El joven Luis, por desgracia, no tenía demasiados amigos... Solo se relacionaba con cinco personas de 28 que había en su clase: Lucía, la niña más inteligente; Víctor, el niño más generoso; Emma, la niña más valiente; Alex, el niño que mejor se portaba dentro del aula; y Manuel, el niño más guapo de la clase.
Apenas empezar la clase, sus compañeros se burlaban de él porque siempre se tropezaba con la mesa de uno de sus amigos, pero Emma y Víctor siempre le defendían. No permitían nunca que se metan con su amigo, como debe ser. Para Luis, estos dos eran "sus guerreros".
Acabaron las clases, pasó la tarde y Luis, muy triste, se fue a dormir.
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