Los Sueños Del Bufón

Que Inicie La Función

Uno dos y tres las manecillas del reloj se juntan otra vez tres cuatro cinco y seis ¿ya no lo ves? Él tiempo paso aquel niño nació a un roto hogar en el cual por culpa de él su madre murió entre el llanto él padre al niño a la basura tiro, que gran dolor para esperarse la muerte del menor pero entre la malicia de aquel hombre no dejo nombre para aquel infante él cual, fue a abandonar en una cesta de basura al parecer, pero no vio bien, que se trataba de un comedero de animales, los cuales pertenecían al circo, aquel que tenía de nombre "Bargue", del que de especula estaba saliendo de su gira por las capitales de Austria, llegando hasta Roma para dar su última función de su gira, quien diría que un tétrico payaso lo vio, al niño en sus brazos acogió, y sin más, al menor se llevó;

— admiren esta maravilla que nos ha dado Roma — exclamo con alegría — un nuevo miembro se nos ha unido —

al menor lo toman en brazos, sin saber que nombre o que talento o de que de encargaría, pero saben que bien le harían al pequeño, puesto que ahora su dueño, era Bonifacio, él tan afable dueño del circo, pero aquel bebé fue alimentado con leche de las cabras del circo, sin saber aunque nombre ponerle a tan agraciado niño, ya al tener los 5 años de edad, se podía apreciar su afable ojos de color, el ojo de color izquierdo era gris con azul y las orillas negras, con él derecho un negro profundo a totalidad, a excepción del globo ocular y la orilla de la iris que al parecer eran grises, sus cabellos se habían tornado un hermoso rubio, el cual se comenzaba a teñir de rojo, haciendo un efecto como de que su cabellera era anaranjada, aún pasado del esto, no sabían que nombre ponerle al menor, quedando como anónimo por el momento,

— ¿qué nombre le pondremos al niño? — cuestionó uno de los payasos a Bonifacio, puesto que él menor pese a ser obediente no sabía cómo se llamaba y eso le llegaba a confundirse en repetidas ocasiones — aún no sabemos cuál nombre es el adecuado para él, puesto que es bastante curioso, sobre todo su cabellera anaranjada — mirando a este pequeño las cabras pasaban a su lado, por lo que él payaso exclamó — ¡ya se! — con alegría — le podemos poner de apellido él nombre de la cabra, ya que ella fue la que le había alimentado, si no fuera por esta hubiera muerto de hambre —

Bonifacio mira algo extrañado al payaso, ya que se veía bastante entusiasmado con nombrar al pequeño, por lo que le da unas leves palmadas en el hombro,

— bien cierto es aquello — resalta Bonifacio — al ver esa alegría y devoción que tienes al nombrarle, puedes encargarte de decidir cuál será su nombre

— ¡¿en verdad puedo señor?!

— sí, pero a cambio de ello, tú serás él encargado de cuidar de él, tanto como en su vida personal como en que hará en el circo, no siempre va a poder estar acarreando comida para los animales, ese chico se ve que tiene potencial, no lo digo tanto por sus actitudes físicas, sino que por su aspecto, si no es uno de nuestros actos principales entonces será comprado por cualquier viejo barbaján, por ello debes de encargarte de darle un buen uso (así aumentaremos más su valor) — camina hacia la salida palpando la cabeza del menor — (ese chiquillo podría hacerme ganar una fortuna si participara en uno de nuestros actos, espero Octavio sepa lo que hace ) — el payaso se ha cerca a aquel joven él cual al parecer no tenía nombre

— (veamos...ve amos... ¿qué clase de nombre se le podría dar a una criatura tan linda como tú?) — mira aquella cabra la cual se proclamaba ser la nodriza del menor — (Reang...Reang... Es una locura que un payaso como yo trate de nombrar a un niño...) ¡Locura! ¡eso es! — exalta tomando al joven con alegría — ¡tú serás Lucar Reang! — él menor queda en tantos sentidos confundido

— ¿qué es lo que está diciendo señor?

— ¡no es obvio pequeño! — exclama con alegría — ese es tu nombre desde ahora, o es que no te ha gustado — él payaso hace cara como de tristeza, por lo que el menor le sostiene el rostro pese a que le llenase de paja su maquillaje aun así le formó una sonrisa sobre de sus labios

— señor, usted es un payaso y se supone que los payasos son felices, para ver la sonrisa de usted le diré que en realidad si me ha gustado mucho mi nombre, gracias — él payaso abraza al menor con furor y emoción, posando su cabeza de este sobre de su pecho besándola

— perfecto — destaca — ahora vamos a buscar algo para ti, como bien lo ha dicho Bonifacio debes de hacer un acto en especial si quiere continuar aquí

— ¿pero qué acto podría hacer una persona como yo señor payaso? No tengo talento alguno el cual pueda destacar, es imposible que quieran que haga un acto



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En el texto hay: tristeza y dolor, trio amoroso, tristezas

Editado: 19.04.2018

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