Luis estaba durmiendo tranquilamente en su cama hasta que empezó a escuchar en su cabeza a una persona que no paraba de susurrarle. Esta decía:
- "Luis, despierta".
Esta frase se la acabó repitiendo cinco veces, hasta que a final, despertó y resulta que no había nadie en su habitación.
Pasaron diez minutos, este se volvió a dormir y de nuevo volvió a escuchar cómo alguien le estaba susurrando que se depertase. Lo volvió a hacer y otra vez no había nadie.
Pero ahora viene lo mejor...
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Por lo que parece la voz que había escuchado era de un sueño, pero no de un sueño cualquiera; un SUEÑO en mayúsculas.
Al parecer, la voz que no paraba de sonar en su cabeza era la de Neil Armstrong, el primer humano que pisó la luna.
- "Tengo una misión para ti: tienes que ser la primera persona en pisar Marte" - dijo Neil.
- "Pero eso es imposible. Hasta ahora nadie lo ha conseguido" - respondió Luis.
- "Será difícil, pero no imposible" - respondió Neil, un poco gruñón.
- "Sí que es imposible" - replicó Luis
- "¡En esta vida no hay nada imposible!" Lucha por tus sueños - dijo Neil enfadado.
- "Vale, ¿pero cómo voy a viajar hasta Marte?
- "Tendrás que estudiar mucho y crear tu propia nave espacial, así que esfuérzate y ya verás como lo logras"
Así empezó la gran aventura de aquel muchacho
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