Los Sueños de Keila

~ IV. La niña de Azúcar ~

-Bueno, ¿Cómo se juega a esto? - pregunto sentándome en el corro.

- Es sencillo. Es la combinación de dos juegos. Giramos la botella y la persona debe decir algo que nunca ha hecho. Y la persona anterior a la que le tocó debe elegir lo que esa persona hace.

- Es un poco extraño, pero venga, probemos - giran la botella y toca a un chico desconocido.

- Yo nunca me he besado con un familiar - veo como varias personas beben. Esto no me lo esperaba. - Y como no le ha tocado a nadie antes que a mí, me salto el castigo - varios le tocan graciosamente. Giran la botella de nuevo.

- Bueno, mi turno - dice Elías. Esto se va a poner interesante. - Yo nunca he intentado algo con una persona del mismo sexo - Mary y Henrieta beben junto con otros chicos y chicas.

- Bueno, tu castigo es besar a todas las personas que jugamos - dice el chico desconocido.

 

Mierda, mierda, mierda. Nunca he dado un beso a mi edad. Parezco un animal en peligro de extinción, lo sé. Esto es demasiado cliché, sé que debería haberlo dado ya... Pero odiaba que Marc me presionase.

 

- De acuerdo, venga, vamos - dice Elías. Empieza a dar besos a chicas. Algunos largos y aburridos. Otros cortos. A los chicos en la mejilla. Hasta que llega a mí.

 

Me mira. Mierda. Se supone que es un juego.

 

- Yo... - veo como se acerca. Está muy cerca de mí. Oigo como respira y se ríe un poco. Sonríe de maravilla. ¿Habrá entrenado? Oh no, siento su nariz junto a la mía... - Yo... Lo siento no puedo - me pongo de pie en el último momento.

- ¡Vaya! La niñita de azúcar se ha vuelto amargada - será hija de puta.

- Vamos Keila - dice Mary - no pasa nada si no quieres jugar, es un juego estúpido. - mira a todos con mala cara. Veo a Elías dedicarme una sonrisa de disculpa.

 

Mary me lleva hasta la puerta de la casa y grita:

 

- ¡¡Todos a la piscina comunitaria, fiesta en el agua!! - vaya, de ella sí que no me acordaba.

- Espera, espera, tengo que hacer una cosa - no pienso dejar que Elías se vaya con esa chica insoportable.

 

Veo como ella le susurra algo y empiezan a caminar escaleras arriba. No, no y no. Yo no dejo a mi vecino con esa asquerosa.

 

- Espera Elías - le cojo del brazo - ¿No acompañas a tu prima? Hazlo por mí, por favor - pongo ojos de cachorrito.

 

Él mira a la chica y vuelve su mirada a mí.

 

- Vamos a la piscina anda

- ¡Sí! Gracias - tomo su mano y empezamos a caminar hacia la piscina.

 

Andamos varios minutos hasta dar la vuelta a la manzana. Bien, ya vemos la piscina. Todos están allí besándose, jugando con el agua o simplemente haciendo el idiota.

 

- Oye, ya puedes soltarme

- Ah, sí claro. Qué tonta, se me había olvidado - mierda, mierda... Su mano se sentía tan bien...

- Bueno, ahora que me has traído aquí, ¿no me vas a entretener? - se sienta en el borde de la piscina. Se quita los zapatos y mete los píes. Se ve precioso con el reflejo del agua.

- Claro, claro. Mi voluntad, mi consecuencia. Puedo contarte que no me suelo colar en las fiestas, pero que he hecho una excepción por la tuya - me siento a su lado y arrimo mi hombro al suyo.

- No hagas eso, ni creas que me caes bien

- Te caigo bien

- No

- Sí

- Negativo

- Positivo

- Roto

- Nuevo

-Tú - se acerca y me planta cara.

- Yo - hago lo mismo.

- Puede que un poco

- Lo sabía

- Últimamente sabes todo. Por cierto, ¿Cómo supiste lo de tu amiga?

- Oye... Puede que vaya un poco bebida o sea el ambiente... Pero te contaré un secreto - me acerco a su oído... - Tengo un don - sonrío

- ¿Cómo que un don? - se gira.

- Ya sabes... Un don - saboreo cada letra.

- ¿Y en qué consiste? - me mira a los ojos.

- Puedo... Soñar lo que va a pasar... En un futuro. Así fue como adiviné lo de la chica - sonrío victoriosa.

- Vale, creo que lo que te dio Henry fue demasiado fuerte - ríe sonoramente. - Pero no tanto como para darme un beso - toma mi mentón y alza mi cabeza hasta mirarle.

- Sí, claro... Es sólo que... Tuve novio hace poco y... No he pasado de página, fue hace poco - mentira de nuevo, fue hace bastante tiempo.

- No me lo creo.

- Yo tampoco me lo creía - coloco mi pelo detrás de las orejas. Estoy muy nerviosa.

- Bueno, tendrás que aprender a tener más parejas - revuelve mi pelo

- Lo sé, aunque... Me reservo para alguien especial... Puede ser cursi, pero me gusta esa idea boba del amor - junto mis rodillas y me hago un ovillo. Bostezo



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En el texto hay: juvenil, posesivo, amor romantico

Editado: 11.08.2018

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