14. La decisión

En las siguientes eliminatorias Dominic no jugo por decisión del entrenador el cual le castigaba por no haberle hecho caso y por supuesto por la pelea que había tenido con Wilson. Quería darle una lección de que sus palabras podía cumplirla así que Rayner aprovechó esa oportunidad y se lució dentro del campo. Dominic en algunos momentos le decía a su entrenador que le sacara a jugar pero éste ni caso le hacía ya que se mostraba muy indiferente lo que molestó mucho al castaño. Durante ese partido y otros dos más se había quedado en el banquillo. El castaño solo mostraba su nerviosismo ya sea paseando de un lado a otro o sentado en el banco mientras veía como sus compañeros sacaban al equipo hacía delante aunque muchos veces lo tuvieron difícil el entrador cambiaba de jugador pero no elegía a Dominic.

—¿Cuándo es que me dejaras jugar? —cuestionó el castaño al entrenador.

—¿Ahora quieres jugar? —preguntó de manera indiferente.

—Por lo que veo quieres que perdamos antes de llegar a las finales —gruñó.

—No deberías cuestionar mis decisiones, además lo están haciendo muy bien, puede que ni te necesitemos porque al parecer no te importa el trato que hemos hecho.

Dominic bufó.

—Entonces no tengo nada que hacer aquí —bramó y cogió sus cosas para irse.

El entrenador lo vio partir sin decir nada además el juego ya había acabado pero los rivales que estaban teniendo no eran tan bravos como los que vendrían después, por lo que en ese momento lo necesitaría pero también quería que el cumpliera el trato que le había hecho y lo estaba presionando para poder ver resultado ya que siempre funcionaba en algunas personas.

—¿Qué le sucede? —preguntó Stefany al ver como se había marchado Dominic. Aunque ella sabía la respuesta y posiblemente era porque no lo dejaba jugar. Sin embargo, por un momento le pareció buena idea ya que así Rayner se daría conocer antes futuros ojeadores, pero por otro lado se sentía un poco mal tras haber recibido su ayuda. Sacó ese sentimiento ya que no podía confiar en él, seguía pensando en que cualquier momento dejaría tirado al equipo.

—Nada de lo que tengas que preocuparte.

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Estaba muy nervioso. No recordaba cuando había sido la última vez que estaba tan nervioso como lo estaba ahora. Podía incluso sentir el sudor resbalarse por su frente. Era como si estuviera a punto de cometer un delito. Le había dado mil vueltas para poder realizar la acción que estaba a punto de realizar en la cual no iba a volver atrás, pero no podía darle el gusto a todo el mundo de que lo tacharan nuevamente por abandonar sus responsabilidades y más en este nuevo equipo que formaba. Mucho menos podía darle la satisfacción a su padrastro de indicarle que no valía para el béisbol. Porque él creía que tenía el potencial para ser un buen jugador solo que su poca constancia se lo impedían.  Siempre se lo repetía y tuvo que volver a predicárselo para tomar una decisión que marcaría su futuro.

—¿Por qué? ¿Qué es lo que he hecho mal? —indagó Linette con los ojos llorosos hasta tal punto en no poder contener las lágrimas y lloró.

Ver a su novia llorar o mejor dicho ex—novia a partir de ahora, era como si su corazón se rompiera en mil pedazos. No era la única a la que se le había roto el corazón ya que a Dominic le costaba tener que dejarla pero tenía que decidir entre ella o su futuro porque si se quedaba con ella el futuro del castaño iba a convertirse en uno muy negro.

—Por favor Linette no llores —susurró desgarrado con la intención de acurrucada en sus brazos y consolarla pero se detuvo porque podría ser peor.

—¿Y qué quieres que haga? —gritó.

No pudo decir nada, solo la miró y decidió alejarse de ella.

—Lo siento —susurró con su rostro lleno de tristeza. No podía decirle el motivo por el que la dejaba pero tampoco quería mentirle así que prefirió no decirle nada, solo terminar con la relación sin ningún motivo solo le había dicho que no podía seguir con la relación. Quería dárselo pero pensaba que no se merecía que la mintiera. Había sido buena, era aquel amor que pensó que nunca podía tener porque era la mejor amiga de su hermana y esperaba que esta ruptura no fuera responsable de la enemistad entre su hermana y ella.

Se fue dejándola con toda las dudas que podía tener. Linette se quedó encerrada en su habitación llorando sin entender nada. Se había preguntado, qué había hecho mal para que él tomara esa decisión de dejarla.

Nada más llegar Dominic recibió un golpe en su rostro. Había sido su hermana la que le había pegado y por la expresión de su cara que tenía en ese momento supo que ya sabía lo que había hecho con su amiga. Linette le había contado sobre la ruptura.

—¿Por qué lo has hecho? ¿Es por Stefany? Es que lo sabía, sabía que algo pasaba. ¡Le has roto el corazón a mi amiga! Ni creas que dejare de ser su amiga por esto —increpó molesta.

Anyeli salió enojada a casa de Linette para consolarla. Pensó por un momento que tenía la culpa en haberlos animado pero ¿qué otra cosa podía hacer? Quería a ambos y no estaba dispuesta a interponerse entre el amor que ellos tenían o si en realidad hubo alguno por lo menos de parte de su hermano que no lo entendía. Quería odiarlo pero era algo imposible de hacer porque el enojo ya se le pasaría pero por el momento no podía verlo.