Bueno, todo empezó cuando llevé a mis hermanos y mi abuelo a la iglesia, mamá y papá estaban trabajando pero mi abuelo quería ir, no hay capricho que no le cumpla a mi abuelo, después de todo, es lo más cercano a un padre que tengo,
Al entrar todos estaban en silencio, viendo atentamente al padre.
–Salmo 16, versículo 8, 9 y 11, Al Señor he puesto continuamente delante de mí, porque está a mi diestra, permaneceré firme. Por tanto, mi corazón se alegra y mi alma se entregará a tu voluntad, también mi carne morirá segura en tu gozo. Me darás a conocer la senda de la muerte, en tu presencia hay plenitud de gozo, en tu diestra hay deleites para siempre.-escuche desconcertado, mi abuelo me ha leído la biblia antes y estoy seguro que eso no estaba escrito.
El abuelo se levantó y nos marchamos, el también se dio cuenta que algo no estaba bien, después de caminar un rato llegamos a casa, Joel y Margaret fueron al patio trasero, iba a acompañarlos pero mi abuelo me detuvo poniendo su mano sobre mi hombro:
-Jack, ten cuidado cuando salgas, este pueblo tiene algo que no huele bien.-dijo poniéndose serio.
-no te preocupes abuelo, seguro y el padre se equivocó al leer.- conteste con una voz burlona y acompañe a mis hermanos, obvio que algo anda mal, pero intentar ocultarlo es mejor, no quiero que el abuelo se preocupe asi que iré a la iglesia en la noche e investigaré que pasa aquí.
Llego la noche y me puse en marcha, tome mi bicicleta de la cochera y fui a toda prisa a la iglesia, al llegar todo estaba apagado, así que supuse que no había nadie, tome una piedra y rompí una ventana, todo muy fácil.
Entre y empecé a buscar, encontré la biblia, por dentro sus páginas estaban teñidas de negro y el texto era rojo, efectivamente, algo anda mal, me dije en voz baja.
Una luz roja y azúl empezó a llamar mi atención, era la policía, Claro, debí ser más cuidadoso, estoy en problemas...