Rayito de Kristal.
En el Valle de las Flores, el viento saturado de poesía susurraba a cada momento, una a una las palabras que desde la distancia el poeta recitaba; Rayito de Kristal, un hada con un brillo muy especial que podía verse claramente a plena luz del día, al escucharlas voló apresurada a un jardín de flores que colgando como campanitas dormitaban, las fue moviendo una por una y las flores se levantaron abriendo sus pétalos, apuntando al viento, guardando así una a una las palabras que éste les llevaba; Luz de Media Noche se acercó en ese momento diciéndole.
-¡Que magnífica idea has tenido! Mira que guardarlos en las flores del recuerdo.
-¡Claro, Luz! Así no se nos olvidarán y las podremos volver a escuchar cuando queramos, además estas palabras ya no nos están hablando de un muerto, son mucho más bonitas y no tan tristes.
-Lástima que no se te haya ocurrido antes Rayito, así no se hubieran perdido los primeros susurros del viento que llegaron y podríamos volver a escucharlos.
Dice Luz de Media Noche con un dejo de nostalgia en su voz.
-¿Quién dice que se han perdido? ¡Si los guardé todos! Desde aquél capullo de Alhelí, hasta éste que nos cuenta la historia de un príncipe azul que vuela por el viento, buscando a la Princesa de su cuento y buscando a la mujer amada.
Dice Rayito orgullosa de sí misma.
-¡Muy bien Rayito de Kristal, que bueno que se te ha ocurrido antes! ¿Quién sabe? Tal vez algún día ese príncipe azul venga al Valle de las Flores.
-¡No!
Le dice de pronto preocupada Rayito de Kristal a Luz de Media Noche.
-¡Que nunca venga por aquí!
-Pero; ¿Por qué dices eso?
Le pregunta Luz de Media Noche a Rayito de Kristal algo extrañada.
-¿Qué no sabes lo que se rumora? Que un humano con la ayuda de la Espada del Destino derrotó esta tarde a los tornados de Mirídia e hizo correr al dios Júpiter, ahora mismo debe de estar destruyendo la ciudad de los ángeles sin alas, para acceder al Templo de los Dioses Olvidados, para liberarlos y que lo ayuden a destruir éste y otros mundos.
-Pero; ¿Cómo se te ocurre pensar eso del poeta que nos trae tan bellas palabras a nuestro valle? –dice consternada Luz de Media Noche.
-¡Yo no dije que fuera él! –le replica Rayito de Kristal. -Deben de ser varios los humanos que llegaron a Fíria y uno o más de ellos deben de ser malos, por lo tanto es mejor que ninguno de ellos venga a nuestro valle aunque sea de los buenos, si viene, después vendrán los malos.
A hacer sus guerras contra los buenos, y destruirán todo lo que ves a tu alrededor, así como hacen con su mundo.
Luz de Media Noche se despidió de Rayito de Kristal preocupada por sus palabras, y voló hacia el Sur dispuesta a averiguar cuantos humanos habían llegado a Fíria, y si el autor de los poemas en el viento era de los malos, mientras volaba en la oscuridad de la noche recordó que la estrella solitaria le había mencionado que el poeta humano traía consigo la Espada del Destino y que Rayito también le había comentado, que un humano había derrotado a los tornados de Mirídia con la ayuda de la misma espada, y detuvo su vuelo un momento asustada.
-¡No puede tratarse de la misma persona!
Pensó y decidida continuó buscando al poeta humano, dispuesta a desentrañar todos sus misterios esa noche, al remontar los Montes Lunares observó a B’eila en el cielo y presurosa se dirigió a ella.
-¡B’eila, B’eila!
-¡Hola, Luz de Media Noche! ¿Qué te tiene tan emocionada sofocada?
-¿Has visto al humano, es cierto lo que se rumora?
-¡Claro que lo he visto, míralo, ahí está!
-¿Dónde está, dime si es el mismo que dicen que está destruyendo a la ciudad de Mirídia?
-Psss, acércate y míralo, baja y míralo dormir; ¡No lo despiertes ni te acerques mucho! Tiene el sueño sobresaltado; ¡Míralo bien!
-Y después de hacerlo me dices si crees tú que alguien que puede dormir tan tranquilo como lo haría un niño, sea capaz de destruir ciudades tan hermosas como Mirídia.
Y Luz de Media Noche cruzó rápidamente la distancia, para observar al durmiente de cerca y flotando cerca de sus ojos, tratando de aminorar el suave zumbido de sus alas, lo observó detenidamente.
-¡Es cierto, tiene la Espada del Destino!
Dijo al notar la presencia de la espada que seguía ensartada a sus pies.
-Y la verdad que no tiene cara de destructor de ciudades.
Remontó el cielo volviendo donde la estrella y le dijo en voz baja, como temiendo despertar al dormido desde las alturas.
-¿Es cierto que derrotó al ejército de Mirídia e hizo correr al poderoso Júpiter?
-¡Ja, ja, ja! –se escuchó la risa de B’eila. -¿Quién te dijo eso hada curiosilla? Es cierto que derrotó al ejército de Mirídia pero no que hizo correr a Júpiter, todo lo contrario, se despidieron sonriendo caballerosamente y hasta se dieron la mano, es más, le agradó tanto al dios de los miridianos que mañana será nombrado caballero a sugerencia de él.
#1615 en Otros
#88 en Aventura
#1072 en Fantasía
fantasia accion aventura y romance, fantasia amor drama suspenso
Editado: 08.11.2022