¡¡Hasta que te encuentro!!
¿O eres tú quien me encuentras?
Porque chocamos de frente en medio de mi terreno
La sorpresa activa nuestras defensas e intercambiamos un “Hola” escéptico, cargado, tenso…
"¡¡No hay tiempo!! Necesito seguir y que no estés en el medio!!"
Reacciono disfrazando con fuerza mis inseguridades; me elevo, tú te elevas…y libramos así un pequeño pulso de voluntades:
—Ahí no
Te digo mientras me impongo y te dirijo hacia otra parte “después de todo está en mi juego; donde yo marco las artes”
Tú te revelas:
— Espera, yo sólo puedo
Y tu mirada me dice “Obedezco pero no me doblego”
Yo cedo,
respeto que no dejes de ser tú por intentar agradarme, por no andar por tu suelo… admiro cómo decides entonces seguirme sin rebajarme y sin desarmarte.
Se me grava a fuego tu secreto mensaje:
“Tranquila, sin armas, no hay alfas, somos iguales, cerramos en tabla, ni ganas, ni pierdo”
Y sé que ni puedo quebrarte ni intentas hacerlo…
Para bien o para mal, has ganado este duelo.