Los sueños de Dominic

2. Salvado de un out

Después del partido, Dominic se saltó el primer día de entrenamiento creyendo que así él se libraría de volver a jugar. Estaba totalmente equivocado porque al día siguiente Andy estaba en la puerta de su casa. Había recibido una charla de su hermana pequeña por la mala jugada que había dado el sábado pasado porque había llegado a los oídos de su padrastro y por supuesto de su madre, pero ningunos de ellos dos le había dicho nada por lo que preocupó a Dominic, aunque su padrastro no pudo guardarse el comentario de "ya lo sabía".

Dominic era un joven atractivo, de complexión delgada, cabello castaño oscuro y ojos de color miel con nariz chata. No era el típico mujeriego a pesar de que tenía buena fama entre las jóvenes, su edad era de 17 años y su color de piel era muy diferente a la de su hermana Anyeli, ella era de piel oscura y él de piel más clara, ya que el padre de su hermana era del mismo color que ella. Muchas eran las personas que no creían cuando él decía que era su hermana. Dominic era muy protector con Anyeli porque como chico que era, quería librarla de tipos que solo podían hacerla sufrir. Para él nadie era bueno para su hermana y justamente ella fue quien había abierto la puerta recibiendo a Andy en la sala de estar. El joven Andy fue atraído por la belleza de la hermana de su compañero de béisbol, ignorando por completo de que se trataba de algún familiar de él. Sin embargo, la sonrisa inocente de Anyeli había conquistado la curiosidad de Andy y sus hermosos risos castaños que se movían con el viento provocaron que Andy se quedara sin palabras produciendo un leve tartamudeo en él. Dominic no se tomó bien que su hermana lo dejara entrar porque no pudo dar la excusa de que no estaba en casa a pesar de que no era cierto. Con el ceño fruncido fue a recibir la visita.

—¿Quién es la chica? —preguntó totalmente asombrado intentado no parecer un tonto ante su compañero.

—Olvídala es mi hermana —contestó a la defensiva mientras lo fulminaba con la mirada. Se había percatado de aquel brillo que tenía en sus ojos a causa de ver a su hermana.

—Está bien —dijo sacudiendo su cabeza para salir de aquel hechizo—. Solo había venido porque el entrenador estaba tirando chispas porque habías faltado al entrenamiento y por supuesto porque habíamos perdido el partido contra los Koalas.

—¿Quién te dio mi dirección? —cuestionó fingiendo desinterés en lo que le había dicho.

Andy alzó ambas cejas como si Dominic no sospechara de quien le había dado la información. El entrenador Jefferson tenía sus datos y se lo había dado a Andy quien se había ofrecido en darle una visita antes de que el furor del entrenador cayera sobre Dominic y por supuesto en cada uno de ellos.

—Mañana no puedes faltar —le aconsejó.

Dominic asintió no muy convencido, pero estaba obligado a ir si no quería que el entrenador tomara cartas en el asunto, porque al fin y al cabo su libertad estaba ligada a jugar varios partidos. Sin embargo, Andy pensó que él no iba a faltar para poder conocer a Stephany por como la había mirado el sábado después del partido. No solo el entrenador sabía lo que había hecho Dominic con su equipo, ya que él tenía la fama de ser una persona poco responsable y la preocupación de los Halcones era que hiciera lo mismo con ellos y por esa decisión alocada que había tomado el entrenador fueron a quejarse por semejante tontería, porque al fin y al cabo había dejado la responsabilidad del equipo a alguien que no se lo merecía. Todos querían que Rayner fuera el nuevo pitcher, que aunque no fuera tan bueno como el anterior y como Dominic, creían en él, lo apoyaban y tenían su respeto porque se lo había ganado.

Después de la breve conversación que tuvieron, Dominic fue a resolver un asunto pendiente sobre la apuesta que había tenido con unos jóvenes del barrio. La apuesta consistía en robarle la cartera a Jefferson y de esa forma pagar la deuda que tenía su hermana con ellos, ya que, Jefferson era una persona que estaba bien parado económicamente. Sin embargo, por muy extraño que le pareció a Dominic no cuestionó nada, simplemente se lanzó ante aquella trampa que su hermana Anyeli le había tendido. Ella había hablado con José, el buen amigo de Jefferson para que estuviera al tanto de lo que iba a ocurrir para que luego convenciera a su amigo a que lo entrara en su equipo ya que buscaban a un pitcher. Al final todo había salido como ella lo había planeado e incluso mejor. Anyeli velaba por el bien de su hermano así como él velaba por su bienestar, y a pesar de que él tenía problemas en echar todo a perder, ella tenía la esperanza de que esta vez fuera diferente. Dominic se enteró del plan que había tenido su hermana porque se lo había sacado a sus supuestos amigos. Se sintió tan mal que a pesar de tener todas las ganas de reprocharle lo que había hecho, prefirió callarse.




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