El joven castaño había dado un paso para forjar lo que era su futuro en el mundo del béisbol, por lo menos eso era lo que le había prometido su entrenador. Ahora tenía que planear como podía ir a conquistar el corazón de la gringa.
Después de una semana de competir contra otros y pasar las eliminatorias decidieron el sábado por la noche celebrar su victoria ya que habían pasado la siguiente fase y le quedaba ir a por el trofeo. De esa manera tomarían un descanso.
Dominic se unió a la fiesta todavía pertenecía al equipo y vio la oportunidad de poder estar cerca de la gringa para poder realizar su siguiente jugada.
Saludó a todos y dejó para el final a Stephany. En esta ocasión estaban en su casa ya que era amplia y el entrenador se había animado en celebrarlo con ellos además de invitarles a unas pizzas mientras se divertían con su equipo. Jefferson tenía ese lado bromista a pesar de lo duro que podía ser.
El castaño se acercó a Stephany que estaba cerca de las bebidas con toda la seguridad recorrer su piel. No le dijo nada solo se acercó hasta ella para tomar una bebida rozando su rostro con el de ella. La rubia se sobresaltó al tenerlo tan cerca pero se quedó observando como cogía su bebida mientras ella tomaba de la suya.
—Pensé que no ibas a venir —susurró Stephany.
Dominic la miró enarcando una de sus cejas, bebió de su bebida y se quedó a su lado con los brazos cruzados mientras sujetaba su bebida en una de sus manos.
—¿Por qué no iba a venir?
—No sé, en los partidos te había visto enojado además mi padre no te había dejado jugar. Sea lo que hayas hecho seguro que te lo merecías —contestó casi en burla.
El castaño se rascó una de sus cejas. Por un momento pensó que ya no tenía que aguantar las burlas de la gringa pero al parecer eso a ella le divertía. Rayner les vio y no tardó en acercarse hasta ellos.
—¿Te está molestando? —preguntó a Stephany pero con una mirada amenazadora hacia Dominic.
El castaño se burló en una pequeña sonrisa.
—Porque no te das una vuelta y nos dejas en paz —expresó Dominic con un tono amenazante.
—Oblígame —le retó.
Ambos se quedaron mirando desafiante. La rubia solo rodó los ojos. No quería que la fiesta en su casa se convirtiera en una pelea y en la que rompiera el compañerismo de todos y afectara al campeonato.
—Vamos chicos, déjenlo —intervino Stephany.
Andy había venido con su novia y algunos jugadores habían traído a la suya para poder celebrar también junto a ellas y no tardaron en encender la música para empezar a bailar celebrando la primera victoria. Rayner aprovechó la oportunidad de alejar a Stephany de Dominic para sacarla a bailar. El castaño no dijo nada solo se quedó observando como salían a bailar junto a otras parejas. El entrenador tan solo observaba a Dominic y éste espero a que la música se acabara para acercarse a ellos y poder bailar con la hija del entrenador.
—¿Me permites? —solo preguntó para no empezar una pelea y esperaba que Stephany no lo rechazara que para su sorpresa aceptó.
Dominic tomo una de sus manos y la otra la llevo a la espalda de la joven para empezar a bailar. No sabía por qué pero la joven Stephany se sentía un poco nerviosa al bailar con él pero intentó camuflarlo. El castaño no dejaba de mirarla para ponerla nerviosa y de esa forma poder desarmarla. Era como si se tratara de un juego de miradas en la que la gringa había perdido al apartar la mirada de los ojos de Dominic.
—Eres preciosa Stephany —susurró con dulzura.
Y no mentía, le parecía muy bella desde que la vio pero se lamentaba como tenía que hacer las cosas para poder conquistarla, sin embargo por el momento solo era atracción porque no conocía a la gringa como podía conocer a Linette que por un momento los recuerdos de ella invadieron su mente pero cerró los ojos y volvió a concentrarse en la rubia.
—¿Qué es lo que pretendes? —cuestionó su cumplido desafiándolo con la mirada.
—-Solo he dicho la verdad
—¿Y a tu novia no le importa que coquetees con otra chica?
El semblante de Dominic cambio por completo. Esta vez no pudo guardar las apariencias del dolor que le había provocado dejar a Linette.
—Hemos roto —confesó refugiándose en el cuello de la chica.
Stephany se sorprendió ante su respuesta como también ante aquel gesto de busca de consolación en ella. No sabía qué hacer ni que decir solo intentó corresponder ante aquel refugio que él necesitaba en ese momento porque a pensar de que se burlaba de él no era una mala persona porque sabía lo que significaba tener que romper con tu pareja.
—Lo siento —susurró—. Pero eso no te da derecho en coquetear contigo.
—No lo hago —mintió sintiendo el aroma de su cabello entrar en su nariz. Era un lindo olor a frutas del bosque.
Aquel baile se convirtió en un abrazo y es que Dominic lo necesitaba. Quería ser consolado y que alguien le dijera que todo iba a salir bien después de lo que iba a realizar y de que su corazón estaba triste al dejar a la mejor amiga de su hermana la cual no había pasado por desapercibido lo que estaba ocurriendo y eso la enojó bastante. Al final su amiga tenía razón.