Los tesoros del Mar Prohibido

Capítulo 10

El resplandor de la esfera en el pedestal se intensificó hasta alcanzar una luminosidad cegadora, y Scarlett y Adrian se encontraron envueltos en una visión que desafiaba la realidad. La cámara subterránea parecía desvanecerse y transformarse en un paisaje surrealista de sombras y luces titilantes. Ante ellos, se desplegó una serie de visiones y desafíos que parecían extraídos de los recovecos más profundos de sus mentes.

La chica se encontró en un entorno que simulaba su hogar de la infancia. Estaba en el puerto de un pequeño pueblo costero, donde las olas rompían suavemente contra los muelles. Pero algo estaba mal: las figuras familiares que solían llenar el puerto estaban distorsionadas y silenciosas. La atmósfera estaba cargada de un sentimiento de pérdida y nostalgia, y Scarlett sintió un nudo en el estómago.

—¿Qué es esto? —murmuró tratando de entender la visión—. ¿Es una ilusión?

Una figura se acercó, una mujer con una apariencia familiar, pero su rostro estaba en sombras. Era su madre, mas con una expresión triste y vacía. La visión la llenó de una mezcla de dolor y confusión.

—Tu pasado siempre te persigue, Scarlett —dijo la figura en un susurro distante—. ¿Estás dispuesta a enfrentarlo?

La aludida intentó avanzar hacia la figura, sin embargo, sus pasos parecían estar atrapados en el lodo. Cada vez que intentaba acercarse, la figura se desvanecía más. Su mente estaba llena de recuerdos y emociones reprimidas, y la visión parecía amplificar esos sentimientos.

Adrian, por su parte, se encontraba en un entorno oscuro y desolado. Estaba en un campo de batalla en ruinas, lleno de cuerpos y destrucción. El suelo estaba manchado de sangre y el aire estaba cargado con un sentimiento de desesperanza. Entre los escombros, vio figuras conocidas: sus compañeros de tripulación, heridos y atrapados en un ciclo de sufrimiento.

—No puedo hacer nada para salvarlos —murmuró el capitán con pesar ante la imagen de sus compañeros en un estado de agonía interminable.

De repente, un gran monstruo apareció en el campo de batalla, con una apariencia aterradora. Era una manifestación de sus temores más profundos: el miedo a no poder proteger a aquellos que le importaban, a fallar en sus responsabilidades. El monstruo se acercó y el chico sintió una ola de desesperación.

Ambos enfrentaban pruebas personales que eran un reflejo de sus miedos más íntimos. Cada uno estaba atrapado en una prueba psicológica diseñada para desafiar su fortaleza interior. Era una manifestación de sus peores temores y una evaluación de su capacidad para superar esos desafíos.

Scarlett luchó por mantener la calma, enfrentando su propia visión. Recordó los momentos dolorosos de su pasado, la pérdida de sus seres queridos y el sentimiento de abandono. Cada recuerdo parecía cobrar vida y presionarla con una intensidad creciente.

—Debo seguir adelante —se dijo a sí misma tratando de despejar las lágrimas que amenazaban con asomarse—. No puedo dejar que el pasado me detenga.

Con un esfuerzo titánico, la chica comenzó a avanzar a través de la visión, enfrentando cada recuerdo con determinación. El puerto comenzó a desmoronarse y la figura de su madre se desvaneció, dejando a la muchacha en un paisaje más claro y esperanzador.

Al mismo tiempo, Adrian se enfrentaba al monstruo en el campo de batalla. Sabía que debía superar su miedo y la sensación de impotencia. Con determinación, tomó su espada y avanzó hacia la criatura para enfrentarla con coraje. La batalla era una lucha interna tanto como externa; el monstruo era una manifestación de sus propios temores y dudas.

El combate fue arduo, pero Adrian logró vencer al monstruo, dispersando la oscuridad que lo rodeaba. La visión comenzó a desvanecerse y el campo de batalla se transformó en un paisaje más tranquilo.

Los dos capitanes se encontraron de nuevo en la cámara subterránea, donde la esfera de cristal continuaba brillando con intensidad. La luz de la esfera parecía estar comunicando un mensaje y el poder en la sala era palpable. Esto solo era el principio de lo que les deparaba en aquel santuario.

La voz profunda que habían oído antes resonó nuevamente en la cámara, haciendo que se sobresaltaran cuando dijo:

—Habéis demostrado vuestra valentía y determinación al enfrentar vuestros miedos. Ahora, debéis enfrentar la prueba final: la verdad del Corazón del Leviatán—. Una sección del pedestal se movió para revelar una abertura en el suelo. De ella emergió una corriente de agua que se convirtió en un río subterráneo y la voz continuó—: El Corazón del Leviatán debe ser colocado en el centro del río para activar su verdadero poder. Pero tened cuidado: solo aquellos con corazones puros podrán soportar la prueba.

Scarlett y Adrian se miraron, sabiendo que la tarea que tenían por delante era crucial. Tomaron el Corazón del Leviatán y lo llevaron hacia el centro del río. La corriente era fuerte y el agua parecía estar viva, pulsando con una energía mágica.

Mientras se acercaban al centro del afluente, sintieron una resistencia creciente, como si el agua misma estuviera probando su determinación. Los dos capitanes avanzaron con esfuerzo, pero la luz del Corazón del Leviatán iluminaba el camino y les daba fuerzas.

Colocaron la esfera en el centro del río y la esfera comenzó a brillar con una intensidad aún más cegadora, y el agua a su alrededor se iluminó con una luz dorada. La corriente del río se volvió más suave y una energía positiva comenzó a llenar la cámara.



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Editado: 17.03.2025

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