18. ¿Lo intentamos?

Dominic sonrió cuando el beso terminó. Lo había dejado sorprendido porque no esperaba que la gringa le hubiera dado un beso en medio del campo. No lo entendía pero no iba a quejarse. Pensó por un momento que al final todo estaba marchando sobre ruedas. Retiró un mechón de cabello tras de su oreja sin perder aquella sonrisa. 

—¿Qué ha sido eso? —preguntó pero luego miró para el público y pudo ver a Wilson como un toro enojado—. Ya veo. 

—Quiero que pruebe un poco de su medicina —susurró. Había pensado como podía herir a Wilson y había encontrado la forma en cómo hacerlo y por lo que podía observar había dado resultado cuando Wilson se fue muy molesto. Parecía como si le saliera humo de las orejas.

Como si nada hubiera pasado Stephany continuó celebrando con el equipo pero Rayner había visto el beso. Él no podía creerlo sintió como si hubiera sido traicionado. Sin embargo, Stephany no se había dado cuenta en ese detalle, en que Rayner podría estar molesto con él porque después de todo lo que le había hablado en contra de Dominic podría traerle problemas en la relación de amistad que ellos tenían. Rayner estaba contento con el apoyo de su amiga pero lo que le dolió fue que no le había dicho nada. Los celos de que no pudiera obtener su apoyo para que los ojeadores le vieran hacían que la furia tomara el control.

—Rayner, espera —gritó cuando vio a su amigo marcharse a los vestidores. 

—Déjalo, tendrá que procesar mucho —le dijo Dominic. 

Rayner entró al vestidor hecho una furia porque primero  tuvo que salir Dominic a lanzar para poder conseguir que el equipo consiguiera las carreras para poder ganar. Se sintió que no valía para nada, pero el colmo fue ver a su amiga besarle en el campo. Como muchos de los presentes no había entendido lo que había visto aunque estaba claro. Había dejado a Wilson para empezar a salir con Dominic. Se enojó y lanzó los guantes con fuerza al suelo.

Por otro lado el entrenador felicitó a su jugador estrella además por haber hecho lo que le había pedido. Jefferson no podía estar más feliz. 

—Ahora a por la medalla —anunció dándole unos golpecitos en el pecho a Dominic a modo de celebración.

El castaño sonrió asintiendo a lo que le había dicho el entrenador pero por un lado las acciones de Stephany le había disgustado un poco porque lo había utilizado para un fin pero no tenía derecho en enojarse con ella porque él estaba haciendo lo mismo. Cuando iba a casa se cruzó con su hermana, Andy y con Linette.

—¿Así que no tenías nada con la hija del entrenador? —cuestionó su hermana molesta.

—Es una larga historia.

—La verdad es que no te entiendo o puede que sí y no quiera admitirlo. Solo has estado jugando en dos bandos y al final te decidiste estar con aquella gringa —acusó Linette a Dominic.

Estaba molesta que no esperó respuesta del castaño tan solo se fue de su lado porque no aguantaba tanto dolor en su corazón y lo que quería hacer era llorar.

—¡Linette espera! —gritó su amiga pero Andy la sujetó del brazo para que no fuera ya que tenía que darle tiempo.

Anyeli se encogió de hombros.

—Vamos, te acompaño a casa —dijo Andy abrazando a su novia para luego empezar a caminar dejando a Dominic.

Dominic se sintió el peor hombre posible porque había lastimado a Linette pero nunca quiso hacerle daño pero aun así lo había hecho. Además el beso que le había dado en su casa no había ayudado en nada. Soltó un suspiro y cuando se iba Stephany lo llamó.

—Dominic —gritó su nombre.

Él se giró para verla y caminó hasta ella.

—¿Qué pasa?

—Siento lo de antes. Por haberte utilizado de esa manera. Ahora todos piensan que estamos saliendo —se cruzó de brazos—. También mi papá lo cree.

Dominic pensó en sus palabras. Bajó su mirada al suelo y luego la alzó para verla a los ojos.

—¿Y tú que quieres? ¿Qué quieres hacer? —demandó.

Stephany respiró hondo, desvió la mirada hacia un lado luego volvió a fijar sus ojos en los de él.

—No voy a negar que me ha gustado el besarte. En un principio me lancé a besarte para hacerle daño a Wilson pero —confesó pero se detuvo.

—¿Pero?

—Pero al besarte sentí algo especial. No sé si el beso avivó la llama que pensé que estaba extinguida.

—¿Qué quieres decir? ¿Te refieres a que…?

—Me gustabas —terminó por él.

La sorpresa invadió el rostro de Dominic. No podía creerlo.

—Pero estoy confundida —se excusó rápidamente—. Es decir, no sé si esto lo provoca el dolor que siento por la traición de Wilson, de que mi padre tenía razón con él y no quiero jugar contigo. Así que mejor olvidemos lo que paso.

Al finalizar su argumento empezó a caminar para irse. Sin embargo, Dominic la sujeto por el codo para impedir que se fuera. Se odió por un momento al pensar que no debía desaprovechar la oportunidad pero no todo era falso porque a él le gustaba y que hubiera llegado a esta situación para poder estar con ella no era del todo malo. Por lo menos es lo que se decía para poder dormir por las noches.