Un extraño arbustillo ha crecido aquí y allá en mi suelo
Es bien pequeño y casi nunca lo veo;
pero cuando me lo tropiezo...
sus espinas me arañan obligándome a verlo, y a reconocer que es hermoso lo que encuentro:
Son recuerdos que nacen del polvo de estrellas de tu nuevo cielo.
Uno donde nuevas constelaciones narran otro cuento en el que ya quizá no existe ni siquiera mi recuerdo.
Yo me arrodillo, las veo y te dejo allí mis mejores deseos —esos que salen de la parte más dulce de mi secreto —me levanto y los dejo, feliz y triste al mismo tiempo...
Tomo de la mano al tiempo, y camino en silencio.