta como si fuera un bebé, cuando ya está acomodada me dispongo a hablar.
- ¡Pasen chicos, está abierto! - les grito
Al entrar su mirada se dirige a cada una de las mujeres que aquí se encuentran, primero está su madre que los mira con decepción, después está Tara quien los ignora olímpicamente, seguida de Brisa que parece querer esconderse también y por último está Cristhal quien empieza a temblar con la cabeza gacha. El dolor que sentí en el corazón cuando estuve con ella en el hospital vuelve a surgir y por alguna razón pienso que Noah tiene algo que ver con eso.
Pero, ¿Por qué pienso eso?
Su mirada no tarda en llegar a mi, puedo ver como inspeccionan cada marca visible de mi piel, para luego posar sus ojos en el bulto que sostengo entre mis brazos.
- Pasen muchachos, están en su casa - los invito con cordialidad - Violeta no está en casa, salió hace un rato -
Ante mi comentario todos me ven como si estuviera loco, pues no solo fue ella quien les abrió la puerta en un principio, sino que a pesar de que la tengo tapada sus piernas cuelgan por fuera de la manta. Aún así prefieren seguirme la corriente, sabiendo que es lo mejor para ella.
- ¿Cómo te sientes? - Erick es el primero en hablar
- Ya mejor, gracias. Su herma... - antes de poder terminar la palabra Violeta me golpea en mis costillas dañadas - Lila me a cuidado bien -
- Eso es normal en ella - comenta Noah - lo hacía con nosotros desde que era pequeña, aún sabiendo que nosotros somos mayores. Lo aprendió de mamá -
- ¿Puedo saber a qué se debe su visita? - les pregunto
- Bueno creo que será mejor que me vaya - habla Brisa con ansiedad
- También yo - la secunda Criss
Ambas se paran, pero apenas dan un paso la voz de Miguel las detiene.
- ¡Quedate!... Quédense - corrige - por favor -
Las dos me miran como pidiendo ayuda, pero yo solo asiento esperando a que accedan. A regañadientes lo hacen.
- Queríamos disculparnos con ustedes por lo que pasó - continua Noah mirando de reojo a mi hermana - perdimos el control, yo lo perdí -
- No es que quiera excusarnos pero fue algo tan inesperado que no supimos como reaccionar - dice Erick - nos dolió saber que nuestra hermanita no confiaba lo suficiente en nosotros como para contarnos algo tan importante y que nuestro amigo nos haya usado -
- Me disculpo por eso último - les hago saber - no era mi intención usarlos como trampolín para llegar a Violeta. Ella me lo advirtió desde el principio y no le hice caso -
- ¿Y por qué ocultarlo, no era más fácil decir la verdad? - pregunta Miguel
- Ese fue mi error - para sorpresa de todos quien dijo eso fue Violeta estando aún escondida bajo la manta - convencí a Jared de que no dijéramos nada. Yo acababa de terminar con Sebastian y él llevaba poco tiempo en la empresa, eso y que tenía miedo a su reacción -
- No culpo a Lila por pensar así - Miguel habla como si ella no estuviera - desde que tengo memoria papá siempre nos enseñó a cuidar de ella y nos hizo prometerle que la protegeríamos cuando él faltara -
- Dudo que a papá le hubiera gustado ver a sus hijos actuar de esa manera - comenta Lila sin moverse
- Lo sabemos, ya alguien más se encargó de hacérnoslo saber - Noah mira a su mamá - nos excedimos al intentar cuidarla, tanto que al final fuimos nosotros quienes la lastimamos -