Los siameses Berthol

H.H Holmes. Diferentes historias en una sola conclusión.

En el submundo existe el mal. Eso se narra en las leyendas.

 

 

 

 

- Te juro que es verdad ¡En el submundo existe el mal!

 

- Imposible. Si hay asesinos, pero lo que me cuentas es salido de una típica película de terror. Nadie es capaz de atrocidades

 

- Los sociópatas si lo hacen. Te acuerdas de ¿H.H Holmes?

 

- ¿No sé quién es?

 

- H.H Holmes, fue un asesino de chicago. Mato a más de doscientas personas se dice. En un hotel cometía sus atrocidades. De niño fantaseaba con el método de investigación de Sherlock Holmes, y por eso se hizo llamar así. Ya de adulto asesinaba animales pequeños, y estaba obsesionado con la carne. Disecaba los mismos.

 

- ¡Era un loco! No es nada parecido a lo que me cuentas sobre la bestia.

 

- No, espera. Este hombre se dedicó al estudio de la medicina, y seducir mujeres ricas a las cuales les tenía un odio, tal vez porque su madre era puritana. La cuestión es que con dinero fue estafando, contratando obras inconclusas, y demás construyó un Hotel en Chicago en medio de la exposición en el año 1893, que atraería millones de personas de todo el mundo, entre ellos personas solitarias que iban a hospedarse al hotel de aquel criminal. Cada recama estaba preparada de manera que pudiese llevar a otra recama, y lugares escondidos donde perpetrar sus crímenes. Con gas asfixiaba a sus víctimas, y luego desde un montacargas las llevaba a un cuarto de subsuelo para descuartizarlas, y las piezas incinerarlas, e introducirlas en ácido sulfúrico, o una cubeta de cal.

 

- Era parece como acaba con sus víctimas. Pero, ¿cómo nadie supo de la verdad?

 

- Era muy cuidadoso. Jóvenes mujeres ricas, solas, u hombres solos. Evitar que nadie preguntase, ni hubiera visitas, ni nada. Luego de concluida la feria, continuaba con sus asesinatos, contratando mujeres jóvenes, y les hacía firmar una póliza de seguros.

 

 

 

 

Luego las encerraba en una bóveda. Una suerte de caja fuerte donde morían por hambre.

 

- ¿Nunca lo descubrieron?

 

- Al principio no, pero realizó cierta estafa con los seguros que llevaron a investigar, motivo por el que tuvo que refugiarse a Texas. Luego por el robo de un caballo, fue a la cárcel, y no tuvo mejor idea que alardear de su fama de asesino, y lo delataron. La policía finalmente realizó la investigación, y se sorprendieron con lo que descubrieron. Habitaciones que llevaban a otra habitación. Cuerpos descuartizados. Para 1896 fue condenado por el tribunal de Filadelfia a muerte, y ahorcado.

 

- Impresionante, pero no se parece a la leyenda de la bestia.

 

- Bestia, es solo una leyenda, pero tan tenebrosa, por relatar los hechos, pero quería que veas que existe el mal en el mundo en carne propia.

 

- No lo sé. H.H Holmes posiblemente fue un asesino despiadado, aunque lo que me dices, los Berthol son un infierno en vida.

 

- Los siameses Berthol, son la peor existencia. Nunca fueron separados desde su abominable nacimiento. Nunca, y el poblado los maldijo con la muerte, pero ellos regresaron. Regresaron para devorar a todo aquel que se acerque a la morada, es por ello que el pueblo desapareció de los mapas. Todos se han ido, y los que se quedaron perecieron, y su piel es el firme ejemplo de barbarie.

 

- Son leyendas. Es muy probable que fueran una invención del folclore antiguo de los pobladores de ese paramo muerto que dejó de existir por otras causas tal vez.

 

- ¿Causas? La única causa son esos demonios. Esa bestia, volumen de esperpento.

 

- Patrañas puras de tus ideas de creyente en todo lo que la poesía del miedo pueda generar con el boca a boca de las voces. Las personas en su idiosincrasia suelen hipotetizar que si una fábula es verídica por un simple hecho, toda verdad restante es solo un montón de tonteras sin importancia. Un hecho nimio básico y un buen orador, ya con ello es suficiente prueba para publicar en redes, radios, televisión, y todo medio como la internet. Y luego se masifica con imágenes de figuras paganas, y testigos de una u otra ocasión que los vieron, y supieron de antemano lo que harían. Otros hasta convivieron ¡Vamos!

 

 

 

 

- Un hecho simple. Un hecho ¡Tres seres humanos desollados!, ¿te parece un hecho simple?

 

- Un asesino, como aquel H.H Holmes.

 

- H.H Holmes, solo fue un ejemplo de lo que la mente humana puede realizar en su afán de destrucción. Los Berthol son una efectiva manifestación de lo cierto. Y no son solo un montón de epígrafes venidas de la tradición popular

 

- Tu problema Harry es que quieres convencerme de ir hasta ese sitio. Del vamos te diré que es un páramo perdido sin existencia de nada, más que algún zorro de pradera que aullé a nuestra llegada.

 

- No te arrepentirás del viaje, incluso, veras que no solo vamos por una aventura hasta podemos ser noticia de ello.

 

- ¿Sí? ¿Por descubrir qué?

 

- No lo sé, pero espero no sea nada fuera de lo normal.

 

- No hay tal, y de qué preocuparse ¿Podríamos ir a la playa?. Allí nos espera un paraíso, damas, diversión, sol, y tú quieres ir a un desierto donde supuestamente hay algo allí que causo los asesinatos de tres individuos, y que fue hace casi cincuenta años. Increíble de tu parte, te desconozco.

 

- Vos no sabes ni donde estas parado. Esa leyenda vale la pena, como este gorro playero ideal para el sol

 

- ¡Sol de playa! Te desconozco Elvio – le dice con enfado Jaime. -

 

- No te preocupes que de todo este periplo algo encontraremos

 

- Espero sea un cactus, por si no hay agua.

 

- Habrá agua, y algo interesante también.




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